jueves, 26 de noviembre de 2009

SPES MEA IN DEO EST...

La esperanza de los hombres está en Dios.
Si el masón no deposita su esperanza en Dios es, en realidad, un ser perdido, un ser sin brújula que se perdió en los confines de su existencia porque caminó con la escuadra, olvidando el compás...

La esperanza es el sueño del hombre despierto, dijo Aristóteles (384 AC-332 AC); pero en los tiempos que vivimos -los de la globalización y los avances tecnológicos- el hombre es un ser desesperanzado, quizá porque está vacío de contenidos y de significados.

¿Por qué, con tanta comunicación, el hombre se siente solo?, ¿qué le falta a la condición humana para entender y comprender que Dios, y su enviado Jesús, son el alimento esencial del hombre?, ¿por qué las drogas y los desenfrenos, el materialismo y el desapego a los valores esenciales del Ser?

Necesitamos acercarnos a la Divinidad; necesitamos comprender que es mejor caminar y viajar llenos de esperanza que llegar al destino, y sobre todo, llegar solo por llegar.

En realidad, la Masonería del Rito Escocés, así como las formas más puras y antiguas de la Masonería yorkina, nos enseñan a reconocer en el Templo y en nuestras vidas el valor fundamental de reconcer la existencia del Creador y su papel en la historia, en el mundo y en el Universo. La presencia de Dios en nuestras vidas es un alimento y un aliciente de fe, esperanza y felicidad.

¡Qué lástima que existan hombres tan vacíos como Friedrich Nietzsche, cuando nos dice que "la esperanza es el peor de los males, ya que prolonga el tormento del hombre".

¿Qué clase de hombre es aquél que apoya este enunciado tan infeliz y desgraciado?

Por ello mejor digamos:

¡Spes mea in deo est!

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA NOÉTICA

La ciencia hoy no descubre, solo redescubre lo que los sabios los Grandes Misterios de la Antiguedad ya proclamaban en el secreto y solo a los Iniciados. La noética y la metafísica, la mecánica cuántica y el saber que nos legaron hombres como Isaac Newton llegaron al hombre del siglo XX y XXI envueltos en el misticismo esotérico que por siglos pudo preservar el saber oculto y profundo de la naturaleza espiritual del hombre.

La Masonería esta llena de ese saber. Los Siete Principios del Hermetismo resumen el saber iniciático común en todas las religiones... Y el Rito Escocés de la Francmasonería contiene en su grados esencias del Gran Saber Antiguo.

Los siete principios, o axiomas, como están descritos en el Kybalión son:

Mentalismo: El Todo es mente; el universo es mental.
Correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es abajo,
es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos:
El Físico, El Mental y El Espiritual.
Vibración : Nada está
inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
Polaridad: Todo es
doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los
antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero
diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias
verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Ritmo:
Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo
asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento
hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el
ritmo es la compensación.
Causa y efecto: Toda causa tiene
su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la
suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay
muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
Generación: La generación existe por doquier; todo tiene su
principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
En el plano físico es la sexualidad.

Muchos atribuyen los principios del Kybalión a un personaje colectivo, los Tres Sabios, o Hermes Trismegisto, el Tres Veces Sabio. Pero, la realidad es que lo más probable, la teoría más segura es que el Kybalión sea obra de William Walker Atkinson, con o sin ayuda de terceros.
Una de las primeras publicaciones de Atkinson pudo haber sido una serie titulada Las Enseñanzas Arcanas, que comparte algunas similitudes superficiales con el Kybalión: El Kybalión explora siete 'Principios Herméticos', mientras que Las Enseñanzas Arcanas explora siete 'Leyes Arcanas'; el Kybalión afirma ser una elucidación de un antiguo texto hermético inédito del mismo nombre, mientras que Las Enseñanzas Arcanas dicen explorar la sabiduría de un antiguo pergamino no publidado de aforismos ocultos; ambos libros describen tres 'Grandes Planos' de realidad que se subdividen cada uno en siete planos inferiores.

Ambos libros describen tres de los planos inferiores como "llaves negras astrales", similarmente a las teclas negras de un piano, y habitados por espíritus elementales; y ambos libros describen con gran detalle el proceso de la 'alquimia mental', el uno casi en total consonancia con el otro. Hay muchas otras similitudes, que conducen de forma natural a la pregunta de si 'Las Enseñanzas Arcanas' podrían haber sido el "primer borrador" de Atkinson para el material que posteriormente se convertiría en el Kybalión.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA MASONERÍA Y LA CONSPIRACION

Por Cuauhhtémoc D. Molina García

La teoría de la conspiración es una estructura ideológica según la cual todo movimiento, dinámica o alteración de tipo social, económico o político queda explicada con un culpable único, poderoso y permanente. La Masonería ha sido atacada por estos paradigmas venidos al mundo desde que el poder, la suspicacia y la maledicencia aparecieron en el corazón de los hombres.

Se ha dicho, y con sobrada razón, que la gente desconfía de todo lo que no entiende, y si percibe además un elitismo que la excluye, entonces la desconfianza inicial se convierte en disgusto, incluso en odio. La Masonería, lo reiteramos aquí, cae en ese esquema de desconfianza inicialmente propiciado por las iglesias, por todas, no solo por la católica romana.

Hoy en día, las sectas cristianas apabullan, perturban e inquietan a los medios de comunicación, a los líderes de opinión, e inclusive forman partidos facciosos que atacan y vituperan el idealismo masónico con no es sino la más pura expresión de la nobleza en justicia, equidad, fraternidad, solidaridad y rectitud en los más elevados ideales de la espiritualidad, sobre todo bíblica, ya que es en la Biblia en donde se fundamentan los rituales y esquemas de trabajo de todos los grados masónicos habidos.

¿Un ejemplo de sectarismo pseudocristiano en UU. UU.? El caso Obama, de quien se dice es Grado 32° del escocismo estodounidense -el primero del mundo por origen, tamaño e influencia en la sociedad, gracias a sus ideales y programas de beneficencia y asistencia social- es más que llustrativo. Las iglesias evangélicas radicales le acusan de ser el promotor de Lucifer y de todos los males habidos y por haber.

Pero la famosa teoría de la conspiración llegó para quedarse, sobre todo merced al poder de la letra impresa que en libros como los de Dan Brown (El símbolo perdido, por ejemplo) se enuncian todos los más inauditos esquemas del misterio, la sospecha y la zozobra en torno a la Masonería. Libros así, no obstante la mentira o las desviaciones espectaculares que contienen, ayudan a la Masonería porque la colocan en el vértice de la opinión pública y ello constituye una oportunidad, más que una amenaza para los dirigentes de la Orden. Estas publicaciones que abonan el sospechosismo y la conspiración -los Iluminati, por decir- deben ser inteligentemente aprovechadas por los líderes masónicos para sacarles provecho y ventaja.

Según la teoría de la conspiración, el curso de la Historia (y de las sociedades) está condicionado y dirigido por un reducido grupo de personajes poderosos y sin escrúpulos (casi siempre masones), cuyo objetivo es controlar primero, y después dominar un país tras otro y finalmente a toda la humanidad. Se trataría de crear un "nuevo orden mundial" al servicio de sus intereses.

Según los propagadores de ésta teoría, todos los males que nos sobrevienen son consecuencia del plan urdido por esos "dueños del mundo" que operan en la sombra. Se acusaba de tal "conspiración", anteriormente, a los "judeo-capitalistas", a los judeo-bolcheviques" y actualmente a los "americano-sionistas" y a los señores de la "globalización". Y, por supuesto, a los masones... y a los jesuitas.

Esta concepción es sostenida por la progresía, la extrema izquierda, los nacionalistas, los populistas y los movimientos antiglobalización, es decir todos los que se auto-arrogan, en exclusiva, el hablar en nombre de "los pueblos".

En México ha sido la iglesia romana, cuyo clero, dolido por los cambios liberales de la Reforma JUARISTA del siglo XIX, ha generado embates, uno tras otro, contra los masones acusándolos de ser los mismísimos enviados del diablo para destruir esa iglesia. Los curillas de pueblo, y de todos los niveles, no descansan en lanzar azufre por sus bocas contra de los masones y liberales, tildándoles de todas la maniobras para adueñarse el país y sus instituciones.

Los ideales masónicos han sido líderes en la transformación de los pueblos.
Jamás han habido masones en la promoción del oscurantismo y la falsedad.
A las iglesias evangélicas obtusas habrá que recordarles que, al menos en MÉXICO, su ingreso, crecimiento y desarrollo se deben a las Leyes de Reforma, llevadas al triunfo por los masones.
A los romanistas también, pues sin las Leyes de Reforma, hasta el conserje de una Secretaría de Estado sería cura...