sábado, 5 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD

El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén, según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año cristiano.

Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.

De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.

La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.

Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza. Aún en nuestras tradiciones cristianas, suelen ordenarse pasteles en forma de troncos de árbol, seguramente para festinar tales celebraciones.

La Masonería antigua y verdadera tiene indudablemente un origen cristiano, pues nació en el marco de la cristiandad. Empero, sus rituales y simbolismos conmemoran tradiciones esotéricas cuyas raíces se hunden en la antiguedad; la cultura céltica está íntimamente asociada a las bases masónicas, especialmente a las que están en las cimientes del rito escocés.

Las Fiestas del Solsticio, tan celebradas en las masonerías escocistas, tienen sus raíces en la cultura de los druidas.

Pero los masones contemporáneos no celebramos a los celtas, no al menos de modo directo, sino que estamos incrustados en los ambientes de la cultura y la espiritualidad cristianas.

Por eso, desde HEREDOM, deseamos a los hermanos del mundo Paz, Alegría y Prosperidad.

Deseamos también que el mensaje de Jesús, el Mesías, nazca, renazca y se fortalezca en el corazón de todos, en unión de sus familias.

Feliz Navidad....

jueves, 26 de noviembre de 2009

SPES MEA IN DEO EST...

La esperanza de los hombres está en Dios.
Si el masón no deposita su esperanza en Dios es, en realidad, un ser perdido, un ser sin brújula que se perdió en los confines de su existencia porque caminó con la escuadra, olvidando el compás...

La esperanza es el sueño del hombre despierto, dijo Aristóteles (384 AC-332 AC); pero en los tiempos que vivimos -los de la globalización y los avances tecnológicos- el hombre es un ser desesperanzado, quizá porque está vacío de contenidos y de significados.

¿Por qué, con tanta comunicación, el hombre se siente solo?, ¿qué le falta a la condición humana para entender y comprender que Dios, y su enviado Jesús, son el alimento esencial del hombre?, ¿por qué las drogas y los desenfrenos, el materialismo y el desapego a los valores esenciales del Ser?

Necesitamos acercarnos a la Divinidad; necesitamos comprender que es mejor caminar y viajar llenos de esperanza que llegar al destino, y sobre todo, llegar solo por llegar.

En realidad, la Masonería del Rito Escocés, así como las formas más puras y antiguas de la Masonería yorkina, nos enseñan a reconocer en el Templo y en nuestras vidas el valor fundamental de reconcer la existencia del Creador y su papel en la historia, en el mundo y en el Universo. La presencia de Dios en nuestras vidas es un alimento y un aliciente de fe, esperanza y felicidad.

¡Qué lástima que existan hombres tan vacíos como Friedrich Nietzsche, cuando nos dice que "la esperanza es el peor de los males, ya que prolonga el tormento del hombre".

¿Qué clase de hombre es aquél que apoya este enunciado tan infeliz y desgraciado?

Por ello mejor digamos:

¡Spes mea in deo est!

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA NOÉTICA

La ciencia hoy no descubre, solo redescubre lo que los sabios los Grandes Misterios de la Antiguedad ya proclamaban en el secreto y solo a los Iniciados. La noética y la metafísica, la mecánica cuántica y el saber que nos legaron hombres como Isaac Newton llegaron al hombre del siglo XX y XXI envueltos en el misticismo esotérico que por siglos pudo preservar el saber oculto y profundo de la naturaleza espiritual del hombre.

La Masonería esta llena de ese saber. Los Siete Principios del Hermetismo resumen el saber iniciático común en todas las religiones... Y el Rito Escocés de la Francmasonería contiene en su grados esencias del Gran Saber Antiguo.

Los siete principios, o axiomas, como están descritos en el Kybalión son:

Mentalismo: El Todo es mente; el universo es mental.
Correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es abajo,
es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos:
El Físico, El Mental y El Espiritual.
Vibración : Nada está
inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
Polaridad: Todo es
doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los
antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero
diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias
verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Ritmo:
Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo
asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento
hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el
ritmo es la compensación.
Causa y efecto: Toda causa tiene
su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la
suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay
muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
Generación: La generación existe por doquier; todo tiene su
principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
En el plano físico es la sexualidad.

Muchos atribuyen los principios del Kybalión a un personaje colectivo, los Tres Sabios, o Hermes Trismegisto, el Tres Veces Sabio. Pero, la realidad es que lo más probable, la teoría más segura es que el Kybalión sea obra de William Walker Atkinson, con o sin ayuda de terceros.
Una de las primeras publicaciones de Atkinson pudo haber sido una serie titulada Las Enseñanzas Arcanas, que comparte algunas similitudes superficiales con el Kybalión: El Kybalión explora siete 'Principios Herméticos', mientras que Las Enseñanzas Arcanas explora siete 'Leyes Arcanas'; el Kybalión afirma ser una elucidación de un antiguo texto hermético inédito del mismo nombre, mientras que Las Enseñanzas Arcanas dicen explorar la sabiduría de un antiguo pergamino no publidado de aforismos ocultos; ambos libros describen tres 'Grandes Planos' de realidad que se subdividen cada uno en siete planos inferiores.

Ambos libros describen tres de los planos inferiores como "llaves negras astrales", similarmente a las teclas negras de un piano, y habitados por espíritus elementales; y ambos libros describen con gran detalle el proceso de la 'alquimia mental', el uno casi en total consonancia con el otro. Hay muchas otras similitudes, que conducen de forma natural a la pregunta de si 'Las Enseñanzas Arcanas' podrían haber sido el "primer borrador" de Atkinson para el material que posteriormente se convertiría en el Kybalión.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA MASONERÍA Y LA CONSPIRACION

Por Cuauhhtémoc D. Molina García

La teoría de la conspiración es una estructura ideológica según la cual todo movimiento, dinámica o alteración de tipo social, económico o político queda explicada con un culpable único, poderoso y permanente. La Masonería ha sido atacada por estos paradigmas venidos al mundo desde que el poder, la suspicacia y la maledicencia aparecieron en el corazón de los hombres.

Se ha dicho, y con sobrada razón, que la gente desconfía de todo lo que no entiende, y si percibe además un elitismo que la excluye, entonces la desconfianza inicial se convierte en disgusto, incluso en odio. La Masonería, lo reiteramos aquí, cae en ese esquema de desconfianza inicialmente propiciado por las iglesias, por todas, no solo por la católica romana.

Hoy en día, las sectas cristianas apabullan, perturban e inquietan a los medios de comunicación, a los líderes de opinión, e inclusive forman partidos facciosos que atacan y vituperan el idealismo masónico con no es sino la más pura expresión de la nobleza en justicia, equidad, fraternidad, solidaridad y rectitud en los más elevados ideales de la espiritualidad, sobre todo bíblica, ya que es en la Biblia en donde se fundamentan los rituales y esquemas de trabajo de todos los grados masónicos habidos.

¿Un ejemplo de sectarismo pseudocristiano en UU. UU.? El caso Obama, de quien se dice es Grado 32° del escocismo estodounidense -el primero del mundo por origen, tamaño e influencia en la sociedad, gracias a sus ideales y programas de beneficencia y asistencia social- es más que llustrativo. Las iglesias evangélicas radicales le acusan de ser el promotor de Lucifer y de todos los males habidos y por haber.

Pero la famosa teoría de la conspiración llegó para quedarse, sobre todo merced al poder de la letra impresa que en libros como los de Dan Brown (El símbolo perdido, por ejemplo) se enuncian todos los más inauditos esquemas del misterio, la sospecha y la zozobra en torno a la Masonería. Libros así, no obstante la mentira o las desviaciones espectaculares que contienen, ayudan a la Masonería porque la colocan en el vértice de la opinión pública y ello constituye una oportunidad, más que una amenaza para los dirigentes de la Orden. Estas publicaciones que abonan el sospechosismo y la conspiración -los Iluminati, por decir- deben ser inteligentemente aprovechadas por los líderes masónicos para sacarles provecho y ventaja.

Según la teoría de la conspiración, el curso de la Historia (y de las sociedades) está condicionado y dirigido por un reducido grupo de personajes poderosos y sin escrúpulos (casi siempre masones), cuyo objetivo es controlar primero, y después dominar un país tras otro y finalmente a toda la humanidad. Se trataría de crear un "nuevo orden mundial" al servicio de sus intereses.

Según los propagadores de ésta teoría, todos los males que nos sobrevienen son consecuencia del plan urdido por esos "dueños del mundo" que operan en la sombra. Se acusaba de tal "conspiración", anteriormente, a los "judeo-capitalistas", a los judeo-bolcheviques" y actualmente a los "americano-sionistas" y a los señores de la "globalización". Y, por supuesto, a los masones... y a los jesuitas.

Esta concepción es sostenida por la progresía, la extrema izquierda, los nacionalistas, los populistas y los movimientos antiglobalización, es decir todos los que se auto-arrogan, en exclusiva, el hablar en nombre de "los pueblos".

En México ha sido la iglesia romana, cuyo clero, dolido por los cambios liberales de la Reforma JUARISTA del siglo XIX, ha generado embates, uno tras otro, contra los masones acusándolos de ser los mismísimos enviados del diablo para destruir esa iglesia. Los curillas de pueblo, y de todos los niveles, no descansan en lanzar azufre por sus bocas contra de los masones y liberales, tildándoles de todas la maniobras para adueñarse el país y sus instituciones.

Los ideales masónicos han sido líderes en la transformación de los pueblos.
Jamás han habido masones en la promoción del oscurantismo y la falsedad.
A las iglesias evangélicas obtusas habrá que recordarles que, al menos en MÉXICO, su ingreso, crecimiento y desarrollo se deben a las Leyes de Reforma, llevadas al triunfo por los masones.
A los romanistas también, pues sin las Leyes de Reforma, hasta el conserje de una Secretaría de Estado sería cura...

domingo, 18 de octubre de 2009

CARTA DE DAN BROWN AL RITO ESCOCES DE LOS EE. UU.

6 de octubre 2009
Invitados de la Jurisdicción del Sur, es un gran honor para mí ser invitado a saludarles mediante esta carta. Esperaba poder estar con ustedes esta noche en persona pero el lanzamiento de mi novela El símbolo perdido me ha mantenido alejado de Washington.
En las últimas semanas, como podrán imaginar, se me ha preguntado varias veces qué me atrajo tanto de los masones como para hacer de ellos el punto central de mi nuevo libro. Mi respuesta es siempre la misma:

“En un mundo donde los hombres batallan a propósito de qué definición de Dios es
la más acertada, no encuentro palabras para expresar adecuadamente el profundo
respeto y admiración que siento por una organización en la que hombres de credos
diferentes son capaces de “partir el pan” juntos en un lazo de fraternidad,
amistad y camaradería."
Por favor, acepten mis humildes agradecimientos por el noble ejemplo que constituyen para la Humanidad. Es mi sincero deseo que la comunidad masónica reconozca El símbolo perdido como lo que es en realidad: un intento honrado de explorar reverentemente la historia y la belleza de la Filosofía Masónica.


Sinceramente,
Dan Brown

domingo, 27 de septiembre de 2009

LA FERIA DE LOS GRADOS

Por Cuauhtémoc D. Molina García, 33º

Afirmamos aqui que la esencia de la Masonería -los tres Grados básicos- radica en su simbolismo, y éste, en su ritualidad ceremonial. Por tanto, prescindir de los procesos rituales en los conferimientos de los Grados esenciales del Gremio constituye una grave falta al espíritu formativo y a la transmisión correcta del saber y del sentir masónicos. No puede un sujeto afirmar que posee la Masonería, si los Grados le fueron conferidos a "golpe de mallete". ¿Cómo puede un individuo expresar sus impresiones y experiencias, si jamás tuvo la oportunidad de vivir la experiencia iniciática, por simbólica que ésta sea?

Una Gran Logia que se precie de ser Regular, con todas sus letras, no debe permitir jamás que la Masonería se relaje al punto de la prisa o las premuras, la informalidad o la relajación de sus ceremonias, especialmente las que usamos los masones para transmitir el simbolismo real y profundo de nuestro Arte Gremial. Una Gran Logia debe supervisar que sus sufragáneas practique el Ritual con ortodoxia y estricto apego a las formas ancestrales de la Masonería, so pena de perder lo que tanto anhela: la Regularidad.

En lo que respecta a los Ritos Masónicos, la observancia es similar. Los Ritos -escocés o York- deben de igual manera observar la práctica regular de la Masonería, si es que desean conservar el apelativo de "ritos masónicos".

En este sentido, parece una candonga a los masones el que haya sistemas de gobierno de estos Ritos que, por afanes de practicidad o de ejercicio de "facultades", realicen conferimientos de grados "por tocamiento", haciendo masones prácticamente "a la vista", sin mas ritualidad ni simbolismo que la autocracia y el referimiento simple a "usos y costumbres".

En el Rito Escocés -de los grados 4° al 33°, inclusive- hay Grados de estricto ceremonial y cuyo desempeño masónico es indispensable para poder comprenderlos y, sobre todo, para poder vivirlos en plenitud. Tal es el caso de los Grados 4°, 14°, 18°, 30° y 32°. Otorgar estos grados sin la ceremonia ritual completa es una zumba grotesca al Rito, a la Masonería y a los hermanos que dispendiosamente los reciben. ¿Cómo puede un sujeto que recibe el Grado 18 asumirse realmente R+C si solo recibió el título, pero no la esencia del Grado? Lo mismo debemos decir del Grado Kadosch, cuya complejidad y belleza ceremoniales llevan implícita la esencia y el compromiso histórico, moral y hasta social del templarismo masónico escocés.

La FERIA DE LOS GRADOS es y ha sido una práctica histórica de los dirigentes del R. E. A. y A. No sucede lo mismo en los Estados Unidos, en donde efectivamente se practican los Festivales del Rito Escocés pero éstos se desarrollan con estricto apego al ritualismo completo, realizado por equipos masones expertos y profesionales del Ritual, de modo que los candidatos a los diversos grados VIVEN en plenitud la esencia del simbolismo de cada uno de ellos. En México, en cambio, lo que interesa es otorgar Grados en Congresos Nacionales y en eventos locales para que el Alto Cuerpo cobre los "intersticios" e ingrese los pagos a su tesorería, en menoscabo de los Cuerpos locales. El asunto no es financiero, aunque lo es en mucho; más bien se trata de mera ortodoxia. Y es una ortodoxia que no es otra que la que dictan los Estatutos y Reglamentos del Supremo Consejo de México. Por eso, no es esta una crítica sin fudamento, sino una observación argumentada en bien del escocismo.

El asunto, decimos aqui con todo respeto, no es administrativo o financiero, que bien a bien resulta ser lo menos. El asunto es masónico en esencia... Es lo que llamamos ortodoxia masónica. ¿Y es mucho pedir?

En esencia, los Maestros Masones que reciben grados por colación -tocamiento, espadazo o malletazo- no reciben sino un título, mas no un grado real y efectivo. Muy ostensiblemente, y con sorprendente feligresía, pagan sus dineros -cuotas o derechos- para "recibir sus grados" porque es el Soberano en turno quien los "toca con su majestad"; empero, la ortodoxia masónica que define la Regularidad internacional en la Masonería, dicta que tal procedimiento es meramente administrativo, mas no iniciático y por lo mismo sin valor esencial masónico.

Hay que advertir, por si fuera poco, que la posesión y ostentación de los "altos" grados -como suele ocurrir en el escocismo- no es un acto administrativo, sino esencialmente ritual e iniciático, y solo tienen valor los grados masónicos en este sentido, que no es otro sentido sino uno meramente espiritual. ¿Qué otro valor puede haber en los Grados de la Masonería?

Festinamos en HEREDOM que nuestras Grandes Logias, en particular la de Veracruz, no asuma esa costumbre nefasta de otorgar grados por "tocamiento"... que es lo mismo que no otorgarlos, y tanto más que no recibirlos...

sábado, 5 de septiembre de 2009

CONSTRUCTORES


Por Ernesto Pavón Rowe

Bien decía Newton que mientras hay constructores que se dedican a hacer puentes, que unen a la gente, hay otros que se dedican a deshacer esos puentes y a la vez a hacer muros para separarnos y encontrar del otro lado del muro al enemigo al que hay que vigilar, aislar y destruir.

El enemigo es el otro, el de enfrente, el de la otra orilla, aunque sea como en muchos casos un hermano. Siempre es lo mismo, nos negamos a analizar las causas, a evaluar entre varios especialistas el problema, la AUTORIDAD nos dice quien es el enemigo y siempre, pero siempre, el culpable es el otro, el distinto, las minorías o los indefensos.

Siempre hay un culpable, siempre hay alguien a quien eliminar para que se solucione el problema. Siempre el dedo índice acusador del DIRIGENTE que apunta al otro, para evitar que veamos que sus otros 3 dedos lo están apuntando como responsable directo o indirecto de la situación, hay casos en que el dirigente no ha analizado que está enfermo de poder y en su locura, en un abuso de ese poder que le ha sido conferido, elimina a cualquiera que le estorbe en su nefasto camino, sin importar conocimientos y/o aptitudes de los eliminados, ni el daño que pueda hacer a la institución que le ha dado cobijo. Cree que pertenece a un selecto grupo de personas que define los destinos de los afiliados.

Esta pretensión ya causa disgusto en nuestra sociedad por lo erróneo de su sin razón, pues no existe autoridad que tenga la suficiente capacidad moral para que le dicte normas a los hermanos, que gozan de absoluta soberanía e independencia en la toma de decisiones, conforme a su personalidad o deseos de crecimiento.

Por ignorancia, mala fe, o deseos inmoderados de protagonismo político, este tipo de dirigentes trata de asociar a la Masonería con acciones políticas determinadas, que le permitan acceder a puestos de poder, o bien codearse con las máximas figuras de la política. Ha olvidado los preceptos básicos de la Masonería, no discutir de Política o Religión. La tarea del masón imbuido de nuestros principios e ideales, es actuar en la sociedad, de forma positiva y discreta, para promover los grandes movimientos transformadores de la humanidad a través de su ejemplo y no de discursos políticos o de cualquier otro tipo.

Los masones, como tales, no irrumpimos en la vida pública como institución. A la inversa de las ideologías que pretenden reformar a la sociedad, la Masonería induce a sus miembros a transformarse a sí mismos, con la esperanza de que el progreso individual contribuirá a la mejora ulterior de la sociedad. La masonería forma hombres, libres, de buenas costumbres, de sólidos principios éticos, de convicciones estables y sólidas, que después de transformarse a sí mismos, van a actuar en el mundo profano, no con un mandato, no con un puesto gubernamental, sino según sus creencias, formando asociaciones u organizaciones filantrópicas, que hagan al bien común.

Debemos combatir a este tipo de enanos oportunistas, y politiqueros, enseñándoles el verdadero camino de la Masonería, estructurado alrededor de tres grandes ejes:

El eje Intelectual, viajando de la obscuridad de la ignorancia a la columna B, regida por Mercurio, el Señor de los Libros, representante fiel del conocimiento y crecimiento de la conciencia, sin que esta búsqueda sea confundida con la puramente filosófica o científica.

El eje Ético, viajando del conocimiento hacia la columna J, gobernada por Venus, que nos incita a incrementar nuestra razón, nuestra intuición y nuestra fuerza de voluntad, por el ejercicio de las virtudes; voluntad de apertura hacia los demás seres humanos, y, más importante que las otras, una voluntad humanista y respetuosa de la libre elección de cada cual.

El eje Espiritual, localizado en medio de las dos columnas, continente de los principios de las dos columnas y contenido sustancial del masón; caracterizado por la Columna del Medio, Regido por la Señora de la Magia, que nos hace trascender de la materialidad a la Espiritualidad; porque la lucha constante de todo buen Masón tiene por objeto principal trascender la inercia de la materia, integrante de su ser, elevándolo hacia un Orden superior.

Pensar, discutir y proponer soluciones TRANSFORMADORAS DE NOSOTROS MISMOS, con una presencia activa nuestra en los marcos de decisión, permitirá y hará factible lograr el cambio. Quizás haya llegado la hora en que nos decidamos a mirar en nuestro interior.

sábado, 29 de agosto de 2009

FREEMASONRY AND REVOLUTION


Freemasonry and Revolution David Harrison Explores the Differing Masonic Factions in the French Revolution

It seems that during the eighteenth century, whenever there was a revolution, Freemasons were not far away. The American Revolution had many masons leading the cause and with the outbreak of the French Revolution in 1789, Freemasons were again leading various factions, with Louis Philippe II, Duke of Orleans, Grand Master of the Grand Orient, being prominent. But Freemasons were divided, their differing views and loyalties challenging not only the course of the Revolution, but the perception of Freemasonry in France and around the globe. Masonic symbolism featured prominently in revolutionary propaganda; in official pamphlets symbols like the All-Seeing Eye and the Plumb-Rule were used to portray the supposed enlightenment and justice brought about by the French Revolution.

The Enlightenment itself, brought to prominence by writers like the Freemason Voltaire, influenced the origins of the Revolution with works with masonic links, such as Thomas Paine’s The Rights of Man, being written in its support. The Revolution however, descended into violence and political turmoil, the enlightened road of liberty being a long and blood stained one, with an estimated 15,000-40,000 people being guillotined - the guillotine being named after Dr Joseph-Ignace Guillotine, physician, Assembly Member and Freemason. Louis Philippe, Duke of Orleans The Grand Master of the Grand Orient de France, Louis Philippe, Duke of Orleans, visited England frequently. He was friends with the Prince of Wales, who had also served as grand master of the English ‘Moderns’ Grand Lodge. Louis Philippe held liberal views and was despised by Marie Antoinette, the royal court being suspicious he was after the throne.
French politics was in desperate need of reform, the Estates-General, the representative assembly, consisted of the First Estate (the clergy), the Second Estate (the nobility) and the larger Third Estate (the common people, landowners, merchants and professionals). Agitation within the Third Estate mounted in 1789 when a group of liberals demanded change. At this time Louis Philippe led the liberal minority in the Second Estate. He subsequently led a small group of noblemen to join the Third Estate, which declared itself the National Assembly in June 1789. Louis Philippe became known as Philippe Egalite and medallions were minted with his image showing the title Pere du Peuple (father of the people). He became an obvious choice to replace the King, but his position was weak.

The King’s attempt to escape in June 1791 changed the position for constitutional monarchists and Louis Philippe voted to execute Louis XVI, perhaps in an effort to distance himself from the King and to save his own life. But Louis Philippe became implicated in a plot involving his son who planned to overthrow the revolutionary government and was guillotined November 1793. The Marquis de Lafayette The Marquis de Lafayette was a nobleman who also left the Second Estate to join the Third, securing his place as a leader of the Revolution. Despite the fact that they were both Freemasons, Lafayette and Louis Philippe were far from close.

Lafayette, previously involved in the American Revolution, subsequently embraced the French Revolution, supporting liberal reforms whilst remaining aware of the need of constitutional monarchy. He was elected vice-president of the National Assembly and head of the Paris Militia (later the National Guard) after pacifying the mob who had stormed the Bastille on 14 July 1789. Lafayette supported religious tolerance, freedom of the press and the gradual emancipation of slaves – his passion for the reforms being shown in his promotion of the Declaration of the Rights of Man and of the Citizen which was adopted by the National Constituent Assembly in August 1789.

Lafayette’s devotion to reform and the Revolution did not stop him from gaining critics, one being Freemason Jean-Paul Marat. As a nobleman and a monarchist, Lafayette was open to criticism and his actions in ordering the National Guard to open fire on a mob in Paris in July 1791 escalated feelings against him. He was declared a traitor by the Assembly in August 1792 after rumours of his planning to march on Paris to overthrow the revolutionary government. Lafayette, who had been in command of armed forces preparing to attack Austria, took refuge in Liège where he was subsequently imprisoned for five years despite the call of the United States for his release. He was freed in 1797 but Napoleon blocked his return to France until 1799. Despite his hardships, Lafayette always remained a liberal and a supporter of the rights of man. Jean-Paul Marat Marat was a physician who had visited England in the early 1770s, and it was during this visit that he was made a Freemason in London, with a Grand Lodge certificate of his membership being issued on 15 July 1774. He held staunch liberal views and wrote the ground breaking Chains of Slavery, published in Newcastle in 1774. He returned to France, where he worked as a physician.

On the eve of the Revolution he wanted to influence the progression of the Third Estate, and published pamphlets and newspapers constantly criticising those in power. He was nearly arrested for his belligerent campaign against fellow Freemason Lafayette. His views became so embittered, attacking the powerful and criticising the National Constituent Assembly, that he had to go into hiding in the cellars and catacombs of Paris.

After the revolutionary Paris Commune had started an insurrection on 10 August 1792, the Legislative Assembly which had been formed in support of constitutional monarchy, collapsed and Louis XVI was imprisoned.

The Legislative Assembly was dominated by the Girondins, liberal republicans who included such free thinkers as Thomas Paine. However, their cautious stance on the execution of the King sealed their fate as ‘royalists’. The radical Jacobins took control and a list of opponents was drawn up. Marat came out of hiding and was elected to the National Convention. He bitterly attacked opponents of radical republicanism, especially the Girondin faction, his fierce propaganda being used by radicals such as Robespierre. The Girondins collapsed in June 1793 and Marat had outlived his usefulness. He was assassinated by the Girondin Charlotte Corday the following month, stabbed while in his bath. She was incensed by the execution of Louis XVI. Marat’s death led to thousands of royalists and Girondins being executed. These three Freemasons all had a leading role in the development of the revolution, though they failed to work together and took different sides as the revolution developed.

Only Lafayette survived to see the restoration and the end of Napoleon, but he suffered sacrifices for his liberal views. Marat seems to have been overwhelmed with bitterness, attacking Lafayette for being a monarchist and being a member of the nobility. Louis Philippe, the Grand Master, seems to have been forever tainted with a desire to gain the throne for himself, voting to execute the king and even condemning his own son for the plot to march on Paris. The Bonapartes and Freemasonry Napoleon Bonaparte had been a supporter of the radical Jacobins, and rose swiftly through the ranks of the French military. He gained prominence after defeating a royalist insurrection in October 1795 and was swept into power in 1799 as First Consul, five years later crowning himself Emperor of the French. There is no evidence that Napoleon was a Freemason although four of his brothers were: Joseph who Napoleon made King of Naples and Sicily in 1806 and King of Spain in 1808; Louis, King of Holland in 1806; Jerome, King of Westphalia in 1807; and Lucien, Minister of the Interior. Napoleon placed his four brothers in prominent positions controlling masonry within the Empire: Joseph became Grand Master of the Grand Orient, and Louis, Deputy Grand Master.

Jerome was made Grand Master of the Grand Orient of Westphalia and Lucien was a member of the Grand Orient of France. This certainly suggests that Napoleon might have considered Freemasonry a potential threat to his rule.

Because of the involvement of Freemasons in the French Revolution, Freemasonry has become forever linked with revolutionary ideals with many modern writers suggesting that the Freemasons in France were behind the Revolution itself.

The differences behind these masonic figures suggests otherwise; it reflects the complexity of the Revolution and how different political ideas conflicted with personal ideals.

lunes, 27 de julio de 2009

GRANDES LOGIAS Y SUPREMOS CONSEJOS

La Conferencia Internacional de Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado -una de las ramas de la Masonería- celebrada en París, en abril y mayo de 1929, al que asistieron 24 Supremos Consejos Regulares, además del de México, aprobó por uanimidad resoluciones que, de respetarse en México y América Latina, causarían el más hermoso concierto de fraternidad institucional y ayudarían a bien fortalecer la Institución frente al mundo.
Algunas de sus resoluciones esenciales fueron:


Declaración de la Independencia entre las Grandes Logias -base de todos los
sistemas masónicos de grados posteriores al Craft-; la importancia de la
tolerancia entre las Grandes Logias y los Supremos Consejos para mantener
relaciones armoniosas entre sí; la necesidad de que los miembros del Rito -4° al
33°, inclusive- conserven su afiliación en las Logias Simbólicas.

No obstante lo anterior, algun Delegado de costero Estado mexicano no parece entrar en razón y constantemente protagoniza, con afanes ostentosos y soberbios, escenas de confrontación y liviandad entre la Delegación que tiene a su cargo y la Gran Logia estatal a la que él pertenece.

Recientemente, y en virtud del acto conmemorativo de la muerte del Patricio y Benemérito de las Américas, lejos de contribuir a un clima de unidad y fortaleza entre el Supremo Consejo de México y la Gran Logia, el delegado hizo todo lo posible para demostrar una supuesta "superioridad" frente al Gran Maestro de la Obediciencia, quien con todo afecto fraternal -o tacto político, si se quiere- apoyó el acto delegacional. La conducta de algunos miembros del SC de ese estado costero causó un estado de incomodidad entre los masones debido a su actitud de competir, a como de lugar, con la autoridad oficial de la Gran Logia, de la que incluso el Soberano Inspector fue Gran Maestro.

La Gran Logia es, en todo el mundo masónico regular y civilizado, la entidad que representa por derecho propio a todos los masones de esa jurisdicción, pues todos los miembros de Cuerpos de cualquier Rito son, antes que todo, Maestros Masones y luego, miembros de esos mismos Ritos. No todos los miembros de la Gran Logia son integrantes de esos Ritos, pero todos los miembros de éstos, lo son de la Gran Logia. Por tanto, la legal y legítima representación de los Masones de una jurisdicción radica, por derecho, antiguedad y preeminencia, en la Gran Logia.

Los Maestros Masones deben conocer y comprender que, posterior al Tercer Grado, tienen en efecto varias opciones para continuar sus estudios masónicos, si es que así lo desean. Formar parte de los Ritos -Escocés, York o cualquier otro- es un gusto, una afiliación posterior y representa un afán de estudiar y conocer las diversas expresiones de la Masonería y no de ostentar vanidosamente grados y supuestas "jerarquías", tan vanas como insulsas cuando pretenden ser impuestas y ostentadas estultamente sin mérito ni humildad.

Los Maestros Masones que deciden formar parte de esos Cuerpos Invitacionales, denominados Ritos de la Francmasonería, pasan a formar parte de clubes de masones estudiosos, y en calidad de tales deben comportarse, siempre asumiendo su pertenencia a su Logia simbólica de base y, desde luego, a su Gran Logia con un sentido de respeto y subordinación.

Pero en Veracruz vemos que el espíritu de la Conferencia Internacional de París, suscrita por México en 1929, así como los acuerdos de Lausana, Suiza, de 1875 y el mandato del Balaustre XXXII del siglo XIX, emitido por el propio Supremo Consejo de México, parecen ser ignorados y vistos, además, con desprecio.

La soberbia de algunos se impone sobre las bases más puras de la organización masónica internacional afectando la fraternidad, el respeto y el sentido de fortaleza de la Masonería ante los ojos profanos.

¡Cosas veredes, Mio Cid!


sábado, 25 de abril de 2009

NUEVO SOBRANO GRAN COMENDADOR EN MÉXICO


Por Cuauhtémoc D. Molina García

El doctor en derecho Onosandro Trejo Cerda es el nuevo Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de México de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Ocupará el cargo durante tres años, a partir de este abril de 2009 y hasta abril del 2012.

Durante las recientes sesiones de abril del Supremo Consejo, el doctor Trejo fue electo, solo entre los suyos -los miembros activos de dicho organismo- y teniendo como contrincante fraternal y electoral interno al abogado y político Manuel Jiménez Guzmán.

El doctor Trejo Cerda es un hombre ilustrado. Abogado, especialista en derecho constitucional, maestro en derecho y doctorado en la misma disciplina con la tesis Sistema normativo y formación de leyes en México, se ha nutrido de la sabia de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde también es catedrático en su área desde principios de los años ochenta. Nuestro nuevo I. y P. S. G. Comendador es autor de dos obras importantes: El procedimiento legislativo mexicano y Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, comentada. Es además, maestro de grado en Filosofía por la propia UNAM, con la tesis Dominación e idelología.

Actualmente, el doctor Trejo Cerda se desempeña como director del Comité del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la H. Cámara de Diputados, cargo que desempeña con talento y dedicación.

En el seno de la Orden, el nuevo Comendador del Supremo Consejo de México reconoce el papel exacto y preciso del escocismo en la formación de los masones mexicanos. Él sabe, a ciencia cierta, que los grados escoceses son grados invitacionales y de complemento en la formación de los Maestros, y que las Grandes Logias poseen preeminencia por ser las organizaciones que trabajan los grados esenciales, de base, de todos los sistemas filosóficos habidos y por haber dentro de la Masonería.

Los masones que trabajan el Rito Escocés sabrán reconocer en su nuevo Comendador las virtudes esenciales que un auténtico líder debe expresar para lograr el crecimiento y el desarrollo de su organización, tales como la tolerancia, el conocimiento perfecto de los deberes fraternales, la capacidad de unir y congregar y, sobre todo, la inteligencia para guiar al Supremo Consejo con un respeto total a las Grandes Logias, autónomas y soberanas desde su fundación en Londres de 1717-1723, incluso antes, obviamente, que el citado Balaustre XXXIII, cuyo contenido y fundamentos muchos masones invocan y pocos conocen.
Este es el llamado que el nuevo Comendador hizo a Delegados y Subdelegados en el país (México), cuyo comportamiento, en muchos casos, deja mucho que desear a la vista del propio Supremo Consejo y, sobre todo, a la vista de los Maestros Masones de las Grandes Logias, quienes esperan reconocimiento a su dignidad de tales, respeto a sus Grandes Logias y la distancia necesaria entre dos organismos que contituyen, de suyo, dos edificios paralelos y de ningún modo uno encima del otro. Es preciso que los "filosóficos" mexicanos entiendan que el grado máximo de la Masonería Universal y básica es el Maestro Masón, y que el Grado 33º es máximo solo dentro del Rito Escocés, pero éste no es la Masonería, sino tan solo una expresión de ella.
Celebramos el que doctor Trejo tome las riendas del Supremo Consejo. Ojalá y recupere este organismo la dignidad, el decoro y la vocación de estudio y formación masónica de sus integrantes. Como académico, el nuevo Soberano Gran Comendador sabrá aquilatar lo que vale el estudio y la formación intelectual, espiritual y moral de los masones que practican el escocismo en nuestro país para que sean efectivamente útiles a sus Logias, en calidad de Maestros, a la sociedad y al país.
Salud al Supremo Consejo!

martes, 31 de marzo de 2009

POR FIN, LA "JUSTICIA DIVINA" DE LA IGLESIA


Ciudad del Vaticano, 31 marzo de 2009 (EFE).-

Benedicto XVI ha ordenado una inspección a la Legión de Cristo, la congregación fundada por el fallecido sacerdote mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas y del que recientemente se supo que tuvo una hija con una amante.
La inspección, "visita apostólica" -en el argot de la Iglesia católica- fue confirmada hoy por los Legionarios, quienes precisaron que el Vaticano les avisó de la misma en una carta del cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, con fecha 10 de marzo, al actual líder de la Legión de Cristo, el sacerdote mexicano Álvaro Corcuera.
El "número dos" del Vaticano informó a Corcuera, quien sucedió a Maciel en 2005, que la inspección la realizará "un equipo de prelados" y afectará a todas las instituciones de la congregación.
Bertone precisó que la inspección es "de fundamental importancia" y hay que verla "con amplitud de miras y limpio corazón".
"El Santo Padre, consciente de los altos ideales que os animan y de la entereza y espíritu de oración con que están afrontando las actuales vicisitudes, os alienta a seguir buscando el bien de la Iglesia y de la sociedad, mediante las iniciativas e instituciones que les son propias", agregó Bertone en su misiva.
Bertone aseguró a Corcuera que los Legionarios "siempre" podrán contar con la ayuda de la Santa Sede "para que, a través de la verdad y la transparencia y en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes".
De momento se desconoce la fecha de la inspección, pero, según los Legionarios, será probablemente después de Pascua y durará varios meses.
La inspección a las instituciones de la poderosa congregación se ha anunciado dos meses después de que los Legionarios de Cristo confirmaran que Maciel -fallecido en 2008 a los 87 años de edad- tuvo una amante con la que concibió un hijo, al parecer una hija, y después de que en 2006 Benedicto XVI le castigara por abusos sexuales contra seminaristas.
La doble vida del sacerdote Maciel "sorprendió, entristeció y desconcertó" a los Legionarios, según reconocieron en declaraciones a Efe en Roma, donde tiene la sede central.
Tras la misiva de Bertone, el 29 de marzo Corcuera escribió una carta a todos los legionarios, donde les comunicó la iniciativa ordenada por Benedicto XVI.
"He agradecido cordialmente al Pontífice esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre fundador, que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe concluida en 2006 y los que han salido a la luz recientemente", escribió el mexicano Corcuera.
El sucesor de Maciel agregó que están "profundamente apenados" y piden perdón a quienes se hayan sentido lastimados por las acciones del fundador.
Las investigaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe a las que se refirió Corcuera se realizaron cuando su prefecto era el cardenal Joseph Ratzinger, el actual Papa.
Tras numerosas indagaciones, el 19 de mayo de 2006 Ratzinger, ya Benedicto XVI, exigió a Maciel -investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas- que renunciara "a todo ministerio público" de su actividad sacerdotal y llevara una vida retirada de rezos y penitencias.

La decisión del Obispo de Roma cayó como un mazazo en la congregación y esa fecha quedará marcada en la biografía de Maciel como el día en el que el Papa Ratzinger le retiró su confianza y le impuso un severo castigo.
Ese día los Legionarios vieron cómo su fundador, que gozó del afecto de Juan Pablo II y de numerosos cardenales, caía en desgracia. Aunque no sería lo último que sabrían de Maciel.
Con ese castigo, Benedicto XVI subrayó la línea de "tolerancia cero" para casos como ése y otros contrarios a la moral de la Iglesia.
La medida supuso un giro de 180 grados respecto a lo que se venía haciendo hasta entonces, donde se imponía el silencio o el simple alejamiento, incluso en los casos en que se verificaba que hubo abuso.

La Legión de Cristo fue fundada en México en 1941 por Maciel, cuando sólo tenía 20 años.
Hoy, 68 años después, cuenta con casi 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas y está establecida en dieciocho países. En México son los dueños de la Universidad Anáhuac y del Mayab.
También tiene 70.000 miembros de la Asociación Regnum Christi (los legionarios laicos).
Entre sus centros, destacan el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum en Roma, así como los seminarios internacionales "Mater Ecclesiae", uno en Roma y el otro en Sao Paulo (Brasil).

domingo, 15 de marzo de 2009

NO CLERO POLÍTICO EN EL PARAGUAY

Por Christian S.


El gobierno paraguayo –a cargo de la Presidencia pro tempore del Mercosur– organizó esta semana (marzo 9-15 2009) junto con los impulsores de la Teología de la Liberación el «primer diálogo interreligioso del Mercosur». La Conferencia Episcopal de la misma nación –en su primera reunión del año, marzo 2009– reclamó al Gobierno el fin el de la inseguridad, el desempleo y la migración. La Iglesia Católica en Brasil enfrenta al Estado ante el aborto practicado a niña de nueve años embarazada de gemelos tras ser violada por su padrastro. Estos hechos –que generan indignación en mi persona– me provocaron encontrar las argumentaciones que responden a la pregunta que lleva por título esta nota.
La distinción de raigambre evangélica entre Dios y el César que suponen realizada por Jesús (Mt.20, 15-22) delimita ambas jurisdicciones, política y religiosa, y es conocida con la expresión «dualismo cristiano»; sin embargo, se da en los hechos la participación de una parte del clero en la política de las naciones. ¿Cómo manejar los límites de este encuentro sin que la religión termine convertida en un mensaje político y la política convertida en una religión?
También es importante resaltar que la corrupción en Latinoamérica convirtió a la vida política en un territorio casi completamente desprestigiado, y a veces algunos políticos pretenden dirigirse hacia la religión en la búsqueda de una abandonada pureza –que tampoco tiene la Iglesia, solo basta recordar los ríos de sangre en épocas inquisitoriales–.
La Iglesia Católica se opuso a la separación de la política con respecto a la religión debido a su adhesión histórica al régimen monárquico, representado en la persona del Rey, pero no le quedó otra que ir reconociendo, por lo menos gradualmente, la legitimidad de la soberanía del pueblo. Fueron los ideólogos liberales quienes sostuvieron en cambio que el pueblo es soberano, y que no es ningún dios sino la soberanía popular la real fuente del poder. Esta corriente acuñó el laicismo, que sostiene –como parte de su doctrina– la separación completa de la Iglesia y el Estado, negando toda legitimación a un orden divino ajeno a la voluntad del nuevo soberano que quedaba así constituido en la fuente primaria de la autoridad.
Ante una nueva visión del mundo, las relaciones entre lo político y lo religioso fueron redefinidas por la Iglesia Católica durante el Concilio Vaticano II, y fundamentalmente en dos documentos: la Constitución pastoral Gaudium Spes y la Declaración Dignitatis Humanae. Estos se complementan con otros como: Lumen Gentium, Apostolicam Actuositaten, Unitatis Redintegratio y Nostra Aetate.
Entonces, ¿cuál es el fin de la Iglesia Católica? Roberto Bosca, en Política y Religión, destaca que Juan Pablo II, en Puebla de los Angeles, al inaugurar la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (febrero 1979) consideró necesario advertir a los obispos de un modo muy claro y descarnado sobre ciertos reduccionismos que amenazaban convertir a la Iglesia en un instrumento de la revolución social. «La Iglesia tiene una misión espiritual y religiosa», indicó. El Papa se había inspirado en el Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, donde se explica el sentido de la evangelización en el contexto cultural de nuestro tiempo, según Bosca. Además, Código de Derecho Canónico lo define con claridad: «el fin supremo de la Iglesia es la salvación de las almas». También indica: «La misión de la Iglesia no es de orden político, ni económico sino moral».
Por lo tanto, la Iglesia como tal no tiene la misión de establecer la Justicia, ni es su finalidad transformar las estructuras de la vida social. No le corresponde dar soluciones temporales de nada, según escribe Javier Hervada en su artículo Pensamientos sobre sociedad plural y dimensión religiosa, publicada en la revista Ius Canonicum (XIX, 1979). No le corresponde dar soluciones temporales sencillamente porque la misión salvífica no es de esa naturaleza, sino que es de orden sobrenatural.
Benedicto XVI, siendo cardenal, previno contra la tentación de la participación política del clero: «En la Iglesia no estamos para asociarnos y ejercer un poder», expresó en La sal de la tierra. Cristianismo e Iglesia Católica ante el nuevo milenio. Y después, como Papa, en su encíclica Deus Caritas Est exhortó: «…en este punto se sitúa la doctrina social católica: No pretende otorgar a la Iglesia un poder sobre el Estado».
En consecuencia, la participación del clero en política deviene en un clericalismo que toma su contenido de las ideologías o las corrientes políticas del tiempo. El clero transforma su misión en una ideología de la fe, pretendiendo imponer una determinada propuesta política, omitiendo que esta tarea es para los laicos. El clericalismo es una corrupción de la vida religiosa que se viene dando a lo largo de toda la histórica de la Iglesia; representa el deseo de la instrumentación de la fe desde una perspectiva de poder, que se articula cuando el sacerdocio asume un liderazgo temporal excediendo su esfera específica.
No puede desconocerse que el clero tiene –a fuerza de la hoguera– la representación de quien considera que fue el hijo de un dios, y en un sentido similar cuenta con la representación oficial de la Iglesia, por lo que el Sínodo de Obispos de 1971 prescribió que el sacerdote debe apartarse de cualquier cargo o dedicación política. La postura surge atendiendo que la institución en razón de su misión no asume como tal un compromiso político concreto y directo sino a través de sus fieles laicos, que en particular considero que lo deben cultivar en su intimidad.
El gobierno paraguayo, y ningún ciudadano latinoamericano puede olvidar que la Teología de la Liberación representa una suerte de retorno a las actitudes fundamentalistas del monismo precristiano y pretenden de hecho una verdadera politización de la estructura eclesiástica, tal vez hoy velada por otros temas como la ecología y la participación ciudadana.
En cuanto a la doctrina social de la Iglesia –declarada en Gaudium Spes– es nada más que una luz que les permite a sus fieles leer la realidad con una visión cristiana, pero en el pasado quedó su poder hegemónico, a pesar de que algunos clérigos lo miran con añoranza.

miércoles, 18 de febrero de 2009

BICENTENARIO DE CHARLES DARWIN


2009 es el año del bicentenario del natalicio de Charles Darwin, el científico que cambió los paradigmas científicos del mundo natural con su teoría de la Evolución de las Especies, producto de sus agudas observaciones elaboradas en las Islas Galápagos.
El debate sobre creacionismo vs evolucionismo se ha intensificado en los últimos años, especialmente en Estados Unidos donde el 47 por ciento de la población rechaza la teoría de la evolución, pero incluso en Gran Bretaña, donde el creacionismo comienza a tener presencia en muchas escuelas privadas.
David Odulate es profesor de química de la "Mustard School" de Londres y ha dicho que "nosotros enseñamos en la escuela que Dios creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó. Estamos convencido de eso tanto por la evidencia escrita como por nuestra fe".
Éste no es un caso aislado.

Un sondeo de opinión de la BBC de 2006 señala que más de un quinto de los entrevistados estaban convencidos de los argumentos creacionistas. Menos de la mitad -48 por ciento- dijo creer en la evolución.
"Los creacionistas están ganando terreno en Gran Bretaña. Esto ha sido importado de Estados Unidos y no sólo el creacionismo de los cristianos, sino también el musulmán",. Asi ha dicho Robert Stobold, biólogo, experto en evolución y miembro de la Sociedad Secular británica.
Algunos puntos del debate
Los creacionistas más ortodoxos consideran que todas las formas de vida fueron creadas por Dios. Los cristianos y judios piensan que esto lo hizo según lo narrado en el Génesis, mientras que los musulmanes se apegan al Corán.

Otras religiones tienen sus propias versiones.
Los llamados neo-creacionistas se basan en la idea del "Diseño Inteligente" una corriente según la cual la complejidad de la vida sólo puede ser explicada por la existencia de un "proceso o un arquitecto inteligente".
Consideran que las formas biológicas están plagadas de diseños complejos, como el genoma humano, que no pueden haber sido producto simplemente de la casualidad.
Aunque el arquitecto no tiene que ser Dios, la mayoría de sus propulsores tienen en mente a un ser o fuerza suprema.

¿Cuál es la perspectiva de la Masonería?, ¿creacionismo o evolucionismo?

La noción "Gran Arquitecto del Universo" va más alla de concepciones dualistas excluyentes, esto es, o unas u otras. Una perspectiva válida, para muchos, es que la Creación es eso: una Construcción y que luego sobrevino una creación secundaria llamada evolución.
La perspectiva masónica ha de ser espiritual, dado su caracter iniciático. Pero hay en ella fuertes corrientes positivistas que quieren ver la realidad desde la óptica científica. Aqui la pregunta es, entonces, ¿qué somos como institución?
Einstein, siendo científico, jamás negó la existencia de Dios y sostuvo que la ciencia sin Dios estaba coja. Al parecer, los masones no pueden negar el momento sublime de la Creación, y aceptar ésta no implica, ni por asomo, negar la evolución explicada por la Ciencia.

jueves, 22 de enero de 2009

SENTIDO HOMENAJE AL AMIGO Y HERMANO


Homenaje póstumo al Dr. Gabriel Legorreta Villarreal (1925-2008), organiza AGORA y sus amigos y hermanos masones.
Don Gabriel fue Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de México del R. E. A. y A.
El acto tendrá lugar en las instalaciones del "Club Naval Norte", en la Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, este 20 de febrero a las 20 hrs.
Por sus amigos y hermanos, firma la invitación Hugo Virrauel Pantoja.

jueves, 8 de enero de 2009

ESTEBAN MORIN


Por Cuauhtémoc D. Molina García

Muchos masones suponen cosas extrañas acerca de la fundación de la Masonería. Unos asumen que se trata de una Orden milenaria cuyos orígenes se funden, dicen, en “la noche de los tiempos”. Otros hablan de Agartha, de la Atlántida y de otros lugares tan remotos como fantásticos. Muchos dicen que la Masonería nace en Egipto y sería en verdad ocioso citar las fuentes que especulan acerca de este interesante tema. No obstante, la mayoría de los hermanos desconocen que existen fuentes formales de la Orden y traslapan el «contenido» con el «continente», es decir, la forma con el fondo, y cuando hablan de la forma, lo mezclan con el fondo y viceversa. Se hace así un auténtico “mazacote”, intelectualmente indigesto y absurdo que les conduce a afirmar cosas tan inverosímiles como ridículas.
En realidad, de los orígenes doctrinales de las escuelas iniciáticas sí se puede decir que son muy antiguos porque se relacionan con la Doctrina Secreta, es decir, con los Grandes Misterios. Pero la forma estructural del sistema masónico escocés es moderna, muy moderna en realidad.
¿De qué estamos hablando, pues?
Si del Rito, como sistema y organización se trata, habrá entonces que decir que lo que menos tiene, paradójicamente, es de “escocés”ya que sus grados son en verdad muy franceses, pues fueron creados o inventados en Francia, y muchos de ellos en la ciudad de Lyon, en particular el Kadosch.
En efecto, el Caballero Michel Andrew de Ramsay, nacido en Ayr, Escocia, creó grados "escoceses" que de tales no tuvieron sino el nombre, pues todos eran en realidad de manufactura francesa; fueron estos grados los que formaron el original Rito de Perfección en 25 estamentos, sistema manejado por el ejo Consejo de los Caballeros de Oriente y de Occidente, constituido bajo las Constituciones de 1762.
Este fue el sistema que trajo al continente americano Esteban Morin y que más tarde fue transformado en los Estados Unidos (en Charleston, Carolina del Sur) en el actual Rito Escocés, fundado en el año de 1801, y bajo las supuestas Constituciones de Federico de Prusia, de 1786.
De todo esto podemos deducir que, en realidad, el Rito Escocés, si bien tiene orígenes franceses, en realidad es muy americano, pues fue formalmente constituido en Estados Unidos con base en unas Constituciones discutiblemente atribuidas al Rey Federico.
Pero ¿quién fue este Esteban Morin, personaje tan importante en la historia del escocismo?

Esteban Morin, al decir de Frau Abrines, fue un judío francés miembro del Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, y quien el 27 de agosto de 1751 expidió a su favor una patente de «Gran Inspector Delegado», en principio para propagar el citado Rito de Perfección en 25 Grados por toda América. Pero Morin, con las Constituciones del Rito de Perfección bajo el brazo, llegó a Santo Domingo con sus baúles conteniendo los cordones y vistosos mandiles de los grados y se dedicó a sus negocios. Morin era comerciante en telas, y más tarde en Ron, cosa que le hizo muy afecto a la botella. Los mejores negocios los hacía Morin con judíos de Charleston, los que más tarde identificó como masones.
Estos cinco judíos americanos, -dice Frau Abrines, así como otras fuentes oficiales del Supremo Consejo, Jurisdicción Sur de los Estados Unidos-, apoderándose de este Rito de Perfección decidieron aumentarle ocho grados más, dando así lugar y forma al Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33 grados.
A los masones americanos, muy demócratas y republicanos, les hizo gran mella el vistoso ritualismo y la colorida parafernalia de los grados franceses, que no conocían, así como los títulos caballerescos y pomposos tan propios de la nobleza europea. Que un ciudadano de pronto fuera un Príncipe Rosacruz o del Real Secreto, si que era seductor. Así que el Rito de Perfección tuvo mucho éxito, más de lo que se esperaba; tanto que 25 grados no les bastaron.
Creada la escalera de 33 grados del Rito Escocés -el primer sistema de "altos" grados-, solo había que esperar el interés inusitado en las doctrinas esotéricas que Albert Pike introdujo para crear el sistema filosófico, esotérico e iniciático que hoy contiene el escocismo.
En realidad, como hemos dicho aquí, el sistema de los "altos" grados pegó de diferente manera en Estados Unidos que en los países latino americanos. Mientras en Estados Unidos son un sistema complementario de la masonería básica y gremial, al mismo tiempo fraternal que asistencial, en nuestros paises ha querido ser un sistema de dominación sobre la masonería que se practica en las Logias y sus Grandes Logias.
Al menos en México, un masón asume normalmente que, si ya posee "el 33º", llegó ya a la cúspide de la masonería. Olvida, o ignora, que la verdadera cumbre es el Maestro Masón.