martes, 10 de junio de 2008

EL RITO ESCOCES: NI ESCOCÉS NI ANTIGUO

El denominado Rito Escocés Antiguo y Aceptado es una de las ramas de la Francmasonería diseñada para complementar y amplificar las enseñanzas filosóficas de los primeros tres grados simbólicos. Sin embargo, el sistema de sus grados -que inician en las Logias Capitulares- no alcanza a completar el ciclo simbólico que enseña la Leyenda de Hiram, quedando sin mostrar cómo se recupera, conserva y transmite "aquéllo que se perdió". Como veremos ni es escocés, ni tampoco antiguo.

El uso de la palabra "escocés" ha llevado a muchos Masones a creer que el Rito se originó en Escocia. Había también una creencia falsa que persistió durante muchos años que todos lo masones tenían que ir a Escocia para recibir los treinta y tres grados. Ninguna de estas declaraciones es verdad.

Realmente, la primera referencia al Rito aparece en viejos archivos franceses donde aparece la palabra "Ecossais," cuyo significado es escocés. Pues a fines del siglo XVII, producido el exilio de la familia Stuart, muchos escocese huyeron a Francia y reabrieron los trabajos Masónicos en ese país. Se cree que esta influencia contribuyó al uso de la palabra "escocés."

Se ha atribuido la invención de uno o dos grados al Caballero Andrew Michael Ramsay, un sabio escocés, tutor del Príncipe Charles Edward, -llamdo el joven Pretendiente-. Al parecer estos grados fueron admitidos por aquellos adherentes a la familia Estuardo en Francia, quienes planearon la restauración de Juan II y su hijo al trono de Inglaterra.

En 1732, se organizó en Bordeaux, uno de los centros Masónicos más viejos y más influyentes en Francia los primeros "Ecossais" o Logia Escocesa. Se incluyeron como miembros a Masones escoceses e ingleses. Entre 1738 y 1740 se formaron los primeros "Hauts Grades" o grados avanzados. Lo que si debe quedar en claro es que ningún grado del Rito Escocés parece haber tenido su origen en Escocia, pues todos ellos, sin exepción, son en realidad franceses, remontándose sus raíces al Rito de Perfección en 25 Grados, administrado por el llamado "Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente", estanlecido en Lyon, Francia y luego en París. Un rito más francés que la propia Torre Eiffel.

Es un hecho, por lo tanto, que el citado Rito Escocés no es en realidad escocés, sino francés. Por otro lado, tampoco es "antiguo", pues su pretendida antiguedad solo se remonta no más allá de 1801, cuando se constituyó como tal en Chaleston, Estados Unidos de Nortamérica. Y en cuanto a su condición de "aceptado", pues lo es como es cualquier otro sistema posterior al sistema de los grados azules, básico y primigenio de la Masonería Universal.

Por otro lado, el verdadero creador de la doctrina del Rito Escocés es, sin duda alguna, Mr. Albert Pike (en la foto), pues él redactó Moral y Dogma of the Scottish Rite of Freemasonry, un texto voluminoso en el que desarrolla enseñanzas tan extrañas como exóticas, respecto del sentido esencialmente constructivo, espiritual y moral de la Masonería primitiva y universal, tal y como fue creada en Inglaterra durante los primeros años del siglo XVIII.

El escocismo fue también una de las primeras y más exitosas innovaciones francesas al sistema primigenio de los grados ingleses al que nos referimos, y en América Latina ha sido uno de los factores más destacados de la desunión y fragmentación de la masonería, debido a la pretendida y supuesta autoridad que los "altos grados" han pretendido tener sobra las Grandes Logias. En los Estados Unidos, en cambio, ha sido un factor de notoriedad social y asistencial, sobre todo por sus importantes obras de caridad.

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