lunes, 26 de noviembre de 2007

¿ES EL ESCOCISMO UN PAGANISMO?

Albert Pike se distinguió como activista de la francmasonería, en especial del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, del cual puede decirse es autor de gran parte de su doctrina, expuesta en su obra denominada Morals and Dogma of the Freemansonry.
Pike alcanzó el grado 33 en 1859 logrando pronto el cargo de Soberano Gran Comendador de la Southern Jurisdiction o "juridicción oriental", que es la jurisdicción fundadora del Rito Escocés (se le denomina Supremo Consejo Madre, al de Charleston) y actualmente es una de las dos divisiones orgánicas de este sistema masónico en los Estados Unidos. Fue comendador durante 32 años.
Durante su mandato, Pike consagró una gran parte de su tiempo al desarrollo de los rituales esotéricos de la orden del Rito Escocés (no de toda la francmasonería), los que recopiló en la obra titulada Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry que, desde su publicación en 1871 y subsiguientes, se convirtió una de las fuentes de referencia de la masonería escocesa, de modo muy particular de los Estados Unidos.
En Morals and Dogma, Pike presenta un estudio en 850 páginas sobre el simbolismo y fundamentos de los 32º primeros ritos del escocismo antiguo y aceptado, sistema cuya antiguedad real es verdaderamente ficticia. Tales fundamentos son el resultado de una interpretación personal que no es la de todos los masones del mundo, incluso de los que únicamente son practicantes de ese rito, tan difundido en Latinoamérica.
Esta obra, cualquiera que sea su crítica formal y académica, es en verdad un tratado de paganismo en el seno de las logias, cuyos orígenes, no obstante, son eminentemente cristianos.
Baste con revisar el capítulo dedicado al grado 19, en el que se destaca un caracter luciferino, asunto que ha sido por demás razón suficiente para declarar al rito escocés -más que a la masonería misma- como anticristiano y francamente pagano. Esta apelación ha sido especialmente promovida por los grupos cristianos evangélicos, y no se diga por la iglesia romanista. Para los radicales fundamentalistas la masonería deviene, gracias a Pike, satánica, cosa que es por demás ridícula, absurda y por supuesto falsa.

The Apocalypse is, to those who receive the nineteenth Degree, the Apothesis of
that Sublime Faith which aspires to God alone, and despises all the pomps and
works of Lucifer. Lucifer, the Light-bearer ! Strange and mysterious name
to give to the Spirit of Darknesss ! Lucifer, the Son of the Morning !
Is it he who bears the Light, and with its splendors intolerable blinds feeble,
sensual or selfish Souls ? Doubt it not! for traditions are full of Divine
Revelations and Inspirations; and Inspiration is not of one Age nor of one
Creed. Plato and Philo, also, were inspired.


En su capítulo dedicado al grado 30º, Pike retoma la tesis de que la francmasonería habría inspirado y organizado secretamente la Revlusicón Francesa, y escribe:

A Lodge inaugurated under the auspices of Rousseau, the fanatic of Geneva,
became the centre of the revolutionary movement in France, and a Prince of the
blood-royal went thither to swear the destruction of the successors of Philippe
le Bel on the tomb of Jacques de Molai. The registers of the Order of Templars
attest that the Regent, the Duc d'Orleans, was Grand Master of that formidable
Secret Society, and that his successors were the Duc de Maine, the Prince of
Bourbon-Conde, and the Duc de Cosse-Brissac.

Por supuesto, las "enseñanzas" de Pike en su obra citada -respecto del luciferismo y del satanismo- no representan, ni constituyen, la esencia de la masonería profunda y primigenia. Son si, sin duda, una visión personal y parcial muy propia, pero de ninguna manera representativa de la opinión de los Supremos Consejos del Mundo.
La masonería no es ni satánica ni luceferina, aún cuando este término sea interpretado como "el portador de la luz". Por sí mismo es incitador en la perspectiva de la cultura contemporánea y atenta en contra d elas creencias de los masones de buena fe que dan su nombre a la Institución, en especial a los cuerpos del Rito Escocés.
Habrá que decir que jamás un cristiano ha sido rechazado en logia por virtud de que sus miembros se adhieran a los principios expuestos en Morals and Dogma. Todos somos respetados en los Cuerpos del Rito, cualesquiera que sean nuestras creencias religiosas.
Incluso en los Estados Unidos, donde el 95% de los masones son cristianos evangélicos (protestantes), la masonería les es perfectamente compatible, y de ninguna manera indigesta por las apreciaciones ya olvidadas de Pike. Más aún, para todo masón estudioso, la masonería le representa un medio de perfeccionamiento terrenal; la fe cristiana, por su parte, le permite el crecimiento en la suprema espiritualidad en aras de su salvación. Si alguna denominación cristiana rechaza a la masonería, sépase que ésta no rechaza ninguna creencia, al contrario, las confirma y cultiva entre sus miembros.

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