domingo, 8 de noviembre de 2009

LA MASONERÍA Y LA CONSPIRACION

Por Cuauhhtémoc D. Molina García

La teoría de la conspiración es una estructura ideológica según la cual todo movimiento, dinámica o alteración de tipo social, económico o político queda explicada con un culpable único, poderoso y permanente. La Masonería ha sido atacada por estos paradigmas venidos al mundo desde que el poder, la suspicacia y la maledicencia aparecieron en el corazón de los hombres.

Se ha dicho, y con sobrada razón, que la gente desconfía de todo lo que no entiende, y si percibe además un elitismo que la excluye, entonces la desconfianza inicial se convierte en disgusto, incluso en odio. La Masonería, lo reiteramos aquí, cae en ese esquema de desconfianza inicialmente propiciado por las iglesias, por todas, no solo por la católica romana.

Hoy en día, las sectas cristianas apabullan, perturban e inquietan a los medios de comunicación, a los líderes de opinión, e inclusive forman partidos facciosos que atacan y vituperan el idealismo masónico con no es sino la más pura expresión de la nobleza en justicia, equidad, fraternidad, solidaridad y rectitud en los más elevados ideales de la espiritualidad, sobre todo bíblica, ya que es en la Biblia en donde se fundamentan los rituales y esquemas de trabajo de todos los grados masónicos habidos.

¿Un ejemplo de sectarismo pseudocristiano en UU. UU.? El caso Obama, de quien se dice es Grado 32° del escocismo estodounidense -el primero del mundo por origen, tamaño e influencia en la sociedad, gracias a sus ideales y programas de beneficencia y asistencia social- es más que llustrativo. Las iglesias evangélicas radicales le acusan de ser el promotor de Lucifer y de todos los males habidos y por haber.

Pero la famosa teoría de la conspiración llegó para quedarse, sobre todo merced al poder de la letra impresa que en libros como los de Dan Brown (El símbolo perdido, por ejemplo) se enuncian todos los más inauditos esquemas del misterio, la sospecha y la zozobra en torno a la Masonería. Libros así, no obstante la mentira o las desviaciones espectaculares que contienen, ayudan a la Masonería porque la colocan en el vértice de la opinión pública y ello constituye una oportunidad, más que una amenaza para los dirigentes de la Orden. Estas publicaciones que abonan el sospechosismo y la conspiración -los Iluminati, por decir- deben ser inteligentemente aprovechadas por los líderes masónicos para sacarles provecho y ventaja.

Según la teoría de la conspiración, el curso de la Historia (y de las sociedades) está condicionado y dirigido por un reducido grupo de personajes poderosos y sin escrúpulos (casi siempre masones), cuyo objetivo es controlar primero, y después dominar un país tras otro y finalmente a toda la humanidad. Se trataría de crear un "nuevo orden mundial" al servicio de sus intereses.

Según los propagadores de ésta teoría, todos los males que nos sobrevienen son consecuencia del plan urdido por esos "dueños del mundo" que operan en la sombra. Se acusaba de tal "conspiración", anteriormente, a los "judeo-capitalistas", a los judeo-bolcheviques" y actualmente a los "americano-sionistas" y a los señores de la "globalización". Y, por supuesto, a los masones... y a los jesuitas.

Esta concepción es sostenida por la progresía, la extrema izquierda, los nacionalistas, los populistas y los movimientos antiglobalización, es decir todos los que se auto-arrogan, en exclusiva, el hablar en nombre de "los pueblos".

En México ha sido la iglesia romana, cuyo clero, dolido por los cambios liberales de la Reforma JUARISTA del siglo XIX, ha generado embates, uno tras otro, contra los masones acusándolos de ser los mismísimos enviados del diablo para destruir esa iglesia. Los curillas de pueblo, y de todos los niveles, no descansan en lanzar azufre por sus bocas contra de los masones y liberales, tildándoles de todas la maniobras para adueñarse el país y sus instituciones.

Los ideales masónicos han sido líderes en la transformación de los pueblos.
Jamás han habido masones en la promoción del oscurantismo y la falsedad.
A las iglesias evangélicas obtusas habrá que recordarles que, al menos en MÉXICO, su ingreso, crecimiento y desarrollo se deben a las Leyes de Reforma, llevadas al triunfo por los masones.
A los romanistas también, pues sin las Leyes de Reforma, hasta el conserje de una Secretaría de Estado sería cura...

2 comentarios:

Héctor Ortega C. dijo...

Muy buen artículo, mi Hermano. Te felicito sinceramente. Ciertamente, éste tipo de libros lo único que hacen es llamar la atención de la gente para buscar más acerca de las organizaciones supuestamente conspiranoicas. Tras el éxito de "El Código Da Vinci", al parecer, el Opus Dei se incrementó en un 40% en su membresía. Un saludo.

Anónimo dijo...

si we esta chido el articulo pero dentro de los masones hay unos ke son de utltra derecha como de ultra izquierda. entre ellos mismos se baten, seria bueno que vieran la entrevista que le hacen a Eneique de Vicente el director de la revista "año cero" en vimeo.com el tambien explica muchas cosas sobre este tema la que llama "conspiranoia"