miércoles, 20 de julio de 2011

¡REGRESAMOS!

Hace apenas dos años, la intolerancia de algún miembro activo del Supremo Consejo de México del R. E. A. y A. de las calles de Lucerna, en México, DF, quiso expulsarme aduciendo mi atrevimiento por expresar señalamientos críticos a prácticas que considero poco atinadas, como la de otorgar grados "por golpe de cetro" solo para recibir ingresos a la tesorería, o con el aparente pretexto de fomentar los trabajos del rito es determinados lugares. Recibí, en aquél entonces, la notificación de ese impulso del intolerante inspector general del 33°, miembro activo de ese alto cuerpo, por comentario fraternal de un supernumerario, entonces comisionado del SC en los valles y campamentos de mi ciudad.
El enfurecido inspector del SC -un oscuro burócrata de la institución- cuestionaba al Delegado Provincial de mi estado por no tener "control" de lo que pasa en su Provincia y permitir que un sujeto como yo, argumentara lo que su jucio constituye una clara muestra de lo poco talentoso de hacer las cosas en el seno de nuestras organizaciones masónicas mexicanas.
Lamentablemente, hay que decirlo cuantas veces sea necesario, nuestra Masonería, en México, adolece de profunda inmadurez en sus líderes y dirigentes, pues éstos, una vez que toman posesión de sus cargos, se sienten iluminados y predestinados a poseer la razón y la verdad, cuando es evidente que ni siquiera leen los Estatutos y Reglamentos del Supremo Consejo, y tampoco los de otros Cuerpos de la Masonería, ya sea Grandes Logias o Grandes Capítulos del Rito York.
En todos los casos, lo que vemos son pseudolíderes que no entienden cuál es su misión en la Orden. No acaban de asumir estos pseudodirigentes que todos nosotros, en todas las Logias azules y en todos los Cuerpos colaterales o apéndices (como lo son los cuerpos de los Ritos), los masones somos voluntarios que, de buena fe y con los más sanos propósitos, venimos a la Masonería a trabajar por su unidad, por su progreso y fortaleza en la fraternidad y en la solidaridad que nos debemos como masones.
Entre nosotros -les guste o no a muchos- no hay jerarquías porque nadie es jefe de nadie, y tampoco nadie es subordinado de otro. Lo que tenemos es un orden de preeminencia que define quiénes asumen el mando cuando no esta el titular. La Masonería, para su sospresa, no es jerárquica.
Para nuestra poca fortuna, la noción de "jerarquía" ha hecho mucho daño a nuestros enfermizos "líderes", pues les ha insuflado sus pequeñas cabezas, haciéndoles creer cosas que no son y, sobretodo, asumiendo actitudes de "jerarcas" intolerantes y autoritarios que, lejos de beneficiar la Masonería, la sumen en crisis de inmovilismo y deserción.
Es verdad lo que me dice un hermano de Michoacán (Javier). Muchas cosas tenemos que aceptarlas aunque nos duelan, pero no tenemos los dirigentes -estatales y nacionales- los líderes y dirigentes que la Masonería mexicana requiere. Son, en todo caso, dirigentes que confunden la forma con el fondo y que no conducen a sus organizaciones (Grandes Logias u otros altos cuerpos adjuntos, como los Ritos) hacia metas y objetivos y con estrategias y programas de trabajo claros y precisos. Por eso pasan el tiempo con demagogias y discursos baratos contra el clero y "las derechas", la "reacción" y cosas así, porque no tienen argamaza que trabajar, ni edificios que construir.
¡Es una lástima! Lástima dolorosa y cruel.
Ojalá que la soberbia y la intolerancia desaparezcan de entre nuestros "altos" cuerpos. Ojalá que los dirigentes próximos de la Institución, en todas sus expresiones, asuman a cabalidad su papel de DIRECTORES de la Orden y no de simples Dignatarios a los que hay que lisonjear con títulos y honores pomposos para satisfacer su vanidad y sus cabezas huecas.
Regresamos en HEREDOM.
Seguiremos apuntando una crítica constructiva en bien de nuestra Institución.

Por Cuauhtémoc D. Molina García, 33°

jueves, 25 de febrero de 2010

NOS DESPEDIMOS!

Ha sido un honor servir a la Masonería -especialmente a la escocesa- desde esta páginas. La maravilla de la tecnología nos ha permitido compartir ideas, sentimienos, aspiraciones, anhelos, críticas y opiniones sobre el quehacer del escocismo en México y con todos los hermanos del mundo.

Nuestra aspiración fue siempre propiciar el análisis, la crítica y los puntos de vista sobre los grandes temas del rito predominante en México, el escocés. Ésta no fue siempre bien entendida.

Pero ha llegado la hora de saludar a todos los hermanos y decirles hasta pronto. Las organizaciones siguen su curso. La Masonería es más que un Rito. Hay más, mucho más.

Saludos a todos los hermanos de México y del mundo.
Después de todo... Ordo ab Chao.

viernes, 22 de enero de 2010

MASONERÍA EN LA HISTORIA DE MÉXICO

La masonería llega al México colonial en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de emigrantes franceses asentados en la capital, quienes serán acusados y condenados por la Inquisición local. De igual modo, aún sin sustento documental, es muy probable que existiesen logias itinerantes en el seno del ejército realista español destacado en la Nueva España. A su vez, es muy posible que en el movimiento criollo primero autonomista y posteriormente independentista, existieran masones, vinculados a la Orden a través de las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII. Sin embargo, historiadores masones y no masones de la talla de León Zeldis Mendel y José Antonio Ferrer Benimeli, han apuntado reiteradamente que la masonería latinoamericana ha construido su propia mitología, alejándose de la cientificidad que tal empresa requiere.

La confusión entre Sociedades patrióticas latinoamericanas y logias masónicas es tentadora, ya que a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la estructura operativa de ambas es muy parecida, tal como lo apunta la historiadora Virginia Guedea.
José María Mateos, prominente político liberal, es quien afirma en el año de 1884, la pertenencia a la masonería de ilustres autonomistas e independentistas como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón e Ignacio Allende [cita requerida].

Según Mateos, quienes pronto echarían a andar el movimiento que desembocaría en la independencia de México, fueron iniciados en la calle de Las Ratas Nº4 (hoy Bolívar Nº73), en la logia que allí funcionaba, "Arquitectura moral". Lo cierto es que nunca se ha podido probar documentalmente siquiera la existencia de dicha logia. De igual modo, no está probado que importantes líderes independentistas como el mencionado Miguel Hidalgo y José María Morelos fuesen masones. Por el contrario, sin ser definitivas, las débiles pruebas documentales existentes apuntan a que posiblemente el primer gobernante del México independiente, el emperador Agustín de Iturbide, así como el fraile dominico fray Servando Teresa de Mier sí fuesen masones. En los juicios que la Inquisición emprendió contra los autonomistas e independentistas, el cargo de pertenencia a la masonería era común, ya que garantizaba la imposibilidad de probar la inocencia del acusado, dado el carácter clandestino de la Orden. Así, los archivos de la Inquisición no hacen si no aumentar la incertidumbre sobre el tema.

A partir de la independencia en el año de 1821, buena parte de los gobernantes de México, hasta 1982, presumiblemente pertenecieron a la masonería. Apenas se produjo la independencia política, las pocas logias existentes salieron a la luz, multiplicándose rápidamente. Con la llegada oficial del agente y ministro plenipotenciario estadounidense Joel R. Poinsett, la naciente masonería mexicana se divide en dos corrientes políticas nunca definidas del todo. Poinsett promueve la creación de logias del Rito York, proclives a los intereses estadounidenses. Frente a la materialización de la doctrina intervencionista del Destino manifiesto estadounidense, se oponen los masones más conservadores, reunidos en la incipiente Logia Escocesa del entonces joven Rito Escocés Antiguo y Aceptado, encabezada por el médico barcelonés del último virrey, Manuel Codorniu Ferreras, a través de su periódico "El Sol".

Así, alrededor de las logias yorkinas se reunirán los masones cercanos al liberalismo estadounidense, al tiempo que quienes posteriormente serán nombrados "conservadores", permanecerán cercanos a las logias escocesas herederas del liberalismo español. Al poco tiempo, los masones que no veían con total simpatía ninguna de las alternativas existentes, optaron por una tercera vía consistente en la fundación, en el año de 1825, de un rito de corte nacionalista que fue el Rito Nacional Mexicano, cuyos integrantes pretendían la creación de un modelo político y de gobierno propio de México.

Cabe advertir que esta definición político-ritualística ha sido muy poco estudiada. Las últimas investigaciones apuntan a una etiqueta político masónica ambigua, dado que la existencia formal de partidos políticos, así como la propia consolidación de las instituciones masónicas, no se materializarían en México si no hasta avanzado el siglo XIX.

Al llegar al país el emperador Maximiliano I de México en 1864, una comisión del Grado 33°, y miembros del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado se entrevistaron con él, a fin de ofrecerle el título de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo y Gran Maestro de la Orden. El monarca acogió benévolamente la comisión pero declinó los cargos, no obstante consintió en que se le proclamara Gran Patrono o Protector de la Orden, títulos que de ninguna manera implicaban pertenencia a la masonería. En cambio, nombró a dos caballeros de su corte, poseedores de toda su confianza, para que le representaran en los Altos Cuerpos. Estos caballeros fueron iniciados y elevados al Grado 33° con extrema rapidez por el Supremo Consejo.
Durante la ocupación militar francesa que sostuvo a Maximiliano I en el trono, arribaron a México diversas logias militares francesas dependientes del Gran Oriente de Francia, mismas que se disolvieron al tornar las tropas a su patria. Es muy probable que estas logias itinerantes trabajasen en el Rito Francés, pero dada su condición de tropas invasoras finalmente derrotadas, no dejaron huella ritualística alguna. En el museo masónico del Gran Oriente de Francia se conserva el estandarte de una de estas logias. El Emperador Maximiliano, junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía fueron juzgados por el delito de Traición a la Patria y condenados a morir fusilados, sentencia que se cumplió el 19 de junio de 1867 sin que mediara orden en contra del presidente Benito Juárez, a pesar de las múltiples peticiones de clemencia emitidas por diversas personalidades políticas, intelectuales y artísticas, tanto de Europa como de América.

La pertenencia a la masonería de Maximiliano I nunca ha sido probada, aunque a partir de la hipótesis de su pertenencia a la Orden se desarrolla la curiosa leyenda de Justo Armas. Por el contrario, a pesar del talente profundamente liberal de los gobiernos de Maximiliano, tanto como virrey en el reino Lombardo-Véneto, o como emperador en México, los miembros de la familia Habsburgo en la línea sucesoria de la corona austriaca no podían ser masones de ninguna manera. Esto era así ya que la utilización del distintivo de "emperador" de la corona austriaca requería la expresa aprobación del Papa romano.

Maximiliano sólo renunció a la línea sucesoria austriaca en el momento de aceptar la corona de México. Este hecho de capital importancia política, no niega que los emperadores austriacos de reconocida tradición liberal, no fuesen protectores discretos de la masonería, sin ser ellos mismos masones. Otro dato importante contradice su pertenencia a la Orden; cuando estuvo preso en la ciudad de Querétaro pendiente del juicio sumario, fue visitado por el general republicano de origen alemán, Carlos von Gagern, quien en repetidas ocasiones se identificó como masón según los usos y costumbres de la Orden. Von Gagern afirma que a pesar de ello, en ningún momento Maximiliano le dio indicios de pertenecer a la masonería.
Tomado de WILKIPEDIA.

lunes, 11 de enero de 2010

LA OSCURA INTOLERANCIA EN LA ORDEN

El discurso oficial de la masonería del Rito escocés en México ha sido siempre la defensa de las libertades y el estado laico. Ha sido tradicional de ella la vocación abiertamente anticlerical. El cuerpo doctrinal de la masonería proclama, además, las libertades, la tolerancia, el libre albedrío y la comunicación o expresión igualmente libre de las ideas, cualesquiera que sea la índole de éstas, ya políticas, ya religiosas o políticas y filosóficas.
Sin embargo, algunas organizaciones masónicas mexicanas parecen estar tocadas de una intolerancia pertinaz, al punto de que sus miembros no pueden cuestionar, criticar, evaluar o postular ideas agudas respecto de esos cuerpos y sus "jerarquías", porque de inmediato aducen traición o insubordinación. Por supuesto, se trata de algunos oscuros burócratas enclaustrados en las oficinas de "ciertas organizaciones masónicas".

Llama la atención la actitud de un oscuro burócrata de un supremo consejo mexicano que, alarmado por las ideas aqui vertidas, ha exigido que el autor de las mismas sea de inmediato suspendido y enjuiciado porque considera que el altísimo cuerpo del que forma parte ha sido lastimado en su dignidad por tal autor.

¿Es una falta grave escribir y denunciar que tal alto cuerpo no debería otorgar grados a diestra y siniestra en una especie de auténtica feria de los grados y solo a cambio del "pago de derechos"?, ¿se peca a la verdad cuando, hasta sus propios funcionarios en el estado dicen que al supremo consejo en cuestión solo le interesa el dinero?, ¿es gravísimo pedir que los grados sean conferidos uno por uno, previo estudio y examen de capacidad de los mismos?

Pues si estas son faltas graves, entonces en el seno de ese alto cuerpo priva la intolerancia y la política del garrotazo a quien expresa opiniones libres y críticas. Y tenemos entonces, en el mismísimo seno de la masonería, la política del garrote para el control de los "hermanos".

¿Cómo, entonces, discursar hacia fuera, hacia la sociedad y los medios de comunicación, lo que se niega hacia dentro?, ¿es ético el doble discurso, la incoherencia y la inconsistencia entre el decir y el hacer?

De ser cierto tal doble discurso, yo habría pensado que el despotismo y la intolerancia solo eran propios del enemigo tradicional de la masonería mexicana: el clero... Pero al parecer... no es así...

Pensamos aqui, y lo decimos al viento, que la masonería del rito escocés mexicano necesita, y con urgencia, una renovación no solo de dirigentes, sino de espíritu, actitud y vocación. El Rito escocés, como lo dicta el Supremo Consejo Madre, Jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América, es una universidad para el estudio de la naturaleza humana, para la perfección del hombre; y para que sea una institución seria y respetable, debería gobernarse con base en principios de seriedad académica y masónica.

Los caprichos, la soberbia, la intolerancia y el famoso "efecto jerarquía" -que tanto afecta la estabilidad emocional de muchos masones- deben desaparecer de la mente de nuestros "líderes" para que la grandeza de la humildad, la grandeza de la inteligencia, la grandeza de la moral y de la espiritualidad predominen en todos sus actos y sean, tales grandezas, ejemplo y enseñanza para todos los miembros de la Institución.

Sabemos que la Regularidad -sagrada para un masón bien nacido- no es un acta, o un diploma que se entregue a un cuerpo masónico de una vez por todas; la Regularidad es el apego a principios, normas y a la ritualidad de los grados; la Regularidad, así como se gana, se puede perder en cada sesión o tenida masónica si los dirigentes de las Logias y Cuerpos se alejan de los principios y de las reglas.

La Regularidad no es para siempre, ni es tampoco un galardón colgado de la pared para su ostentación altiva. La Regularidad debería ser eterna si se sabe conservar con la práctica de las reglas masónicas que la definen. Pero hay prácticas irregulares que desdoran todo organismo masónico, así se sienta reconocido mundialmente. Se puede ser reconocido, y a la vez irregular internamente.

Hoy en día, existen en México al menos dos organismos escoceses serios que reclaman tal regularidad; puede que no sea lo mismo regularidad que "reconocimiento", lo cual sabemos y nos queda claro. Pero lo que los masones buscan es la práctica ritual y filosófica dentro de los cánones tradicionales, y no dentro de "usos y costumbres" inventados y totalmente alejados de la tradición. Los masones quieren estudio, conocimiento, fraternidad y reclaman los principios y valores de la masonería: libertad, tolerancia, albedrío... estudio y perfeccionamiento personal.

Ojalá y los miembros de ese alto cuerpo mexicano recapaciten y lo conduzcan en el respeto a la libertad de juicio, opinión y crítica. Ninguna sociedad democrática y libre puede progresar si cancela las libertades elementales de sus ciudadanos. Y menos la masonería... sería el colmo... pero, parece que lo es...

Nosotros nos preguntamos aqui en HEREDOM si un Supremo Consejo, o una Gran Logia, puede cancelar esas libertades solo merced al despotismo ilustrado de algunos de sus oscuros burócratas enclaustrados en sus oficinas administrativas.

¿Será que el espíritu de Federico de Prusia -el último de los déspotas ilustrados- ronda las calles de la Colonia Juárez del Distrito Federal?

domingo, 3 de enero de 2010

EL AÑO NUEVO... FELIZ AÑO NUEVO 2010

Por Q:.H:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy

El Año Nuevo comenzó a festejarse el 1 de enero hace relativamente poco tiempo; fue el papa Gregorio XIII quien lo dispuso el 4 de Octubre 1582 para todos los países católicos, al inaugurar el calendario en vigencia, que sustituyó al juliano. Luego, poco a poco, las restantes naciones lo incorporaron como los rusos por ejemplo que fueron los últimos en 1917; y así también se aceptó en todo el mundo que el año comenzara el 1 de enero y no el 21 de marzo o el 1 de abril, como solía serlo en los viejos tiempos. Según el calendario gregoriano, el próximo 1 de enero comenzará el año 2010; pero como se estructuró sobre un error de cálculo cometido por el monje Dionisio el Exiguo (llamado también Dionisio el Enano) al fijar entre cuatro y cinco años antes el comienzo de la era cristiana, la fecha sería otra.

Resultó que Dionisio no soportaba la idea de contar los años desde la asunción al trono del emperador Diocleciano, dado que éste había perseguido con furia a los cristianos, y aprovechó el nuevo calendario para hacerlo a partir del nacimiento de Jesús.

Tras establecer que el Jesucristo había nacido el 25 de diciembre del año 753 "ab urbe condita" es decir, desde la fundación de Roma; decidió que el año uno de nuestra era coincidiera con el 754 AUC, sin percatarse que para entonces la muerte de Herodes llevaba cuatro años de ocurrida. Ahí fue que surgió la pregunta: ¿cómo pudo Herodes mandar a degollar al Mesías en la matanza de inocentes, si él mismo ya estaba muerto?

El recálculo denunció el error pero el calendario gregoriano siguió tal cual.Nuevos estudios basados en lo estimado en el siglo XVI por el astrónomo Johann Kepler, en función de la aparición de la estrella de Belén que en realidad es una triple conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en el signo de Piscis; llevaron a proponer que Jesús habría nacido a mediados de septiembre del año 7 y no en diciembre del año 1.

Esto significa que el próximo 31 de diciembre no habría que brindar por el año 2010, que ya pasó, sino por el año nuevo 2017.

Lo dicho no tiene demasiada relevancia, si se observa que otros pueblos -que en lo civil se manejan con el calendario gregoriano- celebran su año nuevo en otras fechas, en función de sus propias tradiciones históricas o religiosas.Por ejemplo, el Año Nuevo chino comienza entre enero y febrero con la primera Luna nueva de Acuario; el Rosh Hashanáh (cabeza de año) judío empieza en el mes de Tisri del calendario hebreo, que equivale a septiembre u octubre del gregoriano; y el Año Nuevo musulmán en el mes de Muharram que, como obedece a un calendario lunar, puede caer en cualquier mes gregoriano.

Respecto a los años, estos también son dispares: los chinos viven en el año 4707 del buey y el próximo 14 de febrero recibirán al año 4708 del tigre.Los judíos transitan el 5769, que establecieron a partir de la supuesta fecha del nacimiento de Adán; en tanto que los musulmanes, cuyo almanaque comienza con la huida de Mahoma a Medina en el año 622, le restan esta cifra al año gregoriano para saber en cuál viven: 1387.

En la ciudad de Buenos Aires, la ley 1550 promulgada en el 2004, instituyó el 21 de junio como año nuevo de los pueblos originarios, en función de que ellos lo celebran en el solsticio de invierno, y por tanto, ese día sus hijos quedan exceptuados de concurrir a clase.

Sin embargo, el comienzo del año astronómico o natural -basado en el ciclo de las estaciones- continúa siendo el equinoccio de primavera en el Norte (de otoño en el Sur), esto es, entre el 20 y el 21 de marzo, cuando el Sol "toca" el punto vernal y la rueda de las estaciones recomienza su vuelta.

En la misma fecha comienza también el año astrológico: entre el 20 y 21 de marzo el Sol "toca" el cero grado de Aries (o punto vernal) primer signo del zodíaco, para luego ir avanzando, cada treinta días, sobre cada uno de los restantes once signos. Entonces, ¿cuándo realmente empieza el año nuevo? Los astrólogos dicen que el año nuevo debería ser personal y que empieza cuando uno llega al mundo, es decir, el "día del cumpleaños".

OTROS FINES DE AÑO
Generalmente el fin de año en muchas religiones y culturas se da con el fin los ciclos solares, ya que en casi todas las religiones se le asigna al sol el máximo poder.

En las culturas prehispánicas la celebración de fin de año era cuando concluía el invierno e iniciaba la primavera. Para los chinos el Año Nuevo Chino no puede ser convertido a una fecha exacta del calendario gregoriano y puede ocurrir entre el 21 de enero o el 21 de febrero. Se basa en el calendario lunar utilizado tradicionalmente en China y la celebración cae en general, a la segunda luna llena, luego del solsticio de invierno boreal, que es el 21 de diciembre. El pueblo judío lleva otra cuenta, ya que no coincide con el mismo calendario y tampoco toman como referencia el A.C. y D.C. Celebran su año nuevo con el "Rosh-hashanáh" y cae dentro del mes de septiembre o comienzo de octubre.


OTROS AÑOS NUEVOS
Algunos radicales ortodoxos celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano.La celebración del Año Nuevo Vietnamita, celebrado junto al Año Nuevo Chino.

El Año Nuevo Islámico se celebra el 1 de Muharram, aproximadamente fines de enero e inicios de febrero.La celebración del Año Nuevo Tibetano se celebra entre enero y marzo.

La celebración del Año Nuevo Iraní es para el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

También la celebración del Bahaísmo se da en el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

En Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala se celebra entre el 13 y 15 de abril.Celebración del Año Nuevo Mapuche es entre el 21 y el 24 de junio, el "We tripantu".

Celebración del Año Nuevo Inca, el 24 de junio en el "Inti Raymi".Celebración del Año Nuevo Judío es generalmente en septiembre.

Celebración del Año Nuevo Etíope, el 11 de septiembre.

EL AÑO BISIESTO
La tierra no gira 365 días alrededor del sol como muchos piensan; en realidad lo hace cada 365 días y 6 horas aproximadamente, esto hace que después de cuatro años se han acumulado 24 horas al año(6x4=24) es decir un día más. Este día se añade para corregir el desfase que existe con la duración real de los años; o sea que cada cuatro años hay que sumarle un día más al calendario."

El año nuevo debe recibirse con una elevación del estado de conciencia y con un firme propósito de superación espiritual. No es exactamente a través de un ritual como conseguiremos este objetivo, sino con la armonía del hombre, la naturaleza y las energías del cosmos, que sólo proviene de una apropiada actitud mental y unidad con las fuerzas del cosmos".

sábado, 5 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD

El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén, según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año cristiano.

Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.

De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.

La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.

Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza. Aún en nuestras tradiciones cristianas, suelen ordenarse pasteles en forma de troncos de árbol, seguramente para festinar tales celebraciones.

La Masonería antigua y verdadera tiene indudablemente un origen cristiano, pues nació en el marco de la cristiandad. Empero, sus rituales y simbolismos conmemoran tradiciones esotéricas cuyas raíces se hunden en la antiguedad; la cultura céltica está íntimamente asociada a las bases masónicas, especialmente a las que están en las cimientes del rito escocés.

Las Fiestas del Solsticio, tan celebradas en las masonerías escocistas, tienen sus raíces en la cultura de los druidas.

Pero los masones contemporáneos no celebramos a los celtas, no al menos de modo directo, sino que estamos incrustados en los ambientes de la cultura y la espiritualidad cristianas.

Por eso, desde HEREDOM, deseamos a los hermanos del mundo Paz, Alegría y Prosperidad.

Deseamos también que el mensaje de Jesús, el Mesías, nazca, renazca y se fortalezca en el corazón de todos, en unión de sus familias.

Feliz Navidad....

jueves, 26 de noviembre de 2009

SPES MEA IN DEO EST...

La esperanza de los hombres está en Dios.
Si el masón no deposita su esperanza en Dios es, en realidad, un ser perdido, un ser sin brújula que se perdió en los confines de su existencia porque caminó con la escuadra, olvidando el compás...

La esperanza es el sueño del hombre despierto, dijo Aristóteles (384 AC-332 AC); pero en los tiempos que vivimos -los de la globalización y los avances tecnológicos- el hombre es un ser desesperanzado, quizá porque está vacío de contenidos y de significados.

¿Por qué, con tanta comunicación, el hombre se siente solo?, ¿qué le falta a la condición humana para entender y comprender que Dios, y su enviado Jesús, son el alimento esencial del hombre?, ¿por qué las drogas y los desenfrenos, el materialismo y el desapego a los valores esenciales del Ser?

Necesitamos acercarnos a la Divinidad; necesitamos comprender que es mejor caminar y viajar llenos de esperanza que llegar al destino, y sobre todo, llegar solo por llegar.

En realidad, la Masonería del Rito Escocés, así como las formas más puras y antiguas de la Masonería yorkina, nos enseñan a reconocer en el Templo y en nuestras vidas el valor fundamental de reconcer la existencia del Creador y su papel en la historia, en el mundo y en el Universo. La presencia de Dios en nuestras vidas es un alimento y un aliciente de fe, esperanza y felicidad.

¡Qué lástima que existan hombres tan vacíos como Friedrich Nietzsche, cuando nos dice que "la esperanza es el peor de los males, ya que prolonga el tormento del hombre".

¿Qué clase de hombre es aquél que apoya este enunciado tan infeliz y desgraciado?

Por ello mejor digamos:

¡Spes mea in deo est!

lunes, 16 de noviembre de 2009

LA NOÉTICA

La ciencia hoy no descubre, solo redescubre lo que los sabios los Grandes Misterios de la Antiguedad ya proclamaban en el secreto y solo a los Iniciados. La noética y la metafísica, la mecánica cuántica y el saber que nos legaron hombres como Isaac Newton llegaron al hombre del siglo XX y XXI envueltos en el misticismo esotérico que por siglos pudo preservar el saber oculto y profundo de la naturaleza espiritual del hombre.

La Masonería esta llena de ese saber. Los Siete Principios del Hermetismo resumen el saber iniciático común en todas las religiones... Y el Rito Escocés de la Francmasonería contiene en su grados esencias del Gran Saber Antiguo.

Los siete principios, o axiomas, como están descritos en el Kybalión son:

Mentalismo: El Todo es mente; el universo es mental.
Correspondencia: Como es arriba, es abajo; como es abajo,
es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos:
El Físico, El Mental y El Espiritual.
Vibración : Nada está
inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
Polaridad: Todo es
doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los
antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero
diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias
verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
Ritmo:
Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo
asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento
hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el
ritmo es la compensación.
Causa y efecto: Toda causa tiene
su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la
suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay
muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
Generación: La generación existe por doquier; todo tiene su
principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.
En el plano físico es la sexualidad.

Muchos atribuyen los principios del Kybalión a un personaje colectivo, los Tres Sabios, o Hermes Trismegisto, el Tres Veces Sabio. Pero, la realidad es que lo más probable, la teoría más segura es que el Kybalión sea obra de William Walker Atkinson, con o sin ayuda de terceros.
Una de las primeras publicaciones de Atkinson pudo haber sido una serie titulada Las Enseñanzas Arcanas, que comparte algunas similitudes superficiales con el Kybalión: El Kybalión explora siete 'Principios Herméticos', mientras que Las Enseñanzas Arcanas explora siete 'Leyes Arcanas'; el Kybalión afirma ser una elucidación de un antiguo texto hermético inédito del mismo nombre, mientras que Las Enseñanzas Arcanas dicen explorar la sabiduría de un antiguo pergamino no publidado de aforismos ocultos; ambos libros describen tres 'Grandes Planos' de realidad que se subdividen cada uno en siete planos inferiores.

Ambos libros describen tres de los planos inferiores como "llaves negras astrales", similarmente a las teclas negras de un piano, y habitados por espíritus elementales; y ambos libros describen con gran detalle el proceso de la 'alquimia mental', el uno casi en total consonancia con el otro. Hay muchas otras similitudes, que conducen de forma natural a la pregunta de si 'Las Enseñanzas Arcanas' podrían haber sido el "primer borrador" de Atkinson para el material que posteriormente se convertiría en el Kybalión.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA MASONERÍA Y LA CONSPIRACION

Por Cuauhhtémoc D. Molina García

La teoría de la conspiración es una estructura ideológica según la cual todo movimiento, dinámica o alteración de tipo social, económico o político queda explicada con un culpable único, poderoso y permanente. La Masonería ha sido atacada por estos paradigmas venidos al mundo desde que el poder, la suspicacia y la maledicencia aparecieron en el corazón de los hombres.

Se ha dicho, y con sobrada razón, que la gente desconfía de todo lo que no entiende, y si percibe además un elitismo que la excluye, entonces la desconfianza inicial se convierte en disgusto, incluso en odio. La Masonería, lo reiteramos aquí, cae en ese esquema de desconfianza inicialmente propiciado por las iglesias, por todas, no solo por la católica romana.

Hoy en día, las sectas cristianas apabullan, perturban e inquietan a los medios de comunicación, a los líderes de opinión, e inclusive forman partidos facciosos que atacan y vituperan el idealismo masónico con no es sino la más pura expresión de la nobleza en justicia, equidad, fraternidad, solidaridad y rectitud en los más elevados ideales de la espiritualidad, sobre todo bíblica, ya que es en la Biblia en donde se fundamentan los rituales y esquemas de trabajo de todos los grados masónicos habidos.

¿Un ejemplo de sectarismo pseudocristiano en UU. UU.? El caso Obama, de quien se dice es Grado 32° del escocismo estodounidense -el primero del mundo por origen, tamaño e influencia en la sociedad, gracias a sus ideales y programas de beneficencia y asistencia social- es más que llustrativo. Las iglesias evangélicas radicales le acusan de ser el promotor de Lucifer y de todos los males habidos y por haber.

Pero la famosa teoría de la conspiración llegó para quedarse, sobre todo merced al poder de la letra impresa que en libros como los de Dan Brown (El símbolo perdido, por ejemplo) se enuncian todos los más inauditos esquemas del misterio, la sospecha y la zozobra en torno a la Masonería. Libros así, no obstante la mentira o las desviaciones espectaculares que contienen, ayudan a la Masonería porque la colocan en el vértice de la opinión pública y ello constituye una oportunidad, más que una amenaza para los dirigentes de la Orden. Estas publicaciones que abonan el sospechosismo y la conspiración -los Iluminati, por decir- deben ser inteligentemente aprovechadas por los líderes masónicos para sacarles provecho y ventaja.

Según la teoría de la conspiración, el curso de la Historia (y de las sociedades) está condicionado y dirigido por un reducido grupo de personajes poderosos y sin escrúpulos (casi siempre masones), cuyo objetivo es controlar primero, y después dominar un país tras otro y finalmente a toda la humanidad. Se trataría de crear un "nuevo orden mundial" al servicio de sus intereses.

Según los propagadores de ésta teoría, todos los males que nos sobrevienen son consecuencia del plan urdido por esos "dueños del mundo" que operan en la sombra. Se acusaba de tal "conspiración", anteriormente, a los "judeo-capitalistas", a los judeo-bolcheviques" y actualmente a los "americano-sionistas" y a los señores de la "globalización". Y, por supuesto, a los masones... y a los jesuitas.

Esta concepción es sostenida por la progresía, la extrema izquierda, los nacionalistas, los populistas y los movimientos antiglobalización, es decir todos los que se auto-arrogan, en exclusiva, el hablar en nombre de "los pueblos".

En México ha sido la iglesia romana, cuyo clero, dolido por los cambios liberales de la Reforma JUARISTA del siglo XIX, ha generado embates, uno tras otro, contra los masones acusándolos de ser los mismísimos enviados del diablo para destruir esa iglesia. Los curillas de pueblo, y de todos los niveles, no descansan en lanzar azufre por sus bocas contra de los masones y liberales, tildándoles de todas la maniobras para adueñarse el país y sus instituciones.

Los ideales masónicos han sido líderes en la transformación de los pueblos.
Jamás han habido masones en la promoción del oscurantismo y la falsedad.
A las iglesias evangélicas obtusas habrá que recordarles que, al menos en MÉXICO, su ingreso, crecimiento y desarrollo se deben a las Leyes de Reforma, llevadas al triunfo por los masones.
A los romanistas también, pues sin las Leyes de Reforma, hasta el conserje de una Secretaría de Estado sería cura...

domingo, 18 de octubre de 2009

CARTA DE DAN BROWN AL RITO ESCOCES DE LOS EE. UU.

6 de octubre 2009
Invitados de la Jurisdicción del Sur, es un gran honor para mí ser invitado a saludarles mediante esta carta. Esperaba poder estar con ustedes esta noche en persona pero el lanzamiento de mi novela El símbolo perdido me ha mantenido alejado de Washington.
En las últimas semanas, como podrán imaginar, se me ha preguntado varias veces qué me atrajo tanto de los masones como para hacer de ellos el punto central de mi nuevo libro. Mi respuesta es siempre la misma:

“En un mundo donde los hombres batallan a propósito de qué definición de Dios es
la más acertada, no encuentro palabras para expresar adecuadamente el profundo
respeto y admiración que siento por una organización en la que hombres de credos
diferentes son capaces de “partir el pan” juntos en un lazo de fraternidad,
amistad y camaradería."
Por favor, acepten mis humildes agradecimientos por el noble ejemplo que constituyen para la Humanidad. Es mi sincero deseo que la comunidad masónica reconozca El símbolo perdido como lo que es en realidad: un intento honrado de explorar reverentemente la historia y la belleza de la Filosofía Masónica.


Sinceramente,
Dan Brown

domingo, 27 de septiembre de 2009

LA FERIA DE LOS GRADOS

Por Cuauhtémoc D. Molina García, 33º

Afirmamos aqui que la esencia de la Masonería -los tres Grados básicos- radica en su simbolismo, y éste, en su ritualidad ceremonial. Por tanto, prescindir de los procesos rituales en los conferimientos de los Grados esenciales del Gremio constituye una grave falta al espíritu formativo y a la transmisión correcta del saber y del sentir masónicos. No puede un sujeto afirmar que posee la Masonería, si los Grados le fueron conferidos a "golpe de mallete". ¿Cómo puede un individuo expresar sus impresiones y experiencias, si jamás tuvo la oportunidad de vivir la experiencia iniciática, por simbólica que ésta sea?

Una Gran Logia que se precie de ser Regular, con todas sus letras, no debe permitir jamás que la Masonería se relaje al punto de la prisa o las premuras, la informalidad o la relajación de sus ceremonias, especialmente las que usamos los masones para transmitir el simbolismo real y profundo de nuestro Arte Gremial. Una Gran Logia debe supervisar que sus sufragáneas practique el Ritual con ortodoxia y estricto apego a las formas ancestrales de la Masonería, so pena de perder lo que tanto anhela: la Regularidad.

En lo que respecta a los Ritos Masónicos, la observancia es similar. Los Ritos -escocés o York- deben de igual manera observar la práctica regular de la Masonería, si es que desean conservar el apelativo de "ritos masónicos".

En este sentido, parece una candonga a los masones el que haya sistemas de gobierno de estos Ritos que, por afanes de practicidad o de ejercicio de "facultades", realicen conferimientos de grados "por tocamiento", haciendo masones prácticamente "a la vista", sin mas ritualidad ni simbolismo que la autocracia y el referimiento simple a "usos y costumbres".

En el Rito Escocés -de los grados 4° al 33°, inclusive- hay Grados de estricto ceremonial y cuyo desempeño masónico es indispensable para poder comprenderlos y, sobre todo, para poder vivirlos en plenitud. Tal es el caso de los Grados 4°, 14°, 18°, 30° y 32°. Otorgar estos grados sin la ceremonia ritual completa es una zumba grotesca al Rito, a la Masonería y a los hermanos que dispendiosamente los reciben. ¿Cómo puede un sujeto que recibe el Grado 18 asumirse realmente R+C si solo recibió el título, pero no la esencia del Grado? Lo mismo debemos decir del Grado Kadosch, cuya complejidad y belleza ceremoniales llevan implícita la esencia y el compromiso histórico, moral y hasta social del templarismo masónico escocés.

La FERIA DE LOS GRADOS es y ha sido una práctica histórica de los dirigentes del R. E. A. y A. No sucede lo mismo en los Estados Unidos, en donde efectivamente se practican los Festivales del Rito Escocés pero éstos se desarrollan con estricto apego al ritualismo completo, realizado por equipos masones expertos y profesionales del Ritual, de modo que los candidatos a los diversos grados VIVEN en plenitud la esencia del simbolismo de cada uno de ellos. En México, en cambio, lo que interesa es otorgar Grados en Congresos Nacionales y en eventos locales para que el Alto Cuerpo cobre los "intersticios" e ingrese los pagos a su tesorería, en menoscabo de los Cuerpos locales. El asunto no es financiero, aunque lo es en mucho; más bien se trata de mera ortodoxia. Y es una ortodoxia que no es otra que la que dictan los Estatutos y Reglamentos del Supremo Consejo de México. Por eso, no es esta una crítica sin fudamento, sino una observación argumentada en bien del escocismo.

El asunto, decimos aqui con todo respeto, no es administrativo o financiero, que bien a bien resulta ser lo menos. El asunto es masónico en esencia... Es lo que llamamos ortodoxia masónica. ¿Y es mucho pedir?

En esencia, los Maestros Masones que reciben grados por colación -tocamiento, espadazo o malletazo- no reciben sino un título, mas no un grado real y efectivo. Muy ostensiblemente, y con sorprendente feligresía, pagan sus dineros -cuotas o derechos- para "recibir sus grados" porque es el Soberano en turno quien los "toca con su majestad"; empero, la ortodoxia masónica que define la Regularidad internacional en la Masonería, dicta que tal procedimiento es meramente administrativo, mas no iniciático y por lo mismo sin valor esencial masónico.

Hay que advertir, por si fuera poco, que la posesión y ostentación de los "altos" grados -como suele ocurrir en el escocismo- no es un acto administrativo, sino esencialmente ritual e iniciático, y solo tienen valor los grados masónicos en este sentido, que no es otro sentido sino uno meramente espiritual. ¿Qué otro valor puede haber en los Grados de la Masonería?

Festinamos en HEREDOM que nuestras Grandes Logias, en particular la de Veracruz, no asuma esa costumbre nefasta de otorgar grados por "tocamiento"... que es lo mismo que no otorgarlos, y tanto más que no recibirlos...

sábado, 5 de septiembre de 2009

CONSTRUCTORES


Por Ernesto Pavón Rowe

Bien decía Newton que mientras hay constructores que se dedican a hacer puentes, que unen a la gente, hay otros que se dedican a deshacer esos puentes y a la vez a hacer muros para separarnos y encontrar del otro lado del muro al enemigo al que hay que vigilar, aislar y destruir.

El enemigo es el otro, el de enfrente, el de la otra orilla, aunque sea como en muchos casos un hermano. Siempre es lo mismo, nos negamos a analizar las causas, a evaluar entre varios especialistas el problema, la AUTORIDAD nos dice quien es el enemigo y siempre, pero siempre, el culpable es el otro, el distinto, las minorías o los indefensos.

Siempre hay un culpable, siempre hay alguien a quien eliminar para que se solucione el problema. Siempre el dedo índice acusador del DIRIGENTE que apunta al otro, para evitar que veamos que sus otros 3 dedos lo están apuntando como responsable directo o indirecto de la situación, hay casos en que el dirigente no ha analizado que está enfermo de poder y en su locura, en un abuso de ese poder que le ha sido conferido, elimina a cualquiera que le estorbe en su nefasto camino, sin importar conocimientos y/o aptitudes de los eliminados, ni el daño que pueda hacer a la institución que le ha dado cobijo. Cree que pertenece a un selecto grupo de personas que define los destinos de los afiliados.

Esta pretensión ya causa disgusto en nuestra sociedad por lo erróneo de su sin razón, pues no existe autoridad que tenga la suficiente capacidad moral para que le dicte normas a los hermanos, que gozan de absoluta soberanía e independencia en la toma de decisiones, conforme a su personalidad o deseos de crecimiento.

Por ignorancia, mala fe, o deseos inmoderados de protagonismo político, este tipo de dirigentes trata de asociar a la Masonería con acciones políticas determinadas, que le permitan acceder a puestos de poder, o bien codearse con las máximas figuras de la política. Ha olvidado los preceptos básicos de la Masonería, no discutir de Política o Religión. La tarea del masón imbuido de nuestros principios e ideales, es actuar en la sociedad, de forma positiva y discreta, para promover los grandes movimientos transformadores de la humanidad a través de su ejemplo y no de discursos políticos o de cualquier otro tipo.

Los masones, como tales, no irrumpimos en la vida pública como institución. A la inversa de las ideologías que pretenden reformar a la sociedad, la Masonería induce a sus miembros a transformarse a sí mismos, con la esperanza de que el progreso individual contribuirá a la mejora ulterior de la sociedad. La masonería forma hombres, libres, de buenas costumbres, de sólidos principios éticos, de convicciones estables y sólidas, que después de transformarse a sí mismos, van a actuar en el mundo profano, no con un mandato, no con un puesto gubernamental, sino según sus creencias, formando asociaciones u organizaciones filantrópicas, que hagan al bien común.

Debemos combatir a este tipo de enanos oportunistas, y politiqueros, enseñándoles el verdadero camino de la Masonería, estructurado alrededor de tres grandes ejes:

El eje Intelectual, viajando de la obscuridad de la ignorancia a la columna B, regida por Mercurio, el Señor de los Libros, representante fiel del conocimiento y crecimiento de la conciencia, sin que esta búsqueda sea confundida con la puramente filosófica o científica.

El eje Ético, viajando del conocimiento hacia la columna J, gobernada por Venus, que nos incita a incrementar nuestra razón, nuestra intuición y nuestra fuerza de voluntad, por el ejercicio de las virtudes; voluntad de apertura hacia los demás seres humanos, y, más importante que las otras, una voluntad humanista y respetuosa de la libre elección de cada cual.

El eje Espiritual, localizado en medio de las dos columnas, continente de los principios de las dos columnas y contenido sustancial del masón; caracterizado por la Columna del Medio, Regido por la Señora de la Magia, que nos hace trascender de la materialidad a la Espiritualidad; porque la lucha constante de todo buen Masón tiene por objeto principal trascender la inercia de la materia, integrante de su ser, elevándolo hacia un Orden superior.

Pensar, discutir y proponer soluciones TRANSFORMADORAS DE NOSOTROS MISMOS, con una presencia activa nuestra en los marcos de decisión, permitirá y hará factible lograr el cambio. Quizás haya llegado la hora en que nos decidamos a mirar en nuestro interior.

sábado, 29 de agosto de 2009

FREEMASONRY AND REVOLUTION


Freemasonry and Revolution David Harrison Explores the Differing Masonic Factions in the French Revolution

It seems that during the eighteenth century, whenever there was a revolution, Freemasons were not far away. The American Revolution had many masons leading the cause and with the outbreak of the French Revolution in 1789, Freemasons were again leading various factions, with Louis Philippe II, Duke of Orleans, Grand Master of the Grand Orient, being prominent. But Freemasons were divided, their differing views and loyalties challenging not only the course of the Revolution, but the perception of Freemasonry in France and around the globe. Masonic symbolism featured prominently in revolutionary propaganda; in official pamphlets symbols like the All-Seeing Eye and the Plumb-Rule were used to portray the supposed enlightenment and justice brought about by the French Revolution.

The Enlightenment itself, brought to prominence by writers like the Freemason Voltaire, influenced the origins of the Revolution with works with masonic links, such as Thomas Paine’s The Rights of Man, being written in its support. The Revolution however, descended into violence and political turmoil, the enlightened road of liberty being a long and blood stained one, with an estimated 15,000-40,000 people being guillotined - the guillotine being named after Dr Joseph-Ignace Guillotine, physician, Assembly Member and Freemason. Louis Philippe, Duke of Orleans The Grand Master of the Grand Orient de France, Louis Philippe, Duke of Orleans, visited England frequently. He was friends with the Prince of Wales, who had also served as grand master of the English ‘Moderns’ Grand Lodge. Louis Philippe held liberal views and was despised by Marie Antoinette, the royal court being suspicious he was after the throne.
French politics was in desperate need of reform, the Estates-General, the representative assembly, consisted of the First Estate (the clergy), the Second Estate (the nobility) and the larger Third Estate (the common people, landowners, merchants and professionals). Agitation within the Third Estate mounted in 1789 when a group of liberals demanded change. At this time Louis Philippe led the liberal minority in the Second Estate. He subsequently led a small group of noblemen to join the Third Estate, which declared itself the National Assembly in June 1789. Louis Philippe became known as Philippe Egalite and medallions were minted with his image showing the title Pere du Peuple (father of the people). He became an obvious choice to replace the King, but his position was weak.

The King’s attempt to escape in June 1791 changed the position for constitutional monarchists and Louis Philippe voted to execute Louis XVI, perhaps in an effort to distance himself from the King and to save his own life. But Louis Philippe became implicated in a plot involving his son who planned to overthrow the revolutionary government and was guillotined November 1793. The Marquis de Lafayette The Marquis de Lafayette was a nobleman who also left the Second Estate to join the Third, securing his place as a leader of the Revolution. Despite the fact that they were both Freemasons, Lafayette and Louis Philippe were far from close.

Lafayette, previously involved in the American Revolution, subsequently embraced the French Revolution, supporting liberal reforms whilst remaining aware of the need of constitutional monarchy. He was elected vice-president of the National Assembly and head of the Paris Militia (later the National Guard) after pacifying the mob who had stormed the Bastille on 14 July 1789. Lafayette supported religious tolerance, freedom of the press and the gradual emancipation of slaves – his passion for the reforms being shown in his promotion of the Declaration of the Rights of Man and of the Citizen which was adopted by the National Constituent Assembly in August 1789.

Lafayette’s devotion to reform and the Revolution did not stop him from gaining critics, one being Freemason Jean-Paul Marat. As a nobleman and a monarchist, Lafayette was open to criticism and his actions in ordering the National Guard to open fire on a mob in Paris in July 1791 escalated feelings against him. He was declared a traitor by the Assembly in August 1792 after rumours of his planning to march on Paris to overthrow the revolutionary government. Lafayette, who had been in command of armed forces preparing to attack Austria, took refuge in Liège where he was subsequently imprisoned for five years despite the call of the United States for his release. He was freed in 1797 but Napoleon blocked his return to France until 1799. Despite his hardships, Lafayette always remained a liberal and a supporter of the rights of man. Jean-Paul Marat Marat was a physician who had visited England in the early 1770s, and it was during this visit that he was made a Freemason in London, with a Grand Lodge certificate of his membership being issued on 15 July 1774. He held staunch liberal views and wrote the ground breaking Chains of Slavery, published in Newcastle in 1774. He returned to France, where he worked as a physician.

On the eve of the Revolution he wanted to influence the progression of the Third Estate, and published pamphlets and newspapers constantly criticising those in power. He was nearly arrested for his belligerent campaign against fellow Freemason Lafayette. His views became so embittered, attacking the powerful and criticising the National Constituent Assembly, that he had to go into hiding in the cellars and catacombs of Paris.

After the revolutionary Paris Commune had started an insurrection on 10 August 1792, the Legislative Assembly which had been formed in support of constitutional monarchy, collapsed and Louis XVI was imprisoned.

The Legislative Assembly was dominated by the Girondins, liberal republicans who included such free thinkers as Thomas Paine. However, their cautious stance on the execution of the King sealed their fate as ‘royalists’. The radical Jacobins took control and a list of opponents was drawn up. Marat came out of hiding and was elected to the National Convention. He bitterly attacked opponents of radical republicanism, especially the Girondin faction, his fierce propaganda being used by radicals such as Robespierre. The Girondins collapsed in June 1793 and Marat had outlived his usefulness. He was assassinated by the Girondin Charlotte Corday the following month, stabbed while in his bath. She was incensed by the execution of Louis XVI. Marat’s death led to thousands of royalists and Girondins being executed. These three Freemasons all had a leading role in the development of the revolution, though they failed to work together and took different sides as the revolution developed.

Only Lafayette survived to see the restoration and the end of Napoleon, but he suffered sacrifices for his liberal views. Marat seems to have been overwhelmed with bitterness, attacking Lafayette for being a monarchist and being a member of the nobility. Louis Philippe, the Grand Master, seems to have been forever tainted with a desire to gain the throne for himself, voting to execute the king and even condemning his own son for the plot to march on Paris. The Bonapartes and Freemasonry Napoleon Bonaparte had been a supporter of the radical Jacobins, and rose swiftly through the ranks of the French military. He gained prominence after defeating a royalist insurrection in October 1795 and was swept into power in 1799 as First Consul, five years later crowning himself Emperor of the French. There is no evidence that Napoleon was a Freemason although four of his brothers were: Joseph who Napoleon made King of Naples and Sicily in 1806 and King of Spain in 1808; Louis, King of Holland in 1806; Jerome, King of Westphalia in 1807; and Lucien, Minister of the Interior. Napoleon placed his four brothers in prominent positions controlling masonry within the Empire: Joseph became Grand Master of the Grand Orient, and Louis, Deputy Grand Master.

Jerome was made Grand Master of the Grand Orient of Westphalia and Lucien was a member of the Grand Orient of France. This certainly suggests that Napoleon might have considered Freemasonry a potential threat to his rule.

Because of the involvement of Freemasons in the French Revolution, Freemasonry has become forever linked with revolutionary ideals with many modern writers suggesting that the Freemasons in France were behind the Revolution itself.

The differences behind these masonic figures suggests otherwise; it reflects the complexity of the Revolution and how different political ideas conflicted with personal ideals.

lunes, 27 de julio de 2009

GRANDES LOGIAS Y SUPREMOS CONSEJOS

La Conferencia Internacional de Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado -una de las ramas de la Masonería- celebrada en París, en abril y mayo de 1929, al que asistieron 24 Supremos Consejos Regulares, además del de México, aprobó por uanimidad resoluciones que, de respetarse en México y América Latina, causarían el más hermoso concierto de fraternidad institucional y ayudarían a bien fortalecer la Institución frente al mundo.
Algunas de sus resoluciones esenciales fueron:


Declaración de la Independencia entre las Grandes Logias -base de todos los
sistemas masónicos de grados posteriores al Craft-; la importancia de la
tolerancia entre las Grandes Logias y los Supremos Consejos para mantener
relaciones armoniosas entre sí; la necesidad de que los miembros del Rito -4° al
33°, inclusive- conserven su afiliación en las Logias Simbólicas.

No obstante lo anterior, algun Delegado de costero Estado mexicano no parece entrar en razón y constantemente protagoniza, con afanes ostentosos y soberbios, escenas de confrontación y liviandad entre la Delegación que tiene a su cargo y la Gran Logia estatal a la que él pertenece.

Recientemente, y en virtud del acto conmemorativo de la muerte del Patricio y Benemérito de las Américas, lejos de contribuir a un clima de unidad y fortaleza entre el Supremo Consejo de México y la Gran Logia, el delegado hizo todo lo posible para demostrar una supuesta "superioridad" frente al Gran Maestro de la Obediciencia, quien con todo afecto fraternal -o tacto político, si se quiere- apoyó el acto delegacional. La conducta de algunos miembros del SC de ese estado costero causó un estado de incomodidad entre los masones debido a su actitud de competir, a como de lugar, con la autoridad oficial de la Gran Logia, de la que incluso el Soberano Inspector fue Gran Maestro.

La Gran Logia es, en todo el mundo masónico regular y civilizado, la entidad que representa por derecho propio a todos los masones de esa jurisdicción, pues todos los miembros de Cuerpos de cualquier Rito son, antes que todo, Maestros Masones y luego, miembros de esos mismos Ritos. No todos los miembros de la Gran Logia son integrantes de esos Ritos, pero todos los miembros de éstos, lo son de la Gran Logia. Por tanto, la legal y legítima representación de los Masones de una jurisdicción radica, por derecho, antiguedad y preeminencia, en la Gran Logia.

Los Maestros Masones deben conocer y comprender que, posterior al Tercer Grado, tienen en efecto varias opciones para continuar sus estudios masónicos, si es que así lo desean. Formar parte de los Ritos -Escocés, York o cualquier otro- es un gusto, una afiliación posterior y representa un afán de estudiar y conocer las diversas expresiones de la Masonería y no de ostentar vanidosamente grados y supuestas "jerarquías", tan vanas como insulsas cuando pretenden ser impuestas y ostentadas estultamente sin mérito ni humildad.

Los Maestros Masones que deciden formar parte de esos Cuerpos Invitacionales, denominados Ritos de la Francmasonería, pasan a formar parte de clubes de masones estudiosos, y en calidad de tales deben comportarse, siempre asumiendo su pertenencia a su Logia simbólica de base y, desde luego, a su Gran Logia con un sentido de respeto y subordinación.

Pero en Veracruz vemos que el espíritu de la Conferencia Internacional de París, suscrita por México en 1929, así como los acuerdos de Lausana, Suiza, de 1875 y el mandato del Balaustre XXXII del siglo XIX, emitido por el propio Supremo Consejo de México, parecen ser ignorados y vistos, además, con desprecio.

La soberbia de algunos se impone sobre las bases más puras de la organización masónica internacional afectando la fraternidad, el respeto y el sentido de fortaleza de la Masonería ante los ojos profanos.

¡Cosas veredes, Mio Cid!


sábado, 25 de abril de 2009

NUEVO SOBRANO GRAN COMENDADOR EN MÉXICO


Por Cuauhtémoc D. Molina García

El doctor en derecho Onosandro Trejo Cerda es el nuevo Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de México de la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Ocupará el cargo durante tres años, a partir de este abril de 2009 y hasta abril del 2012.

Durante las recientes sesiones de abril del Supremo Consejo, el doctor Trejo fue electo, solo entre los suyos -los miembros activos de dicho organismo- y teniendo como contrincante fraternal y electoral interno al abogado y político Manuel Jiménez Guzmán.

El doctor Trejo Cerda es un hombre ilustrado. Abogado, especialista en derecho constitucional, maestro en derecho y doctorado en la misma disciplina con la tesis Sistema normativo y formación de leyes en México, se ha nutrido de la sabia de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde también es catedrático en su área desde principios de los años ochenta. Nuestro nuevo I. y P. S. G. Comendador es autor de dos obras importantes: El procedimiento legislativo mexicano y Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, comentada. Es además, maestro de grado en Filosofía por la propia UNAM, con la tesis Dominación e idelología.

Actualmente, el doctor Trejo Cerda se desempeña como director del Comité del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la H. Cámara de Diputados, cargo que desempeña con talento y dedicación.

En el seno de la Orden, el nuevo Comendador del Supremo Consejo de México reconoce el papel exacto y preciso del escocismo en la formación de los masones mexicanos. Él sabe, a ciencia cierta, que los grados escoceses son grados invitacionales y de complemento en la formación de los Maestros, y que las Grandes Logias poseen preeminencia por ser las organizaciones que trabajan los grados esenciales, de base, de todos los sistemas filosóficos habidos y por haber dentro de la Masonería.

Los masones que trabajan el Rito Escocés sabrán reconocer en su nuevo Comendador las virtudes esenciales que un auténtico líder debe expresar para lograr el crecimiento y el desarrollo de su organización, tales como la tolerancia, el conocimiento perfecto de los deberes fraternales, la capacidad de unir y congregar y, sobre todo, la inteligencia para guiar al Supremo Consejo con un respeto total a las Grandes Logias, autónomas y soberanas desde su fundación en Londres de 1717-1723, incluso antes, obviamente, que el citado Balaustre XXXIII, cuyo contenido y fundamentos muchos masones invocan y pocos conocen.
Este es el llamado que el nuevo Comendador hizo a Delegados y Subdelegados en el país (México), cuyo comportamiento, en muchos casos, deja mucho que desear a la vista del propio Supremo Consejo y, sobre todo, a la vista de los Maestros Masones de las Grandes Logias, quienes esperan reconocimiento a su dignidad de tales, respeto a sus Grandes Logias y la distancia necesaria entre dos organismos que contituyen, de suyo, dos edificios paralelos y de ningún modo uno encima del otro. Es preciso que los "filosóficos" mexicanos entiendan que el grado máximo de la Masonería Universal y básica es el Maestro Masón, y que el Grado 33º es máximo solo dentro del Rito Escocés, pero éste no es la Masonería, sino tan solo una expresión de ella.
Celebramos el que doctor Trejo tome las riendas del Supremo Consejo. Ojalá y recupere este organismo la dignidad, el decoro y la vocación de estudio y formación masónica de sus integrantes. Como académico, el nuevo Soberano Gran Comendador sabrá aquilatar lo que vale el estudio y la formación intelectual, espiritual y moral de los masones que practican el escocismo en nuestro país para que sean efectivamente útiles a sus Logias, en calidad de Maestros, a la sociedad y al país.
Salud al Supremo Consejo!

martes, 31 de marzo de 2009

POR FIN, LA "JUSTICIA DIVINA" DE LA IGLESIA


Ciudad del Vaticano, 31 marzo de 2009 (EFE).-

Benedicto XVI ha ordenado una inspección a la Legión de Cristo, la congregación fundada por el fallecido sacerdote mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas y del que recientemente se supo que tuvo una hija con una amante.
La inspección, "visita apostólica" -en el argot de la Iglesia católica- fue confirmada hoy por los Legionarios, quienes precisaron que el Vaticano les avisó de la misma en una carta del cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, con fecha 10 de marzo, al actual líder de la Legión de Cristo, el sacerdote mexicano Álvaro Corcuera.
El "número dos" del Vaticano informó a Corcuera, quien sucedió a Maciel en 2005, que la inspección la realizará "un equipo de prelados" y afectará a todas las instituciones de la congregación.
Bertone precisó que la inspección es "de fundamental importancia" y hay que verla "con amplitud de miras y limpio corazón".
"El Santo Padre, consciente de los altos ideales que os animan y de la entereza y espíritu de oración con que están afrontando las actuales vicisitudes, os alienta a seguir buscando el bien de la Iglesia y de la sociedad, mediante las iniciativas e instituciones que les son propias", agregó Bertone en su misiva.
Bertone aseguró a Corcuera que los Legionarios "siempre" podrán contar con la ayuda de la Santa Sede "para que, a través de la verdad y la transparencia y en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes".
De momento se desconoce la fecha de la inspección, pero, según los Legionarios, será probablemente después de Pascua y durará varios meses.
La inspección a las instituciones de la poderosa congregación se ha anunciado dos meses después de que los Legionarios de Cristo confirmaran que Maciel -fallecido en 2008 a los 87 años de edad- tuvo una amante con la que concibió un hijo, al parecer una hija, y después de que en 2006 Benedicto XVI le castigara por abusos sexuales contra seminaristas.
La doble vida del sacerdote Maciel "sorprendió, entristeció y desconcertó" a los Legionarios, según reconocieron en declaraciones a Efe en Roma, donde tiene la sede central.
Tras la misiva de Bertone, el 29 de marzo Corcuera escribió una carta a todos los legionarios, donde les comunicó la iniciativa ordenada por Benedicto XVI.
"He agradecido cordialmente al Pontífice esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre fundador, que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe concluida en 2006 y los que han salido a la luz recientemente", escribió el mexicano Corcuera.
El sucesor de Maciel agregó que están "profundamente apenados" y piden perdón a quienes se hayan sentido lastimados por las acciones del fundador.
Las investigaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe a las que se refirió Corcuera se realizaron cuando su prefecto era el cardenal Joseph Ratzinger, el actual Papa.
Tras numerosas indagaciones, el 19 de mayo de 2006 Ratzinger, ya Benedicto XVI, exigió a Maciel -investigado por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas- que renunciara "a todo ministerio público" de su actividad sacerdotal y llevara una vida retirada de rezos y penitencias.

La decisión del Obispo de Roma cayó como un mazazo en la congregación y esa fecha quedará marcada en la biografía de Maciel como el día en el que el Papa Ratzinger le retiró su confianza y le impuso un severo castigo.
Ese día los Legionarios vieron cómo su fundador, que gozó del afecto de Juan Pablo II y de numerosos cardenales, caía en desgracia. Aunque no sería lo último que sabrían de Maciel.
Con ese castigo, Benedicto XVI subrayó la línea de "tolerancia cero" para casos como ése y otros contrarios a la moral de la Iglesia.
La medida supuso un giro de 180 grados respecto a lo que se venía haciendo hasta entonces, donde se imponía el silencio o el simple alejamiento, incluso en los casos en que se verificaba que hubo abuso.

La Legión de Cristo fue fundada en México en 1941 por Maciel, cuando sólo tenía 20 años.
Hoy, 68 años después, cuenta con casi 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas y está establecida en dieciocho países. En México son los dueños de la Universidad Anáhuac y del Mayab.
También tiene 70.000 miembros de la Asociación Regnum Christi (los legionarios laicos).
Entre sus centros, destacan el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum en Roma, así como los seminarios internacionales "Mater Ecclesiae", uno en Roma y el otro en Sao Paulo (Brasil).

domingo, 15 de marzo de 2009

NO CLERO POLÍTICO EN EL PARAGUAY

Por Christian S.


El gobierno paraguayo –a cargo de la Presidencia pro tempore del Mercosur– organizó esta semana (marzo 9-15 2009) junto con los impulsores de la Teología de la Liberación el «primer diálogo interreligioso del Mercosur». La Conferencia Episcopal de la misma nación –en su primera reunión del año, marzo 2009– reclamó al Gobierno el fin el de la inseguridad, el desempleo y la migración. La Iglesia Católica en Brasil enfrenta al Estado ante el aborto practicado a niña de nueve años embarazada de gemelos tras ser violada por su padrastro. Estos hechos –que generan indignación en mi persona– me provocaron encontrar las argumentaciones que responden a la pregunta que lleva por título esta nota.
La distinción de raigambre evangélica entre Dios y el César que suponen realizada por Jesús (Mt.20, 15-22) delimita ambas jurisdicciones, política y religiosa, y es conocida con la expresión «dualismo cristiano»; sin embargo, se da en los hechos la participación de una parte del clero en la política de las naciones. ¿Cómo manejar los límites de este encuentro sin que la religión termine convertida en un mensaje político y la política convertida en una religión?
También es importante resaltar que la corrupción en Latinoamérica convirtió a la vida política en un territorio casi completamente desprestigiado, y a veces algunos políticos pretenden dirigirse hacia la religión en la búsqueda de una abandonada pureza –que tampoco tiene la Iglesia, solo basta recordar los ríos de sangre en épocas inquisitoriales–.
La Iglesia Católica se opuso a la separación de la política con respecto a la religión debido a su adhesión histórica al régimen monárquico, representado en la persona del Rey, pero no le quedó otra que ir reconociendo, por lo menos gradualmente, la legitimidad de la soberanía del pueblo. Fueron los ideólogos liberales quienes sostuvieron en cambio que el pueblo es soberano, y que no es ningún dios sino la soberanía popular la real fuente del poder. Esta corriente acuñó el laicismo, que sostiene –como parte de su doctrina– la separación completa de la Iglesia y el Estado, negando toda legitimación a un orden divino ajeno a la voluntad del nuevo soberano que quedaba así constituido en la fuente primaria de la autoridad.
Ante una nueva visión del mundo, las relaciones entre lo político y lo religioso fueron redefinidas por la Iglesia Católica durante el Concilio Vaticano II, y fundamentalmente en dos documentos: la Constitución pastoral Gaudium Spes y la Declaración Dignitatis Humanae. Estos se complementan con otros como: Lumen Gentium, Apostolicam Actuositaten, Unitatis Redintegratio y Nostra Aetate.
Entonces, ¿cuál es el fin de la Iglesia Católica? Roberto Bosca, en Política y Religión, destaca que Juan Pablo II, en Puebla de los Angeles, al inaugurar la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (febrero 1979) consideró necesario advertir a los obispos de un modo muy claro y descarnado sobre ciertos reduccionismos que amenazaban convertir a la Iglesia en un instrumento de la revolución social. «La Iglesia tiene una misión espiritual y religiosa», indicó. El Papa se había inspirado en el Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, donde se explica el sentido de la evangelización en el contexto cultural de nuestro tiempo, según Bosca. Además, Código de Derecho Canónico lo define con claridad: «el fin supremo de la Iglesia es la salvación de las almas». También indica: «La misión de la Iglesia no es de orden político, ni económico sino moral».
Por lo tanto, la Iglesia como tal no tiene la misión de establecer la Justicia, ni es su finalidad transformar las estructuras de la vida social. No le corresponde dar soluciones temporales de nada, según escribe Javier Hervada en su artículo Pensamientos sobre sociedad plural y dimensión religiosa, publicada en la revista Ius Canonicum (XIX, 1979). No le corresponde dar soluciones temporales sencillamente porque la misión salvífica no es de esa naturaleza, sino que es de orden sobrenatural.
Benedicto XVI, siendo cardenal, previno contra la tentación de la participación política del clero: «En la Iglesia no estamos para asociarnos y ejercer un poder», expresó en La sal de la tierra. Cristianismo e Iglesia Católica ante el nuevo milenio. Y después, como Papa, en su encíclica Deus Caritas Est exhortó: «…en este punto se sitúa la doctrina social católica: No pretende otorgar a la Iglesia un poder sobre el Estado».
En consecuencia, la participación del clero en política deviene en un clericalismo que toma su contenido de las ideologías o las corrientes políticas del tiempo. El clero transforma su misión en una ideología de la fe, pretendiendo imponer una determinada propuesta política, omitiendo que esta tarea es para los laicos. El clericalismo es una corrupción de la vida religiosa que se viene dando a lo largo de toda la histórica de la Iglesia; representa el deseo de la instrumentación de la fe desde una perspectiva de poder, que se articula cuando el sacerdocio asume un liderazgo temporal excediendo su esfera específica.
No puede desconocerse que el clero tiene –a fuerza de la hoguera– la representación de quien considera que fue el hijo de un dios, y en un sentido similar cuenta con la representación oficial de la Iglesia, por lo que el Sínodo de Obispos de 1971 prescribió que el sacerdote debe apartarse de cualquier cargo o dedicación política. La postura surge atendiendo que la institución en razón de su misión no asume como tal un compromiso político concreto y directo sino a través de sus fieles laicos, que en particular considero que lo deben cultivar en su intimidad.
El gobierno paraguayo, y ningún ciudadano latinoamericano puede olvidar que la Teología de la Liberación representa una suerte de retorno a las actitudes fundamentalistas del monismo precristiano y pretenden de hecho una verdadera politización de la estructura eclesiástica, tal vez hoy velada por otros temas como la ecología y la participación ciudadana.
En cuanto a la doctrina social de la Iglesia –declarada en Gaudium Spes– es nada más que una luz que les permite a sus fieles leer la realidad con una visión cristiana, pero en el pasado quedó su poder hegemónico, a pesar de que algunos clérigos lo miran con añoranza.

miércoles, 18 de febrero de 2009

BICENTENARIO DE CHARLES DARWIN


2009 es el año del bicentenario del natalicio de Charles Darwin, el científico que cambió los paradigmas científicos del mundo natural con su teoría de la Evolución de las Especies, producto de sus agudas observaciones elaboradas en las Islas Galápagos.
El debate sobre creacionismo vs evolucionismo se ha intensificado en los últimos años, especialmente en Estados Unidos donde el 47 por ciento de la población rechaza la teoría de la evolución, pero incluso en Gran Bretaña, donde el creacionismo comienza a tener presencia en muchas escuelas privadas.
David Odulate es profesor de química de la "Mustard School" de Londres y ha dicho que "nosotros enseñamos en la escuela que Dios creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó. Estamos convencido de eso tanto por la evidencia escrita como por nuestra fe".
Éste no es un caso aislado.

Un sondeo de opinión de la BBC de 2006 señala que más de un quinto de los entrevistados estaban convencidos de los argumentos creacionistas. Menos de la mitad -48 por ciento- dijo creer en la evolución.
"Los creacionistas están ganando terreno en Gran Bretaña. Esto ha sido importado de Estados Unidos y no sólo el creacionismo de los cristianos, sino también el musulmán",. Asi ha dicho Robert Stobold, biólogo, experto en evolución y miembro de la Sociedad Secular británica.
Algunos puntos del debate
Los creacionistas más ortodoxos consideran que todas las formas de vida fueron creadas por Dios. Los cristianos y judios piensan que esto lo hizo según lo narrado en el Génesis, mientras que los musulmanes se apegan al Corán.

Otras religiones tienen sus propias versiones.
Los llamados neo-creacionistas se basan en la idea del "Diseño Inteligente" una corriente según la cual la complejidad de la vida sólo puede ser explicada por la existencia de un "proceso o un arquitecto inteligente".
Consideran que las formas biológicas están plagadas de diseños complejos, como el genoma humano, que no pueden haber sido producto simplemente de la casualidad.
Aunque el arquitecto no tiene que ser Dios, la mayoría de sus propulsores tienen en mente a un ser o fuerza suprema.

¿Cuál es la perspectiva de la Masonería?, ¿creacionismo o evolucionismo?

La noción "Gran Arquitecto del Universo" va más alla de concepciones dualistas excluyentes, esto es, o unas u otras. Una perspectiva válida, para muchos, es que la Creación es eso: una Construcción y que luego sobrevino una creación secundaria llamada evolución.
La perspectiva masónica ha de ser espiritual, dado su caracter iniciático. Pero hay en ella fuertes corrientes positivistas que quieren ver la realidad desde la óptica científica. Aqui la pregunta es, entonces, ¿qué somos como institución?
Einstein, siendo científico, jamás negó la existencia de Dios y sostuvo que la ciencia sin Dios estaba coja. Al parecer, los masones no pueden negar el momento sublime de la Creación, y aceptar ésta no implica, ni por asomo, negar la evolución explicada por la Ciencia.

jueves, 22 de enero de 2009

SENTIDO HOMENAJE AL AMIGO Y HERMANO


Homenaje póstumo al Dr. Gabriel Legorreta Villarreal (1925-2008), organiza AGORA y sus amigos y hermanos masones.
Don Gabriel fue Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de México del R. E. A. y A.
El acto tendrá lugar en las instalaciones del "Club Naval Norte", en la Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, este 20 de febrero a las 20 hrs.
Por sus amigos y hermanos, firma la invitación Hugo Virrauel Pantoja.

jueves, 8 de enero de 2009

ESTEBAN MORIN


Por Cuauhtémoc D. Molina García

Muchos masones suponen cosas extrañas acerca de la fundación de la Masonería. Unos asumen que se trata de una Orden milenaria cuyos orígenes se funden, dicen, en “la noche de los tiempos”. Otros hablan de Agartha, de la Atlántida y de otros lugares tan remotos como fantásticos. Muchos dicen que la Masonería nace en Egipto y sería en verdad ocioso citar las fuentes que especulan acerca de este interesante tema. No obstante, la mayoría de los hermanos desconocen que existen fuentes formales de la Orden y traslapan el «contenido» con el «continente», es decir, la forma con el fondo, y cuando hablan de la forma, lo mezclan con el fondo y viceversa. Se hace así un auténtico “mazacote”, intelectualmente indigesto y absurdo que les conduce a afirmar cosas tan inverosímiles como ridículas.
En realidad, de los orígenes doctrinales de las escuelas iniciáticas sí se puede decir que son muy antiguos porque se relacionan con la Doctrina Secreta, es decir, con los Grandes Misterios. Pero la forma estructural del sistema masónico escocés es moderna, muy moderna en realidad.
¿De qué estamos hablando, pues?
Si del Rito, como sistema y organización se trata, habrá entonces que decir que lo que menos tiene, paradójicamente, es de “escocés”ya que sus grados son en verdad muy franceses, pues fueron creados o inventados en Francia, y muchos de ellos en la ciudad de Lyon, en particular el Kadosch.
En efecto, el Caballero Michel Andrew de Ramsay, nacido en Ayr, Escocia, creó grados "escoceses" que de tales no tuvieron sino el nombre, pues todos eran en realidad de manufactura francesa; fueron estos grados los que formaron el original Rito de Perfección en 25 estamentos, sistema manejado por el ejo Consejo de los Caballeros de Oriente y de Occidente, constituido bajo las Constituciones de 1762.
Este fue el sistema que trajo al continente americano Esteban Morin y que más tarde fue transformado en los Estados Unidos (en Charleston, Carolina del Sur) en el actual Rito Escocés, fundado en el año de 1801, y bajo las supuestas Constituciones de Federico de Prusia, de 1786.
De todo esto podemos deducir que, en realidad, el Rito Escocés, si bien tiene orígenes franceses, en realidad es muy americano, pues fue formalmente constituido en Estados Unidos con base en unas Constituciones discutiblemente atribuidas al Rey Federico.
Pero ¿quién fue este Esteban Morin, personaje tan importante en la historia del escocismo?

Esteban Morin, al decir de Frau Abrines, fue un judío francés miembro del Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, y quien el 27 de agosto de 1751 expidió a su favor una patente de «Gran Inspector Delegado», en principio para propagar el citado Rito de Perfección en 25 Grados por toda América. Pero Morin, con las Constituciones del Rito de Perfección bajo el brazo, llegó a Santo Domingo con sus baúles conteniendo los cordones y vistosos mandiles de los grados y se dedicó a sus negocios. Morin era comerciante en telas, y más tarde en Ron, cosa que le hizo muy afecto a la botella. Los mejores negocios los hacía Morin con judíos de Charleston, los que más tarde identificó como masones.
Estos cinco judíos americanos, -dice Frau Abrines, así como otras fuentes oficiales del Supremo Consejo, Jurisdicción Sur de los Estados Unidos-, apoderándose de este Rito de Perfección decidieron aumentarle ocho grados más, dando así lugar y forma al Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33 grados.
A los masones americanos, muy demócratas y republicanos, les hizo gran mella el vistoso ritualismo y la colorida parafernalia de los grados franceses, que no conocían, así como los títulos caballerescos y pomposos tan propios de la nobleza europea. Que un ciudadano de pronto fuera un Príncipe Rosacruz o del Real Secreto, si que era seductor. Así que el Rito de Perfección tuvo mucho éxito, más de lo que se esperaba; tanto que 25 grados no les bastaron.
Creada la escalera de 33 grados del Rito Escocés -el primer sistema de "altos" grados-, solo había que esperar el interés inusitado en las doctrinas esotéricas que Albert Pike introdujo para crear el sistema filosófico, esotérico e iniciático que hoy contiene el escocismo.
En realidad, como hemos dicho aquí, el sistema de los "altos" grados pegó de diferente manera en Estados Unidos que en los países latino americanos. Mientras en Estados Unidos son un sistema complementario de la masonería básica y gremial, al mismo tiempo fraternal que asistencial, en nuestros paises ha querido ser un sistema de dominación sobre la masonería que se practica en las Logias y sus Grandes Logias.
Al menos en México, un masón asume normalmente que, si ya posee "el 33º", llegó ya a la cúspide de la masonería. Olvida, o ignora, que la verdadera cumbre es el Maestro Masón.

martes, 9 de diciembre de 2008

NAVIDAD CELTA SOLSTICIAL

Por Cuauhtémoc D. Molina García

El Rito Escocés hunde sus raíces en las tradiciones espirituales celtas. Heredom y Kilwining representan el ambiente escocés genuino (de Escocia) y nos han transmitido el exquisito sabor de la antigûedad y del esoterismo de las culturas del norte de Europa. La Navidad es una bella tradición de inocultable matiz antiguo, evidentemente precristiano y probablemente de fuentes celtas.

La Navidad, tal y como la conocemos hoy en día, se basa en la tradición religiosa del nacimiento de Jesús, el Mesías, así como en la visita de los Reyes Magos y los milagros hechos por Santa Claus (San Nicolás).

Sabemos que las fiestas navideñas sólo se empezaron a celebrar a partir de la Edad Media, y fueron los papas de aquella época quienes fijaron la fecha del 25 de diciembre, precisamente para que los fieles prestasen menos atención a las fiestas paganas del Solsticio de Invierno y más a las celebraciones religiosas cristianas. Incluso el típico árbol de navidad tiene un origen celta.

El solsticio de invierno es el día más corto del año. Esto es así porque se trata del momento en que la tierra está más inclinada con respecto al sol, y por ello recibe menos luz. En la cultura celta, la festividad solsticial recibía el nombre de Yule. El Yule designa el momento en que la rueda del año está en su momento más bajo, preparada para subir de nuevo. En Escandinavia, por ejemplo, existía la tradición de celebrar el Yule con bailes y fiestas. También se sacrificaba un cerdo en honor de Frey, dios del amor y la fertilidad, que según la creencia controlaba el tiempo y la lluvia.

Durante la festividad de Yule era tradicional quemar el tronco de Yule, un largo tronco de árbol que iba ardiendo lentamente durante toda la temporada de celebraciones, en honor del nacimiento del nuevo sol. De esa tradición proceden los pasteles en forma de tronco (troncos de chocolate) que hoy en día se comen en Navidades y que nuestras familias celerean con tanta tradición.

¿Qué Navidad occidental puede saborearse sin un árbol de Navidad?

Los antiguos celtas creían que el árbol representaba un poder, y que ese poder protegía y ayudaba al árbol. Los bosques sagrados servían como templo a los germanos.
Para los galos, la encina era un árbol sagrado sobre el que los druidas, sacerdotes celtas guardianes de las tradiciones, recogían el muérdago siguiendo un rito sagrado.
Esta tradición, heredada a través de los siglos, sirvió de inspiración para el actual árbol de Navidad.

La Masonería celebra estas fiestas soslticiales porque el fenómeno celeste posee un valor no solo astronómico "per se", sino porque representa una renovación en la tierra y en sus frutos, pero también en el amor y en la espiritualidad. Quien niegue que la Masonería carece de espiritualidad no la conoce, y si es masón, es en toda su extensión un ignorante.

La Natividad del Señor representa para el masón la presencia el Verbo Encarnado del Altísimo en la Tierra; es una manifestación de la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. Es un mensaje de paz, de fraternidad, solidaridad, tolerancia, esperanza y fe. Es la expresión más viva del Ideal Iniciático y la voluntad perenne del hombre de re-ligarse con Su Creador mediante el trabajo y las enseñanzas del Simbolismo de la Construcción.

Para un masón en perfecta escuadra, la Natividad del Señor es un acontecimiento de convicción en los valores de la Iniciación y en los puntos más sublimes de la Geometría Sagrada. Las tradiciones célticas -de las que la Masonería del Rito Escocés es una expresión- anteceden las tradiciones cristianas y las revaloran con respeto en lo que para el hombre occidental significan.

Empero, los masones vemos con preocupación el olvido de la espiritualidad y de la fe, y vemos también con consternación un hombre materializado, sumido en el mundo de la ilusión y de las apariencias. Vemos un hombre que celebra las fiestas decembrinas sumido en el alcohol, el consumismo desbordante, el abrazo de compromiso y el regalo superfluo y falso, hipócrita y fementido; vemos un hombre vacío de contenidos profundos y despojado de sus esencias más sublimes.

Este hombre -para el cual Diciembre y Navidad constituyen mera fiesta mundana- es un hombre que bien debería sumergirse en un cuarto de reflexiones que le lleve verdaderamente a comprender el verdadero sentido de la vida mediante el entendimiento de sus deberes para con Dios, su prójimo y consigo mismo.

La Masonería, creemos nosotros, es un camino de acercamiento, es una vía, un sendero para acercar al operario del Arte a su propio fin superior: Dios, su fuente, su origen, su causa y su destino final.

En HEREDOM desamos con sinceridad y fe masónica, que nuestros hermanos, tanto del rito escocés como del York, y de todas las formas y expresiones masónicas más alla del simbolismo gremial, disfruten el significado de la Natividad del Señor y que hagan suyo su Sublime Sacrificio, así como su mensaje de Paz, Fraternidad y Justicia para vosotros, vuestras familias, seres queridos y para todos aquellos que conviven con vosotros.
Shalom lajem.