miércoles, 26 de diciembre de 2007

INICIA LA NAVIDAD

Para los cristianos, los no cristianos son paganos.
Para los musulmanes, los no mulsulmanes son infieles.
Para los judíos, los no judíos (de religión) son gentiles.
Para los masones, los no masones son profanos.

La realidad es que la condición de masón no implica negación de una u otra religión. Para los adherentes al Islam y al Vaticano si está expresa la prohibición de ser masones y al mismo tiempo católicos o musulmanes. Pero para el maón de fe y convicción NO.
La masonería no es excluyente, sino incluyente.
En México, la mayoría de los masones nos asumimos cristianos porque nacimos y crecimos en familias cristianas, ya católicas o ya evangélicas. Pensamos que, por lo tanto, en mensaje sublime de Jesús, el Cristo, es perenne y no se opone al mensaje de la masonería.
Pensamos que se puede ser masón y cristiano a la vez.
La verdadera NAVIDAD no es una fecha ni un festejo, y las posadas, tan tradicionales en México, no son festines ni bailongos, sino simbolismo sublime de cristianismo.
Dejar que Jesús impregne nuestras vidas es asumir el paso de la Escuadra al Compás. El Reino de Dios proclamado por Jesús es en realidad el reino del Compás, esto es, de lo sutil, lo sublime, lo excelso, o dicho de otra manera: el abandono del mundo material y de deseos para abrazar el Reino del Espíritu.
La Navidad inició con la Noche Buena y concluirá, por decirlo así, el 6 de enero, con el advenimiento de los Reyes Magos.
Pero en en el fondo, la Navidad debe ser una fiesta del espíritu, una fiesta de todos los días del año: Jesús debe renacer en nuestros corazones todos los días. Así de simple, y así de complejo.

viernes, 14 de diciembre de 2007

LA CIENCIA Y LA FE

Muchos se ocupan en pretender demostrar científicamente que los supuestos o las verdades de fe de las religiones son falsas. Cuestionan, por ejemplo, el misterio sublime de la resurrección del Señor o bien sus milagros o señales consignados en el Evangelio y testificados por cientos de personas en "aquéllos tiempos".
Las verdades de fe son indiscutibles, no porque sean verdaderas para todos -incluyendo para los no creyentes- sino porque toda discusión acerca de ellas es, por naturaleza, inútil.
¿A dónde conduce una discusión de este tipo?, ¿que beneficios puede conllevar algo así?, acaso ¿alguién triunfa y vence al contrario?
El hombre de ciencia busca y encuentra, explica y postula principios, leyes y verdades del mundo físico o natural. Pero el hombre de fe -aún aceptando éstas- cree en realidades que en este mundo no se dan, sino solo en los mundos sublimes y espirituales; las verdades de fe forman parte de otros mundos que son esenciales, y como tales, imposibles para los ojos físicos. La resurreción del Señor y sus milagros, por ejemplo, son perfectamente válidos para el creyente y no para el racionalista empeñado solo en aceptar "solo lo que ve", como Tomás, el incrédulo.
El hombre, decimos en El Colegio Invisible, es un ser pensante, pero también es un ser creyente. Acá, en los Talleres de El Colegio, sostenemos que el hombre intiligente cree y sabe, es decir, él esta entre la ciencia y la virtud, entre la materia y el espíritu, o sea: ¡Entre la escuadra y el compás...!

lunes, 3 de diciembre de 2007

CREER O NO CREER

El masón es un creyente. Anderson, desde las Constituciones de 1723, aprobadas por la Gran Logia de Inglaterra -organismo Madre de la masonería moderna- estableció que el masón que conoce bien el Arte, no podrá ser jamás ni libertino religioso ni estúpido ateo. La idea es clara, más allá de elucubrar si solo pueden ser masones los ateos inteligentes y no los estúpidos.

No puede ser masón quien niegue la existencia de Dios. La masonería, cualquiera que sea el rito o método de trabajo, se basa en la existencia de Dios, más que en la creencia en él.

Si Dios no existiera, dice Poignout, "la masonería desaparecería por falta de fundamento, aunque persistiera la creencia en él".

Vivimos tiempos de gran confusión espiritual. Siguen vivas las raíces del ateísmo, aunque el número de ateos confesos es más bien bajo. Abundan más los agnósticos, que no se atreven a creer, pero tampoco a negar la existencia de Dios y su revelación. No son pocos los que se dejan seducir por formas de religiosidad oriental o por prácticas ocultistas. Pero sin duda el grupo más numeroso es el de los indiferentes a toda inquietud trascendente. Pese a esa diversidad de posiciones, son muchas las personas que debaten entre la fe y la incredulidad.

La masonería -sin ser religión- ayuda al masón a encontrarse a sí mismo por medio de la razón y de la FE. No sustituye ninguna religión ni se proclama superior a ellas. Solo le proporciona los elementos para comprender mejor su razón de ser en el mundo.

Todos los sistemas masónicos -incluyendo a la masonería primigenia: la azul- respetan la libertad del masón; pero no pueden (si son masonerías regulares) manifestarse, ni ateas ni agnósticas. La masonería se basa en la existencia de Dios... y en su voluntad revelada en el mundo; por eso, el Gran Arquitecto del Universo es creador, arquitecto y constructor y su obra es una manifestación en el mundo. Respecto de la existencia de Dios, para la masonería regular, la cuestión es, a fin de cuentas, algo que no esta en la mesa de debates; no hay vuelta de hoja. El masón confiesa su convicción en Dios mientras recibe la iniciación en el primer grado.
No puede engañarnos, pues si persiste en su ateísmo -en el caso de que lo sea- no nos engaña, más bien se engaña él mismo. La pregunta que debemos hacerle es, ¿qué haces en la Logia?

El Rito Escocés proclama, en sus divisas de los Grados 30º y 32º, alusivas apelaciones a Dios y su preeminencia para el hombre y para el mundo.

ORDEN EN EL CAOS O CAOS EN EL ORDEN

La expresión que constituye la divisa del Rito Escocés -Ordo ab chao- (se pronuncia "cao" y no "chao", ya que es latín y no italiano) tiene una connotación eminentemente iniciática.
Dios -el Jeovah bíblico- durante la creación puso orden en el caos, y el orden es Su Cración. La parte visible de ésta -el Malkut- es Su Voluntad manifestada en el mundo. El Gran Arquitecto del Universo es un Constructor que hace, que construye y que manifiesta su voluntad en el orden del mundo. No es Dios -Gran Arquitecto del Universo, nuestro Padre Celestial- en modo alguno una abstracción informe, sino una fuerza espiritual cuya existencia y grandeza podemos apreciar con solo abrir los ojos, sentir y percibir la realidad por medio del pensamiento. ¿No acaso el iniciante conoce el argumento de que la existencia del pensamiento es la mejor prueba de la existencia de Dios?
Del caos surge el orden y en el orden no puede existir forma alguna del caos.
Ciertamente, es difícil asimilar que de la confusión, de la inestabilidad, en fin, del caos, se consiga alcanzar un estado organizado y progresivo que de forma a la realidad y a la existencia. Tal es una de las tesis preferidas de las ciencias de la naturaleza, pero muchas veces desconfiamos del hecho que un sistema pueda generar su opuesto. Las ciencias sociales no escapan a estas tesis.
Entonces, a pesar de las afirmaciones científicas, la gente huye del caos como el diablo huye de la cruz y los vampiros del ajo.
¿Acaso la vida se ha desestructurado? Debemos admitir que el orden del mundo (la vida y la sociedad) ha cambiado notablemente en los últimos años. La globalización ha puesto, se dice, un nuevo orden en el mundo. Para bien o para mal, ahi esta.
Pero nosotros referimos -en la masonería escocesa (4º al 32º)- un Orden como resultado de la voluntad divina que ordena y da forma a la Creación.
Existe también, dentro de cada uno de nosotros, una diversidad de formas del caos y cada micro constructor -ya que el macro solo es UNO- esta llamado, por virtud de su fe, su valor y su celo, y por medio de su trabajo iniciático, ha ordenarse a sí mismo en la búsqueda perpetua de su evolución y avance hacia la perfección, la que siempre resulta un ideal, pues esta claro que ésta es imposible de lograr, ya que ella solo es un atributo del Creador, Supremo Arquitecto del Universo.
¿Qué hay en el interior del alma humana, en su espíritu? Si no hay trabajo interior, lo que debe haber es caos...

viernes, 30 de noviembre de 2007

EL ÁGUILA BICÉFALA

Característica clásica del Rito Escocés es el águila bicéfala o águila prusiana, pues existe en nuestra tradición la aceptación generalizada de que el citado rito fue fundado por Federico de Prusia. Pero esta es solo una tradición, pues no existe evidencia de que Federico haya estado interesado en crear rito alguno justo cuando en el año que se le atribuye (1786), se encontraba gravemente enfermo de gota y retirado, incluso, de las funciones del gobierno imperial.
La Gran Logia Los Tres Globos de Berlín da por asentado que Federico, si bien fue iniciado en la masonería, no estuvo jamás vinculado a la creación del Rito Escocés. Por otro lado, no sería un honor para la Orden que un déspota ilustrado fuese el fundador de un movimiento filosófico fundado en la libertad y en el progreso del género humano.
En realidad, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado fue creado en Estados Unidos, gracias a los 25 grados que Esteban Morin llevó bajo la denominación francesa de Rito de Perfección. Ahí, en Charleston, Carolina del Sur, cinco judíos conocieron el citado rito, habiendo quedado fascinados por sus cordones y joyas, así como por sus títulos rimbombantes, y tranquilamente le agregaron a los 25, ocho grados más con lo cual construyeron la escalera de 33 grados.
El Rito Escocés tiene de "escocés" lo que cualquier de nosotros (en México) tiene de húngaro. Es, en efecto, un rito muy americano y, a la vez, muy de origen francés. Es un rito franco americano, esa es la verdad.

Pero el águila bicéfala, como todo en masonería, tiene su simbolismo. Veámos:


  1. Dos cabezas que miran, una al pasado y otra al futuro, muestra que el presente es una línea continua y consecuencia del pasado. Es como el dios Jano (Juan) que tiene dos caras, con las cuales vislumbra el pasado y el futuro. Es la visión perfecta, integral y holística de la sabiduría de Dios Todopoderoso, Padre Celestial, Creador Omnipotente, Eterno, Inmutable y Justo.

  2. Puede decirse que el bicefalismo alude a la sabiduría: una cabeza representa el orden y la otra el progreso.

  3. Las alas desplegadas (un error que estén plegadas) representan la disposición del masón a volar buscando la verdad con libertad. La verdad le hará libre -como asentó el Maestro Jesús- y encontrándola, deberá proclamarla al Universo.

  4. La espada en sus garras es emblemática tanto del poder como del honor, como cualidades de los Inspectores Generales de la Orden en su lucha por alcanzar la redención humana.

  5. Los Inspectores del 33º usarán la espada con honor, con el espíritu caballeresco y templario que esta presente en su esencia y orígenes. Jacobo de Molay es un personaje relevante en la literatura ritualística del grado.

  6. La divisa Deus Meumque Jus significa "Dios y mi derecho". Todo proviene de Dios, de su voluntad divina se forma la Creación. El masón del máximo grado del Rito Escocés (que no de la masonería), asume su FE en Dios y por ello en el 32º proclama: Spes Mea In Deo Est, es decir, Mi esperanza esta en Dios...
  7. El Ordo ab Chao es la misión sublime del iniciado, del hombre ligado a Dios: poner Orden en el Caos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

SOLO DEL 4º AL 33º

Los masones mexicanos no entienden. ¡Quien sabe si los demás tampoco! En primer lugar, se refieren a los grados propiamente escoceses (4º al 33º) como "filosofismo", palabreja por demás impropia e incorrecta porque se explica como "pseudo filosofía" o "falsa filosofía". Quieren, por oposición a "simbolismo", insistir en ella, cuando lo correcto sería que dijesen escocismo o, más correctamente, masonería del Rito Escocés, y punto. La otra, la masonería de las Grandes Logias es, simplemente Masonería a secas, o bien "azul" y punto.
Tan simbólicos son los grados azules como los "escoceses"; y tan filosóficos son éstos como aquéllos. Pero los masones mexicanos no entienden, están guiados por la "costumbre". ¡Estólida costumbre! Imagínense: ¡Filosofismo! Y muchos se enorgullecen de decirlo...
El Supremo Consejo Madre de los del Mundo, el de Charleston, Carolina del Sur, USA, es fuente de doctrina en estos asuntos. ¡Y mal haría si no lo hiciese! Y nos dice:

The Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry is commonly known as the Scottish Rite. It is one of several appendant groups of the worldwide fraternity known as Freemasonry. Each Valley has up to four Scottish Rite bodies, and each body confers a set of degrees. In the Southern Jurisdiction these are the Lodge of Perfection (4°–14°), Chapter of Rose Croix (15°–18°), Council of Kadosh
(19°–30°), and the Consistory (31°–32°). The Supreme Council confers the 33rd Degree of Sovereign Grand Inspector General.
¿Cómo es, entonces, que decimos en México lo contrario?
Véase en negritas lo que dice.
Y como tal, ni el Rito Escocés, ni sus Supremos Consejos son "la masonería", como también solemos decir en México. Leámos:

The Scottish Rite is one of the two branches of Freemasonry in which a
Master Mason may proceed after he has completed the three degrees of Symbolic or Blue Lodge Masonry
. The other branch is known as the York Rite, consisting of Royal Arch Masons, Royal and Select Masters and the Knights Templar.


Y esta otra rama es, nada más y nada menos, que la forma de Masonería más antigua: El Rito York. Más claro ni el agua... veáse en negritas... Y lo dice la autoridad fundacional de la masonería del Rito Escocés... y nosotros "andamos inventando el hilo negro". ¡Cosas veredes, Mio Cid!

martes, 27 de noviembre de 2007

POR ANTONOMASIA...

No obstante ser el que esto escribe miembro del rito escocés -exclusivamente del grado 4º al 33- quiero apuntar aquí el error tan común en México (y Veracruz no queda fuera, por supuesto) de asumir a esta rama de la masonería "adicional" o "appendant", como "la masonería" por antonomasia. Incluso en el ámbito externo, se asume al grado 33º como lo máximo de "la masonería". Esto es, para la fantasía popular, tanto masónica como profana, el rito escocés es "la masonería y no UNA de las formas de la masonería.
En efecto, desde que nos iniciamos aprendices se nos dice que la masonería es una y universal -tal vez el término más correcto sea "internacional"- y que ésta se nos presenta bajo diversas formas denominadas "ritos". Cada rito es una rama de la masonería, pero lo es, en sentido estricto, luego del Grado de Maestro Masón, el cual es, después de todo, cúpula de la masonería primigenia y auténticamente universal, en el sentido de base de la masonería.
Los grados azules -la blue lodge- son preeminentes, es decir, anteriores a toda forma de masonería distinta, paralela o adicional al Grado de Maestro, como es el caso de los ritos, los que incluyen el conjunto de grados posteriores al de Maestro Masón (ojo: no "superiores", sino solamente posteriores).
Pero, para la mayoría absoluta de los masones mexicanos, la masonería se reduce (así: "se reduce") al rito escocés, que ni es el más antiguo ni el único aceptado.
Todo masón culto sabe que los dos ritos de la obediciencia son el York y el Escocés, así, por antiguedad.
Habrá que estudiar más al respecto, porque ahora resulta que, desde la alta dirección del rito escocés en México, se quiere postular que las Grandes Logias gozan de graciosa soberanía prestada por el Supremo Consejo de ese rito. ¡Y nada más falso!
En todo el mundo masónico, regular y civilizado, se sabe, se afirma, se usa y se postula que el Maestro Masón, luego de este grado, tiene la doble opción de continuar sus conocimientos en masonería en dos ramas: York y Escocés, o en las dos, tal y como ocurre en los Estados Unidos, Inglaterra y Europa. Pero nos referimos a la masonería civilzada... Aqui tenemos mucho que conocer. Muchos citan el Balaustre XXXII y ni lo conocen...
El propio Supremo Consejo MADRE de los Supremos Consejos de mundo, el de Charleston, Jurisdicción Sur de los Estados Unidos, es más que elocuente al respecto de la preeminencia de las Grandes Logias y del carácter y definición del Rito.

lunes, 26 de noviembre de 2007

¿PAGANISMO MASÓNICO?

Nuestros detractores nos infaman con el señalamiento de paganismo. La masonería, si bien contempla todas las posturas y doctrinas filosóficas y espirituales de la humanidad, respeta todas las de sus miembros y jamás impone ninguna a nadie. Muy lejos, según el país, asume la postura generalizada de la sociedad en esas materias. En México, dígase lo que se diga, los masones nos asumimos -como en mi caso- cristianos, y no necesariamente quiere decir esto que católicos romanos, mucho menos fanáticos, como asumen los tontos e ignorantes, que los hay y con altos grados entre nosotros.
El término general paganismo contemporáneo se refiere al conjunto de religiones basadas en la reconstrucción, renacimiento o reinterpretaciones modernas de las religiones indígenas de Europa y el Mediterráneo. Pagano es el término genérico que utilizan los practicantes.
La palabra ”pagano” proviene del latín paganus, pagus: campo, rural o de fuera de la ciudad. El empleo del término, a lo largo de la historia, es quizás demasiado extenso y susceptible de grandes debates; de forma breve, gentil o pagano fue el término empleado desde finales del Imperio romano para englobar a todas aquellas gentes que aún no se habían convertido al cristianismo.
Posteriormente “pagano” fue usado en su sentido peyorativo, para las “religiones falsas y sus seguidores”, usándose para aplicarlo a cualquier tipo de creencia autóctona no-cristiana.A principios del siglo XX, “pagano” tomó como otros significados ateo, agnóstico o sin religión. En la actualidad, el término se utiliza con dos significados opuestos: el peyorativo, utilizado por la prensa en el sentido de “falta de religión” (como a principios del siglo XX) y el propiamente pagano para referirse a sus creencias.
La masonería no es pagana, ni promueve el paganismo. Es una universidad cuyo plan de estudios contempla el tratamiento de todas las corrientes del pensamiento; pero en cuestiones de religión, es profundamente respetuosa de lo que sus miembros sientan y manifiesten.

¿ES EL ESCOCISMO UN PAGANISMO?

Albert Pike se distinguió como activista de la francmasonería, en especial del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, del cual puede decirse es autor de gran parte de su doctrina, expuesta en su obra denominada Morals and Dogma of the Freemansonry.
Pike alcanzó el grado 33 en 1859 logrando pronto el cargo de Soberano Gran Comendador de la Southern Jurisdiction o "juridicción oriental", que es la jurisdicción fundadora del Rito Escocés (se le denomina Supremo Consejo Madre, al de Charleston) y actualmente es una de las dos divisiones orgánicas de este sistema masónico en los Estados Unidos. Fue comendador durante 32 años.
Durante su mandato, Pike consagró una gran parte de su tiempo al desarrollo de los rituales esotéricos de la orden del Rito Escocés (no de toda la francmasonería), los que recopiló en la obra titulada Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry que, desde su publicación en 1871 y subsiguientes, se convirtió una de las fuentes de referencia de la masonería escocesa, de modo muy particular de los Estados Unidos.
En Morals and Dogma, Pike presenta un estudio en 850 páginas sobre el simbolismo y fundamentos de los 32º primeros ritos del escocismo antiguo y aceptado, sistema cuya antiguedad real es verdaderamente ficticia. Tales fundamentos son el resultado de una interpretación personal que no es la de todos los masones del mundo, incluso de los que únicamente son practicantes de ese rito, tan difundido en Latinoamérica.
Esta obra, cualquiera que sea su crítica formal y académica, es en verdad un tratado de paganismo en el seno de las logias, cuyos orígenes, no obstante, son eminentemente cristianos.
Baste con revisar el capítulo dedicado al grado 19, en el que se destaca un caracter luciferino, asunto que ha sido por demás razón suficiente para declarar al rito escocés -más que a la masonería misma- como anticristiano y francamente pagano. Esta apelación ha sido especialmente promovida por los grupos cristianos evangélicos, y no se diga por la iglesia romanista. Para los radicales fundamentalistas la masonería deviene, gracias a Pike, satánica, cosa que es por demás ridícula, absurda y por supuesto falsa.

The Apocalypse is, to those who receive the nineteenth Degree, the Apothesis of
that Sublime Faith which aspires to God alone, and despises all the pomps and
works of Lucifer. Lucifer, the Light-bearer ! Strange and mysterious name
to give to the Spirit of Darknesss ! Lucifer, the Son of the Morning !
Is it he who bears the Light, and with its splendors intolerable blinds feeble,
sensual or selfish Souls ? Doubt it not! for traditions are full of Divine
Revelations and Inspirations; and Inspiration is not of one Age nor of one
Creed. Plato and Philo, also, were inspired.


En su capítulo dedicado al grado 30º, Pike retoma la tesis de que la francmasonería habría inspirado y organizado secretamente la Revlusicón Francesa, y escribe:

A Lodge inaugurated under the auspices of Rousseau, the fanatic of Geneva,
became the centre of the revolutionary movement in France, and a Prince of the
blood-royal went thither to swear the destruction of the successors of Philippe
le Bel on the tomb of Jacques de Molai. The registers of the Order of Templars
attest that the Regent, the Duc d'Orleans, was Grand Master of that formidable
Secret Society, and that his successors were the Duc de Maine, the Prince of
Bourbon-Conde, and the Duc de Cosse-Brissac.

Por supuesto, las "enseñanzas" de Pike en su obra citada -respecto del luciferismo y del satanismo- no representan, ni constituyen, la esencia de la masonería profunda y primigenia. Son si, sin duda, una visión personal y parcial muy propia, pero de ninguna manera representativa de la opinión de los Supremos Consejos del Mundo.
La masonería no es ni satánica ni luceferina, aún cuando este término sea interpretado como "el portador de la luz". Por sí mismo es incitador en la perspectiva de la cultura contemporánea y atenta en contra d elas creencias de los masones de buena fe que dan su nombre a la Institución, en especial a los cuerpos del Rito Escocés.
Habrá que decir que jamás un cristiano ha sido rechazado en logia por virtud de que sus miembros se adhieran a los principios expuestos en Morals and Dogma. Todos somos respetados en los Cuerpos del Rito, cualesquiera que sean nuestras creencias religiosas.
Incluso en los Estados Unidos, donde el 95% de los masones son cristianos evangélicos (protestantes), la masonería les es perfectamente compatible, y de ninguna manera indigesta por las apreciaciones ya olvidadas de Pike. Más aún, para todo masón estudioso, la masonería le representa un medio de perfeccionamiento terrenal; la fe cristiana, por su parte, le permite el crecimiento en la suprema espiritualidad en aras de su salvación. Si alguna denominación cristiana rechaza a la masonería, sépase que ésta no rechaza ninguna creencia, al contrario, las confirma y cultiva entre sus miembros.

domingo, 18 de noviembre de 2007

EL MAL DEL ESCOCISMO

Por Cuauhtémoc D. Molina García.

Los males de las instituciones radican en los mismos hombres que las "instituyen", es decir, en los que las crean, forman y dirigen.
El Rito Escocés es un campo extraordinario de estudios dentro del cual el hombre sensible, inteligente, culto y filósofo puede encontrar la forma ideal de hacer que el hombre de nuestro tiempo pueda convivir, más allá de los diferendos creados por las culturas diversas, las creencias -ya religiosas o ya políticas- las nacionalidades y las razas, si es que éstas existen.
El Rito Escocés de la Francmasonería, por su estructura y contenidos, ofrece la maravillosa oportunidad de conocer el misterio de Dios y sus expresiones multiculturales en el mundo, y cada uno de sus miembros puede abordar la experiencia religiosa, fídica, espiritual o mística que mejor satisfaga sus apetencias internas y con todas ellas quedará satisfecho porque es un hombre epiritualmente evolucionado. Hablar de fanatismos, entre nosotros, es oficio de necios.
El cristiano no encontrará -en el verdadero escocismo- obstáculo alguno para estudiar, e incluso podrá, a sus anchas, confirmar y prodigar su fe en la más amplia libertad, tolerancia y fraternidad; lo mismo el induista, el cabalista o el rosacruz; todos, sin excepción, están llamados a probar en el Rito Escocés las mieles de la sabiduría de todos los tiempos y en todas sus modalidades conocidas.
El Rito Escocés es manantial que cancela todo género de dogmatismos y que prohija las libertades que, para ser verdaderas libertades, deben nacer del espíritu y de una absoluta comprensión de la Unidad del Ser, esto es, de Dios, cualquiera que sea la forma y nombre con que los seres humanos le identifiquen.
Sin embargo, hay un mal que en México -y en Veracruz- disfunciona gravemente la dinámica formadora del escocismo y que puede ser descrita a partir de varios factores:
  1. La miopía de sus dirigentes. Esto es, la carencia de un sentido de misión y de visión que conduzca el gobierno del Rito Escocés por derroteros que propicien su crecimiento y desarrollo a partir de una clara estrategia. Sus dirigentes parecen haber quedado literalmente atrapados en paradigmas decimonónicos que ennubilan el panorama y que les impide ver nuevas y promisorias oportunidades de crecimiento y desarrollo institucional. Este mal proviene de la cultura tradicionalista de las Grandes Logias.
  2. Dicha miopía, asimismo, les impide ver las verdaderas amenazas que cierran sus ventanas de oportunidad. El "clero" quedó como el único oponente visible y no perciben las tendencias culturales y espirituales que, en efecto, son las que propician la "soledad de los Cuerpos". Tales tendencias de la cultura contemporánea ofrecen oportunidades que los dirigentes del escocismo no ven, por la cerrazón de sus perspectivas miopes y cortoplacistas. ¿Dónde debemos reclutar a nuestros adeptos?, ¿quiénes deberían formar parte de nuestras Logias y Cuerpos?, ¿dónde encontrarlos?, ¿cómo atraerlos? Estos son los asuntos estratégicos que deberían resolverse en los Congresos y reuniones del Rito.
  3. El efecto "jerarquía". Este gravísimo efecto hace ver a sus dirigentes que son ellos los únicos que mandan en la Orden, y les hace concebir la negativa idea de que la masonería simbólica -la genuina y primigenia- debe estarles subordinada, tanto como las Grandes Logias, las cuales son, para ellos, "una graciosa concesión" de los Supremos Consejos. ¡Nada más falso y erróneo! La historia, las leyes y el sistema mundial de organización de la masonería dicen todo lo contrario.
  4. El efecto jerarquía genera también el "efecto escalera", el cual coloca en las mentes de los dirigentes del escocismo mexicano la falsa apreciación de que, después del Grado de Maestro Masón, solo queda la opción del "4-14", lo cual cancela el espíritu opcional de los masones regulares del mundo.
  5. Sus dirigentes solo presiden, pero no dirigen; esto es, caminan a capela y sin programa, sin sentido de dirección y rumbo. Basta presguntarles, ¿cuáles son sus estrategias, cuáles sus objetivos a largo, mediano y corto plazo? No obtendremos respuestas claras y contundentes. Ejemplo palpitante son las temáticas de los "Congresos", siempre las mismas y que, lejos de propiciar el diálogo para crear un diagnóstico del estado real de la Institución, privilegian en cambio los temas para los cuales ya existen pronunciamientos y resoluciones históricas, nacionales e internacionales.
  6. De lado del "pueblo masónico escocés" prevalece la cultura vertical y hegemónica creada por el "efecto jerarquía" y por el "efecto escalera": todos los masones se ven así mismos como subordinados a los Jefes en asuntos para los cuales lo único que debe privar es el derecho (Estatutos y Reglamentos del Supremo Consejo de México). Los Cuerpos son soberanos y libres para decidir lo que las leyes les establece. Pero los "masonsitos" confunden la obediciencia con la lealtad, y la lealtad con subordinación canina. Anhelan "grados" y creen que "los Jefes" son los que se los otorgan, y no su propio esfuerzo, trabajo, estudio y mérito en el seno de los Cuerpos del Rito.

En fin. Necesitamos, no obstante, distinguir con claridad que una cosa es "el escocismo" (y no "filosofismo", como quieren los ignorantes) y otra sus "dirigentes". ¿Cómo queremos implantar en el mundo profano la cultura de la libertad y de la democracia si, entre nosotros, se reproduce la cultura de la subordinación perruna, como en la más intolerante de las monarquías?, ¿cómo es que pretendemos criticar a nuestros oponentes con el lema de la libertad si entre nosotros ésta solo es dicurso?

miércoles, 3 de octubre de 2007

ABOUT THE SCOTTISH RITE


The Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry is commonly known as the Scottish Rite. It is one of several appendant groups of the worldwide fraternity known as Freemasonry. Each Valley has up to four Scottish Rite bodies, and each body confers a set of degrees. In the Southern Jurisdiction these are the Lodge of Perfection (4°–14°), Chapter of Rose Croix (15°–18°), Council of Kadosh (19°–30°), and the Consistory (31°–32°). The Supreme Council confers the 33rd Degree of Sovereign Grand Inspector General.
The Scottish Rite is one of the two branches of Freemasonry in which a Master Mason may proceed after he has completed the three degrees of Symbolic or Blue Lodge Masonry. The other branch is known as the York Rite, consisting of Royal Arch Masons, Royal and Select Masters and the Knights Templar.


Degrees
Lodge of Perfection



4° - Secret Master
Duty, reflection and study are the gateway to opportunity, as such one honors those relationships to God, family, country and Masonry. The apron of the 4th degree is white and black, with a letter "Z" and all-seeing eye. The jewel of this degree is an ivory key with the letter "Z" on the wards. The teachings: secrecy, obedience and fidelity.



5° - Perfect Master
The degree teaches Masonic honor; that honesty and trustworthiness is the cornerstone of the foundation of such. This virtue should be in all of our undertakings with mankind. The apron of the 5th degree is white and green, with a cubic stone and a Hebrew YOD. The jewel is represented by a compass open on a segment of a circle, to an angle of sixty degrees. The teachings: honesty, sincerity, and good faith.



6° - Intimate Secretary
In this degree one should expand their knowledge of duty, charity and toleration. We are instructed to reshape ourselves and our thinking into charity, self-control, and success i.e. to be a peacemaker. The apron of the 6th degree is white and red, with Hebrew letters YOD HEH in the center and a small triangle containing the Hebrew letters (clockwise from top) BETH, NUN, and SHIN. The gold triangle with the same three letters inscribed is the jewel that represents this degree.




7° - Provost & Judge
We learn that impartial justice protects person, property, happiness and reputation. We are instructed to judge with patience and impartially. The apron of the 7th degree is white, edged with red, with a key and five rosettes. The jewel is a golden key.



8° - Intendant of the Building
We should strive for perfection by using the great principles of "God's inherent love, charity, morality and kindness". The apron of the 8th degree is white, with red and green, with a balance, a nine-pointed star, and a triangle with the Hebrew letters BETH (for Ben-Khurim), YOU (for Jakinah), and ALEPH (for Achar). The jewel of this Degree is a gold triangle with the same three letters.



9° - Elu of the Nine (Elected Knight of the Nine)
Truth, candor and generosity; the foundation of Scottish Rite Masonry is most reflected in this degree. We should use these truths to shape our lives and conduct. The apron of the 9th degree is white, lined with black, and sprinkled with blood, with an arm holding a dagger and a severed head held by the hair. The jewel of this degree is a dagger, hilt of gold and blade of silver.

10° - Elu of the Fifteen (Illustrious Elect of the Fifteen)
This degree teaches us to be tolerant and respect the opinions of others. Freedoms of political and spiritual ideologies should be shared by all. The apron of the 10th degree is white, with a black flap, and with three arch-shaped gates - over each a head on a spike. The jewel of this degree is a dagger as in the 9th degree.

11° - Elu of the Twelve (Sublime Knight Elect of the Twelve)
This degree teaches sympathy. We should be compassionate to our brother Masons and to all mankind as well. The apron of the 11th degree is white, lined with black, with a flaming heart in the center. The jewel being a dagger suspended from a black cordon inscribed with the words "Vincere aut Mori" the pledge "that you will rather die than betray the cause of the people, or be overcome through your own fear or fault."

12° - Master Architect
This degree teaches faith in morality and virtue and in God. "Life is what each man makes of it; the optimist turns a trial into a blessing. The apron of the 12th degree consists of a white outer shell, lined with blue and gold (symbolizing the Craft degrees), with a protractor, plain scale, sector, and compasses. The jewel is a heptagonal medal of gold.

13° - Royal Arch of Solomon (Knight of the Ninth Arch)
Liberty; in our mind and our hearts, motivated by duty and honor are the lessons of this degree. The apron worn is purple, bordered with white, and with the "Enochian delta" (hexagram with inscribed Tetragrammation) in the center. The jewel comprises a circular medal of gold.

14° - Perfect Elu (Grand Elect, Perfect and Sublime Mason)
This degree teaches us to reflect and scrutinize oneself. We should strive to be true to ourselves and our God. The apron being of white silk, bordered in gold, with the Ineffable Delta in the Center is truly emblematical of the degree. The jewel of the 14th Degree is split; one being a quadrant (compass open to ninety degrees) topped by a crown and with a nine-pointed star on the obverse, the other being a five-pointed blazing star (with the Tetragrammaton) on the reverse. The compass is opened on a segment of a circle, inscribed with the numbers 3, 5, 7, 9.




Degrees oh the Chapter of Rose Croix





The Chapter of Rose Croix attempts to provide the candidate with a deeper understanding of religion, philosophy, ethics and history though a variety of complex "historical degrees". The intellectual challenges presented in these degrees are numerous, and at times overwhelming and can take years to master.

15° - Knight of the East, of the Sword or of the Eagle
Fidelity to obligations and perseverance of purpose under difficulties and discouragement are the lessons of this degree. The striking crimson velvet apron of this degree is edged with green, having a bleeding head above two crossed swords, and a triangle (top point to the left) with three interlaced triangles inside it. The jewel is three golden concentric triangles encompassing two crossed swords.

16° - Prince of Jerusalem
We learn "heroism of patience, the nobility of self-sacrifice" and compassionate judgment, along with charity, fidelity and brotherhood. This crimson apron is edged in gold and aurora-color, and with a square, shield, Delta (with three YODs), balance and a hand of justice. The jewel worn is a mother-of-pearl lozenge with a hand holding a balance in equipoise; under it a sword with five stars surrounding the point. On the left is a Hebrew D, on the right is a Hebrew Z.

17° - Knight of the East & West
The wisdom of this degree is that loyalty to God is man's primary allegiance and the temporal governments not founded upon God and His righteousness will inevitably fall. The apron worn is of yellow satin, with crimson and gold, and with a sword and Tetractys (of the Tetragrammaton) on it. The jewel is a heptagon of half silver and half gold, with crossed swords on a balance on the obverse and a lamb on the Book of Seven Seals on the reverse. The jewel is hung from a double order - one black (left-to-right) and one white (right-to-left), representing good versus evil. A gold coronet is also presented.



18° - Knight Rose Croix
This degree emphasizes that life and its strength come from God. The rose signifies the dawn and the cross is a sacred symbol of antiquity in many cultures. One is also taught to be tolerant of others errors and their faults. The apron worn is of white leather or satin, bordered in red, with a skull and cross-bones, a red passion cross, and three red rosettes. The grand jewel is a gold compass open a quarter circle. A rose-cross is between the legs of the compass and under it is a pelican, tearing its breast to feed its seven young on the obverse and an eagle with wings extended on the reverse. On the circle are the letters I.N.R.I.




Degrees of the Council of Kadosh



The word "Kadosh" is a Hebrew word meaning Holy. Although Pike identifies the degrees of the Council of Kadosh as chivalric and philosophical, they are all intensely mystical with respect to the lessons conveyed and symbols employed.

19° - Grand Pontiff
We learn from the past and how it affects the present and the influence we live in the future in this degree. We as mortals strive to endure, produce and improve the world as it surrounds us. There is no apron, but the jewel is a gold "parallelogram" (rectangle) with a Greek Alpha on one side and an Omega on the other.

20° - Master of the Symbolic Lodge
This demonstrates liberty, fraternity and equality. These truths teach morals, religious and philosophical understandings. This degree helps one to comprehend Deity, forces of nature, good and evil. The apron worn is yellow, bordered in blue, with three concentric point-down triangles, with the Tetragrammaton (horizontal) and "Fiat Lux" (vertical) at the center, forming a cross. Its triangular shape relates to the "fourth great light, which reminds us of the Deity and his attributes". The jewel that is worn is made of gold with the same three concentric triangles.

21° - Noachite or Prussian Knight
The lessons to be learned from this degree are that arrogance, defamation and cowardice are unworthy attributes of a Mason and that humility, modesty and courtesy are the true virtues of men and Masons. The apron worn is yellow and contains an arm holding a sword, a winged figure holding a key in the left hand and the right forefinger on the lips (the "Egyptian figure of Silence"). The jewel can be described as a point-up triangle, with an arrow, point downward, an arm holding a sword, and the motto "Fiat Justitia, Ruat Coelum."

22° - Knight Royal Axe, Prince of Libanus
This degree emphasizes work ethics: By doing good work we improve character and become better citizens. The apron worn in this degree is white, bordered in purple, and contains a three-headed serpent and a table with instruments and plans on it. The jewel is an axe and handle of gold. On the top of the handle are the initials of Noah and Solomon. In the middle of the handle are the initials of Libanus and Tsidun. On the blade are the initials of Adoniram, Cyrus, Darius, Zerubbabel, Nehemiah, Ezra (on one side) and Shem, Kham, Yapheth, Moses, Ahaliab, Betselal (on the other).

23° - Chief of the Tabernacle
We learn in this degree that the man who forgets his duty to God, family, country and himself will be in danger of moral and spiritual destruction by thoughts and unworthy ambition. The apron worn is white, bordered with red, blue and purple ribbons. These colors, from the curtains of the Tabernacle, represent earth, fire, air and sea, respectively, as well as the Lord's beneficence, glory, wisdom and power. On the apron is the golden seven-branched candlestick, representing the seven planets and virtues: Sun, faith "aspiration toward the infinite"; Moon, hope; Venus, charity; Mars, fortitude "victory over rage and anger"; Mercury, prudence; Saturn, temperance; Jupiter, conqueror of the Titans, justice. The jewel worn is a small silver censer, or ornamented cup, held by a handle in the shape of an open hand.

24° - Prince of the Tabernacle
A Mason must show evidence of compassion, piety and justice in this degree. After initiation he may "manifest faithfully the social virtues in order to receive the rewards", to serve humanity through our brotherhood. The apron worn is of white lambskin, with scarlet, green and blue. On it is a violet myrtle tree, and a gold representation of an Arabian tent. The jewel worn is the Hebrew letter ALEPH, suspended from a violet ribbon.

25° - Knight of the Brazen Serpent
This degree attempts to explain the conceptualities of celestial purity and the eternal soul of man. The apprentice is driven to look within his faith, life and God and to get a clear look at his inner self. The apron worn is white, lined in black, and with gold stars on the white side (Pleiades, Hyades, Orion, Capella) and with silver stars on the black side (Perseus, Scorpio, Bootes). Also on it is a serpent, ouroboros, surrounding a scarab, a triangle in a glory with the Tetragrammaton in its center, and the four initials of the stars Regulus, Aldebaran, Antares, and Fomalhaut. The jewel is a gold tau cross (crux ansata) with a serpent entwined around it, and the Hebrew words HLThI ("he has suffered or been wounded") and NChShThN ("the Brazen Serpent") on it.

26° - Prince of Mercy or Scottish Trinitarian
In this degree we explore for "the rewards of the trinity of Gods attributes - wisdom or intelligence, force or strength, harmony or beauty". The apron is scarlet, bordered in white, with a green triangle (point-down) in the center. In the triangle are the initials of force, wisdom, and harmony, and a flaming heart of gold with the initials I.H.S. (Jesus Hominum Salvator or Imperium, Harmonia, Sapientia). The jewel is gold and is the same triangle, suspended by a purple ribbon.

27° - Knight Commander of the Temple
This degree teaches the apprentice to scorn selfishness, and to uphold the knightly virtues of charity, truth and honor. We should always strive to assist the poor, helpless and infirm. The apron is of scarlet lambskin, lined in black, with a Teutonic Cross (cross potent sable, charged with a smaller cross double potent or, surcharged with the escutcheon of the Empire - the two-headed black eagle) and a black key surrounded by a laurel wreath. The jewel is the Teutonic Cross shown on the apron.

28° - Knight of the Sun or Prince Adept
We learn in this degree that our love for God manifests itself in our love for truth, justice and nobility of soul. The apron worn is white lambskin, with a vermilion pentagram. The jewel is a gold five-pointed star.

29° - Scottish Knight of Saint Andrew
The virtues taught in this degree are "Love of God, loyalty to superiors, faithful adherence to promise and active resistance to unfair judgment." There is no apron. The jewel is a gold St. Andrew's cross ("X"), surmounted with a knight's helmet with a thistle of gold between the arms at the bottom. In the center of the cross is a Hebrew YOD, and on its points, clockwise from bottom, the Hebrew letters N M I N.

30° - Knight of Kadosh or Knight of the White & Black Eagle
The lesson of this degree is to be true to ourselves, to stand for what is right and to be just in our lives today with a belief in God, country and oneself. There is no apron, but the jewel is a gold Teutonic cross, enameled in red, with a silver double-headed eagle, with wings spread pointing downward, resting upon it.




Degrees oh the Consistory



The Consistory Degrees are very different from each other in form and content. The 31° reveals the dynamic relationship that has existed for centuries between human law as a means of achieving justice, and divine justice as an ideal. The 32° reviews the degrees of the Lodge of Perfection, the Chapter of Rose Croix and the Council of Kadosh.

31° - Inspector Inquisitor
In this degree the apprentice learns prayerful self-examination. The mistakes today should not be committed tomorrow. Simply, the daily look at ones self to learn to live with the future. No apron is worn in the Supreme Tribunal, but the traditional apron displayed is of pure white lambskin with a Teutonic Cross of black and silver embroidered upon the flap. The jewel is a silver Teutonic cross. The jewel is suspended from a white collar, with a gold triangle with a "31" inside it.

32° - Master of the Royal Secret
The lessons taught in this degree are that genuine brotherhood requires mutual regard, opinion, esteem and charity. We always look for the good in all, make allowances for others' shortcomings. We trust the Supreme Architect to lead us to friendship, morality and brotherly love. The apron worn in this degree is white, lined in black, with a double-headed eagle and a plan of the Camp of the Princes. The jewel worn is a golden Teutonic Cross. In the center are the letters XXXII, surrounded by a green wreath. The cap of a Master of the Royal Secret is black silk with a black band trimmed in gold. In the center front is a double-headed eagle emblem with a rayed equilateral triangle above in gold. The triangle is red, has 32° in its center, and is trimmed with gold.

Court of Honour
The Scottish Rite confers a number of honors upon members who have contributed extraordinary service to the Rite, to Masonry in general, and to the world at large.




Knight Commander of the Court of Honour



The Rank of Knight Commander of the Court of Honor is not a Degree, but an Investiture, bestowed upon members deserving recognition for faithful services to the Rite or to mankind. At the biennial session of the Supreme Council, certain Masters of the Royal Secret are chosen to be invested with the Rank and Decoration of Knight Commander of the Court of Honour. The respective Sovereign Grand Inspectors General or Deputies nominate members for this honor, and they must also be unanimously approved by The Supreme Council. This Investiture is a prerequisite to receiving the Thirty-third Degree. The Rank of K.∙.C.∙.C.∙.H.∙. may not be requested, and if requested must be refused. The cap of the Knight Commander Court of Honour is red with a darker red band trimmed in gold. In the center front is a representation of the Knight Commander Jewel, a Passion Cross with fancy arms, featuring in the center a trefoil embroidered in green encircled by "Kt.∙. Comm.∙. Court of Honour" embroidered in gold.

33° - Inspector General Honorary
The Thirty-third Degree is conferred by the Supreme Council upon members of the Rite in recognition of outstanding work in the Rite or in public life. At its biennial session the Supreme Council elects members of the Rite to receive the Degree. Members unanimously so elected become honorary members of the Supreme Council. The Thirty-third Degree may not be requested, and if requested must be refused. The Degree is granted solely out of recognition for outstanding services. These 33° Masons are Inspectors General Honorary and honorary members of the Supreme Council. The active members of the Supreme Council are chosen from among them. The cap for an Inspector General Honorary is white with a white band edged in gold, featuring the symbol for this honorary Degree, a red slanting Patriarchal Cross.

Grand Cross of the Court of Honour



This is the highest individual honor that The Supreme Council bestows. It is voted very rarely to Thirty-third Degree Masons only for the most exceptional and extraordinary services. The Grand Cross cap is white with a blue band. On the front is a replica of the Grand Cross jewel, which is composed of a Teutonic Cross, with an embroidered crimson rose with green leaves at its center.

viernes, 27 de julio de 2007

REGALIA OF THE SCOTTISH RITE




LA PARAFERNALIA O "REGALIA" DEL RITO es variada y multicolor.


He aquí algunos ejemplos de ellos:


Los birretes de los PP. del RR. S. según su jerarquía, desde el 32º hasta el C. C.. de la C. de H., incluyendo al Inspector General.

viernes, 13 de julio de 2007

LA TRADICIÓN ESCOCESA


Las cosas no son como parecen. Si bien el nombre escocés hace a todos suponer que la masonería "escocesa" se origina en Escocia, la realidad histórica acusa otro hecho. No nos referimos aquí al gentilicio "escocés", sino a la nominación del sistema, rito o método de trabajo masónico escocés. La semilla de la denominada "masonería escocesa" germinó en Francia.

Esto que a muchos puede sorprender es, sin embargo, una realidad histórica. En efecto, para 1735 había ya dos corrientes masónicas en la propia Inglaterra y en Francia, sobre todo; por un lado la masonería andersoniana, fuertemente ligada a Jorge I, de la Casa de Orange y protestante, por el otro la jacobita (católica), pretendiendo restaurar en el trono a los Estuardo. La diferencia, en materia ritual, se centraba en la inclusión de la caballería cristiana dentro de las formas del trabajo masónico. El simbolismo templario en la masonería, desatado por el Discurso de M. Andrew de Ramsay -quien fue preceptor del príncipe Eduardo- llegó para quedarse no en los grados azules o simbólicos, sino en las cámaras capitulares en manos de elegidos aristócratas partidarios de los Estuardo, es decir, jacobitas.

Con estas diferencias en el simbolismo de los métodos del trabajo (la construcción y la caballería), comienza a formarse una nueva jerarquía masónica que actúa por encima, o al lado, de los tradicionales grados masónicos, los originales y auténticos, inspirados en el Arte de la Construcción. Mientras que en ésta el ingreso queda abierto a comerciantes y burgueses, en la masonería escocesa - caballeresca y templaria- los ingresantes (ya Maestros) se seleccionan con un elitismo descontextualizado del espíritu masónico original; de ahí la palabra "elegidos", que tanto predomina en los nombres de muchos de los grados del escocismo. Al paso del tiempo, los masones franceses empezaron a preferir estas formas "extravagantes" de la ritualidad, pues los esquemas ingleses eran algo fríos y monótonos. En cambio, la introducción del templarismo les permitió el acceso a nuevos rituales, parafernalia, joyas y títulos cuya rimbombancia hizo mucha mella en el espíritu y ánimo de los masones franceses, que se vieron prácticamente seducidos por las exquisitas "nuevas formas" de la masonería y no por la frialdad memorística de los ingleses.

Así las cosas, los aristócratas estuardistas jacobinos estuvieron muy cerca de controlar la masonería francesa, donde proliferaron los "altos" grados en forma por demás acusiosa, al punto de llegar a contarse, según cuenta Frau Abrines, en más de mil quinientos. Asi pues, el origen territorial y conceptual de los grados, que luego constituyeron el Rito de Perfección y de él el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (creado en Estados Unidos, en Charleston), es indiscutiblemente francés y no escocés (de Escocia). Pero todo vino del ambiente mágico e inspirador del discurso de M. A. de Ramsay.

Por supuesto, las Constituciones andersonianas, protestantes y deistas, fueron modificadas. En 1735 se redactaron los Antiguos deberes y ordenanzas de los masones, de contenido radicalmente distante de las de 1723. Mientras las Constituciones de James Anderson, curiosamente nacido en Escocia, dicen: "La religión que todos los hombres aceptan", las Constituciones escocesas afirman: "La religi{on cristiana en la que todo hombre conviene". Más que una vocación dogmática -hay que admitirlo- se trata de recuperar el sentido y el espíritu templario.

Pero en nuestros países latinoamericanos, la masonría llegó inspirada también de Francia, pero por el lado del Gran Oriente de Francia, y por lo tanto el asunto cuajó de modo diferente ...

lunes, 9 de julio de 2007

EL DISCURSO DE M. A. RAMSAY

(1736 - 1737)

Andrew Michael Ramsay nació en 1686 en Ayr, Escocia, y murió en Saint-Germain-en-Laye, Francia, en 1743. Fué preceptor de grandes familias: Wemyss, Sassenage, Estuardo (Roma, 1724), Château-Thierry, Bouillon. Hecho Caballero de S. Láza-ro por el duque de Orleáns, regente de Francia y Gran Maestre de esa Orden, en 1723.

Escritor, es autor entre otras obras de The Philosophical principles of natural and revealed religion unfolded in geometrical order, 1748. Gran Orador de la Orden en Francia, su Discurso, del que ofrecemos las dos versiones, es un testimonio muy conocido –famoso– sobre el pensamiento esotérico presente en los "altos grados" del "Escocismo", discurso al que se ha llegado a atribuir el origen de éstos, y no sólo el ser expresión de una corriente ya existente. El primero fue pronunciado en la logia parisina Saint Thomas nº 1, la primera logia fundada en Francia, en 1725, por nobles ingleses, dos de los cuales serían, después del duque de Wharton, los primeros Grandes Maestres de la Masonería en dicho país. El segundo ante una asamblea general de la Orden francesa. De acuerdo al Diccionario de D. Ligou, "es sobre todo el Discurso de Ramsay el que hace de él una de las columnas de la Masonería francesa." Ambas versiones han sido publicadas por P. Négrier en su libro Textes fondateurs de la Tradition maçonnique (ver aquí pág. 397). [Hay que señalar con respecto al término "dogmas" que aparece en el escrito, que en el lenguaje del s. XVIII esta palabra debe interpretarse como "creencias" o experiencias de orden intelectual–espiritual]. "1736Discurso del Señor caballero de Ramsaypronunciado en la logia de San Juan el 26 de Dic.Señores, El noble entusiasmo que ustedes demuestran para ingresar en la antigua y muy ilustre Orden de los francmasones es una prueba evidente de que ya poseen todas las cualidades necesarias para convertirse en sus miembros. Estas cualidades son la filantropía, el secreto inviolable y el gusto por las bellas artes. Licurgo, Solón, Numa y todos los demás legisladores políticos no lograron que sus instituciones llegaran a ser duraderas: por muy sabias que hayan sido sus leyes, no han podido extenderse a todos los países y perdurar a través de los siglos. Puesto que se fundamentaban en las victorias y las conquistas, en la violencia militar y en el dominio de un pueblo sobre otro, no han podido llegar a ser universales ni adaptarse al gusto, al genio y a los intereses de todas las naciones. No se basaban en la filantropía: el falso amor por una parcela de hombres, quienes habitan una pequeña región del universo que se llama patria, destruía en todas estas repúblicas guerreras el amor por la humanidad en general. Los hombres, fundamentalmente, no se diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que visten o los rincones de este hormiguero que habitan. El mundo entero no es más que una gran república, en la cual cada nación es una familia y cada individuo un niño. Señores, nuestra sociedad se estableció para hacer revivir y propagar las antiguas máximas tomadas de la naturaleza del ser humano. Queremos reunir a todos los hombres de gusto sublime y de humor agradable mediante el amor por las bellas artes, donde la ambición se vuelve una virtud y el sentimiento de benevolencia por la cofradía es el mismo que se tiene por todo el género humano, donde todas las naciones pueden obtener conocimientos sólidos y donde los súbditos de todos los reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia, y amarse mutuamente. Sin renunciar a sus principios, desterramos de nuestras leyes todas las disputas que pueden alterar la tranquilidad del espíritu, la delicadeza de las costumbres, los sentimientos afectuosos, la alegría legítima, y aquella armonía absoluta que sólo se encuentra en la eliminación de todos los excesos indebidos y de todas las pasiones discordantes. Asimismo tenemos nuestros misterios: son signos que representan nuestra ciencia, jeroglíficos muy antiguos y palabras que se tomaron de nuestro arte; todos ellos componen un lenguaje algunas veces mudo y otras muy elocuente para comunicarse a grandes distancias, y para reconocer a nuestros hermanos sin importar su lengua o país. En un primer momento, a los que ingresan nada más se les da a conocer el sentido literal. Es sólo a los adeptos que se les revela el sentido sublime y simbólico de nuestros misterios.

Es así como los orientales, los egipcios, los griegos y los sabios de todas las naciones ocultaban sus dogmas por medio de figuras, símbolos y jeroglíficos. A menudo, el sentido literal de nuestras leyes, de nuestros ritos y de nuestros secretos sólo ofrece a la razón un sinnúmero de palabras ininteligibles; sin embargo, los iniciados encuentran en ellos un manjar exquisito que alimenta, que eleva, y que le recuerda al espíritu las verdades más sublimes. Ha sucedido con nosotros lo que casi nunca ha sucedido con otra sociedad. Nuestras logias se han instaurado hace mucho tiempo y se difunden hoy por todas las naciones civilizadas del mundo; sin embargo, entre tan numerosa multitud de hombres ningún hermano jamás ha traicionado nuestro secreto. Desde el momento en que comienzan a formar parte de nuestra cofradía, las personas más frívolas, las más indiscretas y las menos instruidas aprenden a guardar para sí mismas esta gran ciencia: entonces, parecen transformarse y convertirse en hombres nuevos, impenetrables y penetrantes al mismo tiempo.

Si alguien rompiera los juramentos que nos unen, no tenemos ninguna ley penal excepto el remordimiento de conciencia y la exclusión de nuestra sociedad, según las siguientes palabras de Horacio: Est et fideli tuta silentio Merces: vetabo, qui Cereris sacrum Vulgarit arcanae, sub isdem Sit trabibus, fragilemve mecum Solvat phaselum.Horacio, antiguamente, fue orador de una gran logia establecida en Roma por Augusto, mientras Mecenas y Agripa eran sus vigilantes. Las mejores odas de este poeta son himnos que compuso para que se cantaran en nuestras orgías. Sí, señores, las famosas fiestas de Ceres en Eleusis, de las cuales habla Horacio, así como las de Minerva en Atenas y las de Isis en Egipto no eran otra cosa que logias de nuestros iniciados, donde se celebraban nuestros misterios con las comidas y las libaciones pero sin los excesos, los desenfrenos y sin la intemperancia en que cayeron los paganos, después de haber abandonado la sabiduría de nuestros principios y la pureza de nuestras máximas. El gusto por las artes liberales es la tercera cualidad que se requiere para entrar en nuestra Orden, la perfección de este gusto es la esencia, el fin y el objeto de nuestra unión. De todas las ciencias matemáticas, la de la Arquitectura, ya sea civil, naval o militar es, sin duda, la más útil y la más antigua. Es a través de ella que nos defendemos contra las injurias del aire, contra la inestabilidad de las olas y sobre todo contra el furor de otros hombres. Es por medio de nuestro arte que los mortales han encontrado el secreto de construir casas y urbes con el propósito de reunir las grandes sociedades; el secreto de recorrer los océanos para llevar de uno a otro hemisferio las riquezas de la tierra y de los mares y en fin el secreto de construir murallas y máquinas contra un enemigo más terrible que los elementos y los animales, quiero decir contra el hombre mismo que no es más que una bestia feroz, a menos que su naturaleza sea templada con la dulzura, la paz y la filantropía de las máximas que reinan en nuestra sociedad.

Tales son, señores, las cualidades que se requieren en nuestra Orden de la cual revelaremos ahora, en pocas palabras, el origen y la historia. Nuestra ciencia es tan antigua como el género humano, pero no se debe confundir la historia general del arte con la historia particular de nuestra sociedad. Han existido en todos los países y en todos los siglos arquitectos, pero todos estos arquitectos no eran francmasones iniciados en nuestros misterios. Cada familia, cada república y cada imperio cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos tiene su fábula y su verdad, su leyenda y su historia, su ficción y su realidad. La diferencia que hay entre nuestras tradiciones y aquellas de todas las demás sociedades humanas es que las nuestras están fundadas en los anales del pueblo más antiguo del universo, el único que hoy conserva el mismo nombre que tenía antiguamente, que no se confunde con las otras naciones aunque esté disperso por todas partes y en fin, el único que ha conservado sus libros antiguos, al contrario de casi todos los demás pueblos en los que éstos se han perdido. Por lo tanto, he aquí lo que he podido recopilar sobre nuestro origen en los antiquísimos archivos de nuestra Orden, en las actas del Parlamento de Inglaterra que hablan frecuentemente de nuestros privilegios, y en la jurisdicción actual de un país que ha sido el centro de nuestra ciencia arcana desde el siglo décimo. Señores, dígnense prestar más atención; hermanos vigilantes protejan la logia, aparten de este lugar la vulgaridad profana. Procul oh procul este profani, odi profanum vulgus et arceo, favete linguis. El gusto supremo por el orden, la simetría y la proyección sólo pueden ser inspirados por el Gran Geómetra, arquitecto del Universo, cuyas ideas eternas son los modelos de la belleza verdadera. Además, vemos en los anales sagrados del legislador de los judíos que Dios mismo fue el que enseñó al restaurador del género humano las proporciones de la construcción flotante que tenía como función preservar durante el diluvio los animales de todas las especies para que repoblaran nuestro globo, cuando saliera del seno de las aguas.

Por consiguiente, Noé debe ser considerado como el autor y el inventor de la arquitectura naval así como el primer gran maestro de nuestra Orden. La ciencia arcana fue trasmitida por medio de una tradición oral desde Noé hasta Abraham y los patriarcas, el último de los cuales llevó nuestro arte sublime a Egipto. Fue José quien dió a los egipcios la primera idea para la construcción de los laberintos, de las pirámides y de los obeliscos que se han admirado en todas las épocas. Es por esta tradición patriarcal que nuestras leyes y nuestras máximas se difundieron en Asia, Egipto, Grecia y entre todos los Gentiles; sin embargo, rápidamente nuestros misterios fueron alterados, degradados, deformados y mezclados con supersticiones y la ciencia secreta sólo se conservó pura entre el pueblo de Dios. Moisés, inspirado por el Altísimo, hizo construir en el desierto un templo móvil de acuerdo con el modelo que se le había revelado en una visión celeste en la cumbre de la montaña sagrada, prueba evidente de que las leyes de nuestro arte se observan en el mundo invisible donde todo es armonía, orden y proporción. Este tabernáculo ambulante, copia del palacio invisible del Altísimo, que es el mundo superior, se convirtió después en modelo del famoso templo de Salomón el más sabio de los reyes y de los mortales. Este edificio soberbio sostenido por mil quinientas columnas de mármol de Paros, con más de dos mil ventanas, con capacidad para cuatrocientas mil personas, fue construido en siete años por más de tres mil príncipes o maestros masones que tenían por jefe a Hiram–Abif gran maestro de la logia de Tiro, a quién Salomón confió todos nuestros misterios. Fue el primer mártir de nuestra Orden… su fidelidad se debe conservar… su ilustre sacrificio. Después de su muerte, el rey Salomón escribió en jeroglíficos nuestro estatuto, nuestras máximas y nuestros misterios, y este libro antiguo es el código original de nuestra Orden. Después de la destrucción del primer templo y el cautiverio de la nación escogida, el ungido del Señor, el gran Ciro que se había iniciado en todos nuestros misterios designó a Zorobabel como gran maestro de la logia de Jerusalén, y le ordenó poner los cimientos del segundo templo donde fue depositado el misterioso Libro de Salomón. Durante doce siglos este Libro se conservó en el templo de los israelitas, pero después de la destrucción del segundo templo y la dispersión de este pueblo durante el imperio de Tito, el antiguo libro se extravió hasta el tiempo de las cruzadas, cuando se encontró parte de él después de la toma de Jerusalén. Se descifró este código sagrado y sin penetrar en el espíritu sublime de todos los jeroglíficos que se encontraron, se resucitó nuestra antigua Orden de la cual Noé, Abraham, los patriarcas, Moisés, Salomón y Ciro habían sido los primeros grandes maestros.

He ahí, señores, nuestras antiguas tradiciones. He aquí ahora nuestra verdadera historia. Desde los tiempos de las guerras santas en Palestina, varios príncipes, señores y artistas se unieron, hicieron voto de restablecer los templos de los cristianos en Tierra santa, se comprometieron por medio de un juramento a emplear su ciencia y sus bienes para devolver la arquitectura a su primitiva constitución, rescataron todos los antiguos signos y las palabras misteriosas de Salomón, para distinguirse de los infieles y reconocerse mutuamente... (y decidieron) unirse íntimamente con.... Desde entonces y después, nuestras logias llevaron el nombre de logias de San Juan en todos los países. Esta unión se hizo a imitación de los israelitas cuando construyeron el segundo templo. Mientras unos usaban la paleta y el compás, los otros los defendían con la espada y el escudo. Después de los grandes reveses de las guerras sagradas, la decadencia de las armadas cristianas, y el triunfo de Bendocdor Sultán de Egipto durante la octava y última cruzada, el hijo de Enrique III de Inglaterra, el gran príncipe Eduardo, viendo que ya no había seguridad para sus hermanos masones en Tierra santa quiso que todos lo acompañaran cuando las tropas cristianas se retiraron y esta colonia de adeptos se estableció así en Inglaterra. Puesto que este príncipe estaba dotado de todas las cualidades del espíritu y del corazón que forman a los héroes, amó las bellas artes y sobre todo nuestra gran ciencia. Estando en el trono, se declaró gran maestro de la Orden, le otorgó varios privilegios y franquicias, y desde entonces los miembros de nuestra cofradía tomaron el nombre de francmasones.

Desde esta época Gran Bretaña se convirtió en la sede de la ciencia arcana, en la conservadora de nuestros dogmas y en la depositaria de todos nuestros secretos. Desde las islas británicas la antigua ciencia comienza a pasar a Francia. La nación más espiritual de Europa se convertirá en el centro de la Orden y derramará en nuestros estatutos las gracias, la delicadeza y el buen gusto, cualidades esenciales en una Orden cuya base es la sabiduría, la fuerza y la belleza del genio. Es en nuestras logias que en lo sucesivo los franceses verán, sin viajar, como en una pintura sintetizada, las características de todas las naciones y es aquí donde los extranjeros aprenderán por experiencia que Francia es la verdadera patria de todos los pueblos.

NUESTRA REVISTA


HEREDOM representa la esencia céltica en los orígenes del escocismo. HEREDOM contiene el núcleo del espíritu iniciático que anima los contenidos originales de los grados que llegaron a conformar la estructura del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
La Masonería básica, fundamental y primitiva, se define en tres grados: los tradicionales de Aprendiz Ingresado, Compañero de la Hermandad y Maestro Masón. Los sistemas posteriores que agruparon los grados adicionales o laterales se conformaron algunos años despúes de fundada la Masonería moderna en Londres, 1723.
Las explicaciones que apoyan el creacionismo de grados son variadas y complejas. La más aceptada oficialmente es la que sostiene que un masón, nativo de Ayr, Escocia, pronunció un discurso -calificado como "célebre"- en París, hacia 1738, y en él sostenía que la Masonería no radicaba sus orígenes en el Arte de la Construcción, sino en las tradiciones de la caballería cristiana, los cruzados. Este masón, fuertemente ligado a la corrente estuardista -contraria a la Casa de Orange- fue Michel Andrew de Ramsay.
Este mensaje abrió la puerta a la imaginación, la inspiración y la inventiva de los masones franceses que no terminaban de conformarse con la sencilla ritualidad de la Masonería inglesa, fiel heredera de los tradición gremial, aunque hartamente modificada, al decir de "los Antiguos" irlandeses liderados por Lawrence Dermott.
El caso es que la máquina manufacturera de grados no dejó de parar. Finalmente, en Francia, se fundó el denominado RITO DE PERFECCIÓN en 25 grados; luego, Esteban Morin fue comisionado por el órgano administrador de este Rito -el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente, radicado en París- para traer el sistema a América, y luego de varios años acabó por asociarse con masones judíos de Charleston, Carolina de Sur, EE. UU., quienes le agregaron al sistema de 25 grados 8 más, creando lo que se conoce como Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Este Rito, en verdad, es de origen francés y creado en Estados Unidos, por lo que bien debería calificársele como "Rito franco americano" y se estableció en 1801.El primer SUPREMO CONSEJO de este Rito, en el mundo entero, se creó en Charleston, Carolina del Sur, EE. UU., en 1802. Es, el R. E. A. y A, un método de trabajo realmente moderno, aunque las tradiciones -solo las tradiciones- que contienen sus grados son antiguas.
La tradición de HEREDOM está presente en el hálito iniciático fundacional de este sistema de altos grados; grados invitacionales y trabajados en Cuerpos Apéndice de la Masonería Gremial, antigua y primitiva,tambien conocida como Masonería Simbólica.
HEREDOM tiene ya en su haber 4 números editados fisicamente, pero ahora es una Revista Libre que no representa a nadie sino solo a los masones libres que practican el Rito Escocés.
Iniciamos hoy esta aventura electrónica que esperamos sea exitosa y en la que nuestros hermanos podrán opinar, contribuir y publicar sus trabajos y colaboraciones para difundir los buenos oficios del Rito Escocés de la Francmasonería.