lunes, 11 de enero de 2010

LA OSCURA INTOLERANCIA EN LA ORDEN

El discurso oficial de la masonería del Rito escocés en México ha sido siempre la defensa de las libertades y el estado laico. Ha sido tradicional de ella la vocación abiertamente anticlerical. El cuerpo doctrinal de la masonería proclama, además, las libertades, la tolerancia, el libre albedrío y la comunicación o expresión igualmente libre de las ideas, cualesquiera que sea la índole de éstas, ya políticas, ya religiosas o políticas y filosóficas.
Sin embargo, algunas organizaciones masónicas mexicanas parecen estar tocadas de una intolerancia pertinaz, al punto de que sus miembros no pueden cuestionar, criticar, evaluar o postular ideas agudas respecto de esos cuerpos y sus "jerarquías", porque de inmediato aducen traición o insubordinación. Por supuesto, se trata de algunos oscuros burócratas enclaustrados en las oficinas de "ciertas organizaciones masónicas".

Llama la atención la actitud de un oscuro burócrata de un supremo consejo mexicano que, alarmado por las ideas aqui vertidas, ha exigido que el autor de las mismas sea de inmediato suspendido y enjuiciado porque considera que el altísimo cuerpo del que forma parte ha sido lastimado en su dignidad por tal autor.

¿Es una falta grave escribir y denunciar que tal alto cuerpo no debería otorgar grados a diestra y siniestra en una especie de auténtica feria de los grados y solo a cambio del "pago de derechos"?, ¿se peca a la verdad cuando, hasta sus propios funcionarios en el estado dicen que al supremo consejo en cuestión solo le interesa el dinero?, ¿es gravísimo pedir que los grados sean conferidos uno por uno, previo estudio y examen de capacidad de los mismos?

Pues si estas son faltas graves, entonces en el seno de ese alto cuerpo priva la intolerancia y la política del garrotazo a quien expresa opiniones libres y críticas. Y tenemos entonces, en el mismísimo seno de la masonería, la política del garrote para el control de los "hermanos".

¿Cómo, entonces, discursar hacia fuera, hacia la sociedad y los medios de comunicación, lo que se niega hacia dentro?, ¿es ético el doble discurso, la incoherencia y la inconsistencia entre el decir y el hacer?

De ser cierto tal doble discurso, yo habría pensado que el despotismo y la intolerancia solo eran propios del enemigo tradicional de la masonería mexicana: el clero... Pero al parecer... no es así...

Pensamos aqui, y lo decimos al viento, que la masonería del rito escocés mexicano necesita, y con urgencia, una renovación no solo de dirigentes, sino de espíritu, actitud y vocación. El Rito escocés, como lo dicta el Supremo Consejo Madre, Jurisdicción Sur de los Estados Unidos de América, es una universidad para el estudio de la naturaleza humana, para la perfección del hombre; y para que sea una institución seria y respetable, debería gobernarse con base en principios de seriedad académica y masónica.

Los caprichos, la soberbia, la intolerancia y el famoso "efecto jerarquía" -que tanto afecta la estabilidad emocional de muchos masones- deben desaparecer de la mente de nuestros "líderes" para que la grandeza de la humildad, la grandeza de la inteligencia, la grandeza de la moral y de la espiritualidad predominen en todos sus actos y sean, tales grandezas, ejemplo y enseñanza para todos los miembros de la Institución.

Sabemos que la Regularidad -sagrada para un masón bien nacido- no es un acta, o un diploma que se entregue a un cuerpo masónico de una vez por todas; la Regularidad es el apego a principios, normas y a la ritualidad de los grados; la Regularidad, así como se gana, se puede perder en cada sesión o tenida masónica si los dirigentes de las Logias y Cuerpos se alejan de los principios y de las reglas.

La Regularidad no es para siempre, ni es tampoco un galardón colgado de la pared para su ostentación altiva. La Regularidad debería ser eterna si se sabe conservar con la práctica de las reglas masónicas que la definen. Pero hay prácticas irregulares que desdoran todo organismo masónico, así se sienta reconocido mundialmente. Se puede ser reconocido, y a la vez irregular internamente.

Hoy en día, existen en México al menos dos organismos escoceses serios que reclaman tal regularidad; puede que no sea lo mismo regularidad que "reconocimiento", lo cual sabemos y nos queda claro. Pero lo que los masones buscan es la práctica ritual y filosófica dentro de los cánones tradicionales, y no dentro de "usos y costumbres" inventados y totalmente alejados de la tradición. Los masones quieren estudio, conocimiento, fraternidad y reclaman los principios y valores de la masonería: libertad, tolerancia, albedrío... estudio y perfeccionamiento personal.

Ojalá y los miembros de ese alto cuerpo mexicano recapaciten y lo conduzcan en el respeto a la libertad de juicio, opinión y crítica. Ninguna sociedad democrática y libre puede progresar si cancela las libertades elementales de sus ciudadanos. Y menos la masonería... sería el colmo... pero, parece que lo es...

Nosotros nos preguntamos aqui en HEREDOM si un Supremo Consejo, o una Gran Logia, puede cancelar esas libertades solo merced al despotismo ilustrado de algunos de sus oscuros burócratas enclaustrados en sus oficinas administrativas.

¿Será que el espíritu de Federico de Prusia -el último de los déspotas ilustrados- ronda las calles de la Colonia Juárez del Distrito Federal?

1 comentario:

Anónimo dijo...

CIERTO ES LO QUE USTED MENCIONA, EN MÈXICO PARECE QUE LA INTOLERANCIA HEREDADA DE LA CORONA ESPAÑOLA, SE ESTA CULTIVANDO EN NUESTRAS LOGÌAS DEL RITO ESCÒCES. POR ESO HE DECIDIDO RECHAZAR EL RITO ESCÒCES Y ME HE INCLINADO AL YORKINO, PUES LA GRAN LOGIA QUE REINA EN EL CENTRO DEL PAÌS ES EN ESENCIA DE RITO ESCOCES, Y HE VISTO SUS MUESTRAS DE DESPRECIO A AQUELLOS QUE QUIEREN INGRESAR EN ELLA, PARA RESERVARSE A UNOS CUANTOS.